¿Ortodoncia para corregir un solo diente?

La ortodoncia es una rama de la odontología que se encarga de corregir problemas como la desalineación y el apiñamiento de los dientes. Por norma general, los pacientes que presenten maloclusiones necesitan ortodoncia, ya que esta anomalía suele impedirles masticar los alimentos y cepillarse los dientes de la manera adecuada. Cuando un paciente es incapaz de cepillarse los dientes correctamente, corre un riesgo mucho mayor de desarrollar enfermedades como la caries, la gingivitis, la periodontitis o la perdida de dientes. Por ello, la ortodoncia es uno de los tratamientos más utilizados en odontología, tanto en niños (odontopediatría) como en adultos. Generalmente, la ortodoncia se aplica a todos los dientes de la boca o a una sección amplia de la mandibular. Sin embargo, es posible que haya casos en los que los niños presenten problemas en un solo diente. Para evitar esta situación, es muy importante que los pequeños visiten de forma regular al ortodoncista a partir de los seis años de edad.

La ortodoncia ha sido estigmatizada durante décadas, puesto que emplea dispositivos como brackets que modifican el aspecto del paciente. No obstante, durante los últimos años han ido surgiendo nuevos tratamientos como la ortodoncia invisible, que han disminuido considerablemente el rechazo de los pacientes a estos procedimientos. A pesar de ello, todavía hay muchas personas que se resisten a llevar aparato por incómodos o poco estéticos. Esto suele ser el caso de pacientes (sobre todo, niños) que no presentan severas anomalías de apiñamiento o de mordida. ¿Su hijo tiene tan solo un diente montado sobre otro? ¿El pequeño de la casa tiene dos dientes ligeramente separados? Seguramente, te estarás preguntado sí es necesario que tu hijo lleve puesto un aparato de ortodoncia infantil para corregir un solo diente. A continuación, te contaremos en qué casos es necesario que tu pequeño lleve ortodoncia para corregir un solo diente.

¿Qué causa la desalineación o el apiñamiento de los dientes?

Como en cualquier otro tratamiento ontológico, lo primero que debemos saber es qué causa anomalías como la desalineación o el apiñamiento de los dientes. Estos son los motivos por los que su hijo puede tener los dientes torcidos:

1. Factores genéticos: el apiñamiento dental, la desalineación de los dientes, la sobremordida, etc., son anomalías que pueden deberse a factores hereditarios. Si usted o alguien de su familia presenta estos problemas, sus hijos también corren el riesgo de desarrollarlos.

2. La succión del pulgar: el hábito de chuparse el dedo pulgar, el uso excesivo del chupete o del chupete, también suelen provocar que los dientes se tuerzan.

3. Deglución atípica: la presión de la lengua en el paladar al tragar también puede mover las piezas dentales y dar lugar a dientes torcidos.

4. Perdida de un diente: enfermedades como la periodontitis o la caries que no se tratan a tiempo suelen provocar la perdida de los dientes. Cuando se pierde una pieza dental, el hueco resultante suele desplazar los adyacentes y, por tanto, ocasionar maloclusiones.

¿Cuándo emplear la ortodoncia infantil para corregir un solo diente?

Como ya hemos comentado, la ortodoncia infantil en un solo diente es posible, pero esta podrá ser aplicada solo en determinados casos. Por norma general, cuando queremos mover un solo diente mal situado, se recomienda aplicar un tratamiento de ortodoncia que desplace y recoloque también el resto de piezas. Esto es así porque el desplazamiento de un solo diente afecta a la posición de los demás. Una de los tratamientos que más empleados en Dentistainfantiltoledo para corregir la posición de los dientes de los niños es la ortodoncia invisible. Mediante este procedimiento aseguramos que su hijo tenga los dientes en la posición adecuada sin emplear dispositivos que afecten a su estética. Por otra parte, algunos dientes simplemente presenta traumatismos o una insuficiente higiene dental, para los que hay tratamientos dentales específicos que no requieren de ortodoncia.

En otros casos, las carillas dentales son una alternativa a la ortodoncia infantil para corregir un solo diente si la malposición no es muy grave y no existen problemas en la mordida. Veamos un ejemplo de ello. Imagina que tu hijo tiene un diastema (una ligera separación entre dos piezas dentales), quizás sea posible cerrarla mediante el empleo de las carillas dentales. Las carillas dentales no son un tratamiento de ortodoncia sino de estética. Los odontólogos empleamos las carillas para modificar la forma o el tamaño de dientes concretos. Por lo tanto, en estos casos si podríamos evitar que su hijo lleve puesto un dispositivo de ortodoncia infantil para corregir un solo diente. Sin embargo, recuerda que aun así es necesario que el pequeño acuda a un ortodoncista para que este valore lo que realmente es necesario. Quizás, se pueda corregir el diastema con la carilla dental, pero puede que no.

