La deglución atípica infantil y cómo corregirla.

Cuando hablamos de deglución atípica nos referimos a un problema de la boca que se caracteriza por el posicionamiento erróneo de la lengua durante el acto de ingerir alimentos (tragar). Ademas, cuando este tipo de problema incide en la oclusión (mordida) provoca maloclusion a quien les afecta. El diagnostico y tratamiento de este trastorno normalmente se trata combinando logopedia (encaminada a corregir las malas funciones orales) y ortodoncia ( mediante aparatos para resolver el trastorno de mordida), de otra manera seria imposible de solucionar correctamente.

 

Si no tratamos adecuadamente y desde las fase inicial la deglución atípica nuestros menores desarrollaran de forma incorrecta sus piezas dentales, la forma de hablar e incluso la estética de su boca. Los problemas de deglución atípica empiezan aparecer durante la infancia y si no se solucionan nos duraran hasta la edad adulta.

Las circunstancias que originar este trastorno son variadas desde hábitos infantiles inadecuados como chuparse el dedo o utilizar el chupete durante demasiado tiempo hasta morderse las uñas.

 

A continuación, vamos haber mas detalladamente como afecta la deglución atípica a nuestros hijos, las causas que lo provocan y las posibles soluciones.

 

Así afecta la deglución atípica a los bebes y los niños:

 

La forma en que ingerimos alimentos desde que somos bebes hasta que llegamos a la edad adulta va variando a lo largo del tiempo pues a medida que crecemos incorporamos  alimentos sólidos a nuestra alimentación. Cuando empezamos a ingerir alimentos sólidos podemos decir que comenzamos a realizar la deglución de la misma manera que los adultos, es decir, colocando nuestra lengua en el paladar mientras ingerimos los alimentos.

 

Sin embargo, si la lengua no se sitúa de forma adecuada sino que la colocamos detrás de los dientes delanteros ( incisivos y caninos) para ejercer presión al tragar provocaremos una deglución atípica.

 

La deglución atípica provoca los siguientes problemas en los niños:

 

-Mordida abierta anterior simétrica y protrusion en los dientes. La protrusion dental se caracteriza por la falta de alineamiento dental y se produce cuando durante la mordida, los dientes superiores caen dentro de los inferiores, por lo que estos últimos sobresales dando lugar a los populares “dientes de conejo”.

 

Lo correcto en este caso es que los dientes de la mandíbula superior contacten de forma equilibrada con las piezas dentales inferiores, pues de esta manera podremos masticar, articular y respirar de forma adecuada.

 

-Diastemas, caracterizadas por la la separación excesiva entre cada uno de los dientes. Las diastemas se suelen dar principalmente en los incisivos centrales pero también pueden aparecer en cualquiera de los otros dientes. Son muy frecuentes en niños con dientes de leche, pero deben desaparecer a medida que se adquiere la dentición definitiva.

 

– Incompetencia labial, se trata de la perdida en el tono del labio superior lo cual provoca un decaimiento de este y por lo tanto, un sellado anormal de los labios.

 

– Pronunciación inadecuada de los fonemas /d/,/t/,/l/,/n/,/r/

 

Causas principales de la deglución atípica

 

Las principales causas son por la falta de un sellado labial correcto durante las comidas (dejando las boca parcialmente abierta), la respiración bucal, la presencia de maloclusiones (incorrecta posición de las piezas dentales que no permiten un sellado correcto de la boca durante la deglución), y cuando la lengua se interpone entre los incisivos superiores en la parte frontal o lateral que origina la llamada lengua hipotonica.

 

Evidencias del problema

 

Las personas que sufren la deglución atípica se caracterizan por presentar  alguno de los siguientes signos como son los labios hipotonicos, la lengua descansando entre los dientes superiores e inferiores, una frecuente respiración bucal, la masticación de los alimentos con los dientes incisivos y no con los molares, el maxilar (superior o inferior) avanzado o retrasado y la salida de  los alimentos mientras estos se mastican.

 

Soluciones

 

Después de ver todos los factores de riesgo que pueden provocar la deglución atípica ( respiración bucal, falta de sellado labial, chuparse el dedo…), los expertos recomiendan que para evitar este trastorno debemos estimular la lactancia materna ya que la succión del pecho ayuda al correcto desarrollo de la mandíbula del niño.

 

La incorporación de los sólidos a la dieta y tratar de evitar hábitos orales nocivos, serían otras medidas importantes de prevención.

 

Otra de las formas de prevenir estos problemas es llevar a los niños de forma habitual al odontopediatra. La Sociedad Española de Odontologia Pediatrica aconseja que los niños deben hacer la primera visita al dentista en torno al primer año de vida, justo cuando comienzan a salir los dientes de leche.

 

A partir de ese momento, las revisiones se deben ir haciendo de forma periódica. Si se diagnosticara deglución atípica, los expertos inciden en la importancia de combinar el tratamiento de ortodoncia con la logopedia, pues de esta forma aseguramos que los problemas de deglución atípica no vuelvan hacer acto de presencia.