El motivo es el siguiente: su hijo tiene un diastema y crees que es un defecto meramente estético. Cuando sucede esto, las carillas dentales puede ser suficiente. Sin embargo, imagina que la diastema no es solo un defecto estético, sino que además tu hijo tienen un problema de mordida leve que tú, por tu cuenta, eres incapaz de identificar. Acudes a una clínica, le explicas al dentista que no es necesario que el niño lleve ortodoncia para corregir el problema porque piensas que es estético. El especialista coloca las carillas dentales y oculta el diastema. No obstante, la maloclusión queda sin tratar, lo cual acaba por ocasionarle al pequeño problemas a la hora de morder o incluso desgaste dental. Por ello, siempre recomendamos visitar de forma regular al ortodoncista. Solamente este profesional puede valorar correctamente cuál es el origen de la desalineación o el apiñamiento dental. El ortodoncista identificará si se trata de un problema dental o de la mandíbula y conocerá la relación que existe entre ambas arcadas, para lograr que los dientes estén alineados y que la mordida sea la correcta.

Tanto si se trata de ortodoncia infantil para un solo diente o para todos, este tratamiento es de vital importancia en niños. La ortodoncia infantil evita que los pequeños desarrollen problemas a nivel mandibular y dental que favorecen la aparición de caries y enfermedades de las encías. ¿Quieres conocer si tu hijo necesita ortodoncia para un solo diente? Visite nuestra clínica de odontopediatria en Bargas (Toledo).

Aplicaciones para la higiene bucodental

Como siempre os hemos dicho: la higiene bucodental de los más pequeños es muy importante. Cuando descuidamos su cuidado, se multiplican las posibilidades de que los niños desarrollen enfermedades como la caries, la gingivitis, la periodontitis, o problemas estéticos como las maloclusiones. Dolencias que, en la mayoría de los casos, afectarán también a su vida adulta. Hasta la fecha, os hemos hablado en reiteradas ocasiones cómo cuidar la higiene bucodental de vuestros peques. Sin embargo, sabemos que por el trabajo, la familia y demás, no siempre disponéis del tiempo suficiente para prestar la debida atención a la higiene dental de los niños.

Para facilitaros un poco las cosas, en este artículo os vamos a mostrar las aplicaciones para móviles sobre el cuidado bucodental más populares. Apps desarrolladas con el único fin de que los niños aprendan por si solos la importancia de su salud bucodental. ¿A qué os interesa? Pues bien, entonces seguir leyendo este post. Gracia a este artículo no tendréis que emplear tanto tiempo en educar a los niños sobre salud bucodental.

Higiene bucodental en niños: ¿por qué los padres deben supervisarla?


Los padres deben supervisar la higiene bucodental de sus hijos desde que llegan a este mundo. Cuanto antes adquiera el niño el hábito de cepillarse los dientes tras cada comida, menos probabilidades tendrá de desarrollar enfermedades derivadas de una mala higiene bucal. Por supuesto, el cepillado no se debe hacer de cualquier manera. Como os hemos explicado en numerosas ocasiones, la higiene dental debe llevarse a cabo con el cepillo adecuado, hilo dental, colutorios, dentífricos con flúor, etc. La técnica a seguir es la siguiente: el cepillo de dientes debe estar colocado en un ángulo 45° con las encías. A continuación, procederemos a mover suavemente el cepillo de adelante hacia detrás. Primero se deben cepillar los dientes por el exterior, más tarde por su interior. Por último, siempre comenzaremos por los dientes de la arcada superior para finalizar el lavado con las piezas del maxilar inferior.

Otro de los motivos por lo que es fundamental que los padres vigilen la higiene bucodental de sus hijos es la disciplina. Sabemos que la constancia no es algo muy característico de los niños. Sin embargo, solamente mediante la perseverancia el niño adquirirá la costumbre de lavarse los dientes correctamente después de cada comida. Gracias al empeño de los padres en esta cuestión, sus hijos desarrollarán una personalidad tenaz y persistente hacia el autocuidado. Cualidades que, además, le serán de gran ayuda a lo largo de su vida en muchos otros ámbitos.

¿Qué consecuencias tiene no lavarse los dientes?


No lavarse los dientes o hacerlo de manera deficiente acarrea muchos problemas para la salud bucodental de los niños. Las dolencias más comunes que presentan los niños con una higiene dental deficiente son las siguientes:

Caries: se producen por la destrucción del tejido de los dientes debido a la presencia de ácidos procedentes de los restos de comida. Las caries son el problema más habitual que las clínicas de odontopediatría observan en sus pacientes. Cuando no se tratan a tiempo, las piezas dentales pueden infectarse hasta el punto de perderlas.

Gingivitis: otra de las dolencias derivadas de una higiene dental limitada es la gingivitis. La gingivitis se caracteriza por la inflamación, enrojecimiento e hinchazón de las encías. Se trata de un problema muy común en niños y en adultos, pero reversible. Esta enfermedad de las encías tiene remedio si se trata a tiempo, ya que el hueso de la encía y el tejido que conectas los dientes a esta aún no han sido dañados.

Periodontitis: es una enfermedad de carácter grave que afecta a las encías. La periodontitis es el siguiente paso a la gingivitis no tratada a tiempo. En esta etapa el hueso y los tejidos blandos están destruidos parcial o totalmente. Entre las principales consecuencias de esta enfermedad de las encías destacan: la pérdida de dientes, el sangrado de la encía, el mal aliento, las infecciones bucales y la sensibilidad dental.

Aplicaciones para móvil sobre higiene bucodental


Los teléfonos móviles inteligentes nos ofrecen una gran cantidad de funciones que nos pueden ayudar en el día a día. Los smartphones cuentan con una amplia variedad de aplicaciones que nos pueden ser de gran ayuda en ciertas circunstancias, incluyendo, la mejora de la salud bucodental de los niños. Desde que nacen, los más pequeños de la casa se han acostumbrado al uso de los teléfonos móviles. Para ellos resulta muy sencillo utilizar las aplicaciones, que a modo de juego les ayudan a ser conscientes de la importancia de cepillarse los dientes después de cada comida. De ahí, que muchos especialistas en odontopediatría recomienden su uso. A continuación, os presentamos las cinco apps sobre higiene dental más populares y divertidas entre los niños:

Bad Teeth Doctor: es una de las aplicaciones más recomendadas por los especialistas en odontología infantil. Bad Teeth Doctor permite a los niños aprender a lavarse correctamente los dientes, pero también a conocer lo importante que es cuidar la salud dental. La app actúa como un odontopediatra que enseña a los peques a cepillarse las cavidades de los dientes y la lengua. Además, la aplicación muestra a los niños las herramientas que se emplean en una clínica dental. De esta manera, se familiarizan, y acudir a consulta les será menos complicado. Pierden el miedo.

Brushy Time: con esta app siempre sabrán el tiempo exacto durante el que deben cepillarse los dientes. Se puede elegir entre tres canciones que tienen la duración exacta durante la que se debe realizar la higiene bucal completa, incluyendo el enjuague posterior al cepillado. Así podrá limpiar correctamente sus dientes de una forma divertida.

Happy Touch: es una de las aplicaciones más entretenidas para los más pequeños de la casa. En primer lugar, el niño elige un personaje. A continuación, escoge los alimentos que va a darle al avatar. Por último, tras la comida el personaje tiene que ir a lavarse los dientes. De este modo, los más pequeños de la casa aprender la rutina: tras cada comida hay que cepillarse los dientes. Además, la app les indica en todo momento los pasos que han de dar para lavarse los dientes. El niño tiene que hacerlo con el smartphone.

Disney Magic Timer: es un método divertido para que los niños se cepillen durante el tiempo adecuado, con sus personajes favoritos de Disney. Deben seguir cepillando sus dientes para que la imagen se muestre por completo.

Aquafresh Brush Time: muestra a los niños una forma divertida de repasar todas las partes de sus dientes correctamente. Canciones y bailes pegadizos conseguir que el cepillado y ayudar a conseguir que los 2 minutos de cepillado que los dentistas recomiendan.

El cepillado de los dientes es una parte fundamental de la salud bucodental de los niños. Nuestros hijos deben tomar la costumbre de lavarse los dientes correctamente desde su primera infancia. Gracias a las aplicaciones, esta tarea es ahora más sencilla que nunca para ellos. Desde Praxis Dental Toledo queremos ofreceros toda nuestra ayuda si tenéis alguna duda. Acudir a consulta para que os ayudemos a trabajar los hábitos de higiene dental en los niños. Somos una clínica especialidad en odontopediatría con más de una década de experiencia.