 

El odontólogo se encargará de resolver los problemas anatómicos derivados de la deglución atípica, mediante el uso de ortodoncia, mientras que el logopodea buscará normalizar las funciones orales alteradas como la deglución o la respiración.

 

¿Cómo y cuando extraer los dientes de leche?

En la etapa que transcurre entre los 6 y 12 años de edad, la mayoría de los niños pierden sus dientes de leche en pos de la dentadura definitiva. Los dientes de leche se desprenden poco a poco de sus raíces hasta que terminan por caerse por efecto de la gravedad o bien de ejercer sobre ellos una leve presión. Extraer las piezas dentales de los más “peques” es una tardea sencilla, sin embargo, en los primeros casos  a los adultos les genera ciertas dudas.

A continuación explicaremos ¿cuando?, y el ¿porque? del movimiento de los dientes de leche, y como debemos preparar a el niño y su a diente  para después sacárselo de forma natural, o bien si fuera necesario en una clínica de odonteopedriatia.

 

Como norma general, los dientes de leche se deben caer solos, pues en la mayoría de las ocasiones los nuevos dientes que van a suceder a las piezas dentales temporales absorben la raíz de estos últimos, y junto con la presión que ejercen sobre estos hacen que el diente de leche termine por ceder y caerse. Cuando los niños noten que sus dientes de leche se van a caer inmediatamente, tanto que les impidan hablar o comer correctamente, es el momento más fácil para quitarse con la mano el diente.

La caída de los dientes de leche sobre todo cuando se trata de los primeros, provoca un cierto temor en los niños pues no paran de preguntar si les van a ocasionar algún dolor o molestia a sus adultos. Los padres o adultos encargados de cuidarlos deben apoyarlos, decirles que es un dolor leve y normal, y que a la hora de comer los alimentos lo normal es que sientan como su diente se mueve o “baila”,pero que, sin embargo su caída no les va hacer de sentir dolor. Lo más normal es que el diente se les caiga y ni se den cuenta en el momento exacto.

Otra factor importante, y del  que se debe  informar a los niños es que una vez se les caen los dientes de leche es normal que tenga un leve sangrado, pero este se detiene a los pocos minutos. En estos casos lo aconsejable es darle a los niños un pequeño algodón (limpio) y que lo muerdan durante los minutos que dure el sangrado, de esta manera se contribuye a cortar antes la hemorragia y que el niño no se trague la sangre.

 

En otras ocasiones el diente no termina de caerse solo, sin ayudas externas, para estas veces se le puede enseñar a los niños como deben balancear con sus dedos el diente ( si ya esta muy flojo) y conseguirán desprenderse mucho más rápido de la pieza dental que les molesta para comer, beber, etc. Bastara con que el niño empuje suavemente con el dedo el diente hacia dentro y luego suavemente hacia fuera, unas cuantas veces y por fin se caerá.

 

Pero nunca se debe caer en el error de obligar a los niños a realizar este proceso, ni mucho menos sus padres como adultos cuidadores. Solo se le debe ofrecer a los niños como una solución o alternativa diferente, si el niño no para de quejarse porque le duele o le molesta y quiere deshacerse de el ya. Para terminar, si finalmente el niño se va a quitar el diente de leche debe tener siempre sus manos bien aseadas con agua y jabón.

 

LOS PROFESIONALES RECOMIENDAN EXTRAERLO ANTES DE QUE SE CAIGA

 

Tenemos una mala noticia para el Ratoncito Pérez, pues con la caída del primer diente de leche es más que una tracción en nuestra cultura que los niños guarden debajo de su almohada el diente a la espera de la visita de este, el cual les entregara un regalo a cambio se su pieza dental. Sin embargo, mientras ellos disfrutar del regalo y lucen una sonrisa desdentada son sus padres los que en verdad guardan  los dientes en señal de recuerdo.

 

Pues hay una nueva noticia, y es que según varios expertos y gran cantidad de estudios los dientes de leche contienen en su interior células madre las cuales pueden dividirse y convertirse en células para formar tejidos en todas las partes del cuerpo ( muy valiosas para las terapias celulares y medicinales).

 

Las investigaciones que confirman dicha noticia fueron ya publicadas en el año 2003 por el doctor Songtao Shi de la National Institute of Health (EE UU), en ella afirmo la presencia de células madre en la pulpa dental.

Pero la cuestión es que para  que las células madres no pierdan parte de sus propiedades y sean una fuente segura, los dientes de leche deben ser extraídos por un profesional justo antes de caerse. Puesto que, al contener un suministro de sangre justo hasta el momento de la extracción se consigue una mayor calidad.

No queda hay la cosa pues se descubrió que las muelas del juicio contiene en su pulpa dental también una gran cantidad de células madre. Que ademas ya han sido utilizadas para regenerar las corneas