Salud bucodental: la vuelta al colegio

Cuide de la salud bucodental de sus hijos en el colegio 


Durante estas fechas, la mayoría de los niños españoles regresan al colegio tras varios meses de parón veraniego. En estos días su rutina va a cambiar por completo afectando a sus horas de descanso, sus comidas y su higiene personal. Como es de esperar, el cambio tan drástico que supone pasar de estar en casa la mayor parte del tiempo a estar fuera puede afectar también a su salud bucodental. Las vacaciones se terminaron, es hora de volver a la rutina, de ponerse al día con los estudios, las actividades deportivas y extraescolares. Incluso, la higiene dental de los más pequeños de la casa cambia de manera significativa con la llegada del nuevo curso escolar. Desde Praxis Dental Toledo vamos a enseñaros cómo debe ser a partir de ahora la higiene bucodental de vuestros hijos para que el cambio en su rutina no afecte a su salud dental.

Recomendaciones para cuidar la salud bucodental  de los niños


Cuando los niños están de vacaciones, los padres tienen muchas más oportunidades de cuidar su salud bucodental. Al permanecer más tiempo en casa, resulta más sencillo llevar un seguimiento de su higiene dental. Sin embargo, esto cambia por completo cuando llega la hora de volver al colegio. En vistas que muchos padres ya están llevando a sus hijos de regreso a la escuela, hoy queremos compartir con vosotros algunas recomendaciones sobre la salud dental en niños. De esta manera, podréis mitigar la aparición de problemas dentales con la llegada del nuevo curso escolar.

Higiene bucodental diaria: dado que los niños están en la escuela –y muchos de ellos comen en ella- resulta más complicado garantizar que siguen con los hábitos de higiene del verano. Lo ideal es enseñarles la importancia del cepillado de los dientes tras cada comida. Hacerles ver que la higiene de sus dientes es fundamental para evitar enfermedades como la caries o la gingivitis. Los padres deberían enseñarles esto durante su estancia en el hogar. De este modo, los niños, por propia iniciativa, tomarán en cuenta la higiene de sus dientes mientras están en el colegio.

Se lavarán los dientes en la escuela sin necesidad de que haya siempre alguien detrás supervisándolos. Es importante que los más pequeños de la casa no vean el acto de cepillarse los dientes como algo aburrido, sino como algo que les garantizará tener siempre de una salud oral brillante. En el caso de que el niño haga sus comidas en el colegio, es fundamental preparar un kit de limpieza bucal para el cole que incluya un cepillo adecuado para el niño, pasta de dientes y un colutorio infantil.

Usar pasta dental con flúor: el flúor protege los dientes de los más pequeños de la casa, ya que los hace más resistentes, evitando el desarrollo de caries. Las pastas de dientes con más de 1000 ppm de flúor son las más recomendables para los niños. Sin embargo, los padres deben adquirir pastas que resulten agradables para los más peques. Si el dentífrico tiene un sabor demasiado fuerte o amargo, el niño evitará su uso.

Revisar el cepillado dental de los niños en casa: no podemos dar por hecho que nuestros hijos se cepillan los dientes cuando o cómo deben, por mucho que se lo hayamos inculcado desde bien temprano. Son niños y, por tanto, pueden mentirnos cuando menos lo esperemos. Por este motivo, los padres deben estar siempre atentos a la higiene dental de sus hijos. Ya sea porque no se han cepillado los dientes cuando les tocaba, o bien no lo hicieron de la manera correcta, los adultos tienen que revisar a menudo su higiene dental. En especial, es importante que la boca quede totalmente limpia tras la cena. Durante la noche es cuando las bacterias están más activas. Si quedaron restos de comida entre sus dientes tras la cena, tienen muchas más probabilidades de desarrollar caries.

Los padres deben dar ejemplo: los adultos deben dar ejemplo a los niños en todos los ámbitos de su vida. Por supuesto, esto también concierne a su salud bucodental. En este sentido, los niños deben ver que sus padres también se cepillan los dientes después de cada comida. Si los adultos no siguen buenos hábitos de higiene dental, no pueden esperar que sus hijos lo hagan. Además, hay que enseñarles cómo lavarse los dientes. Primero, tienen que cepillarse la superficie externa de los dientes superiores e inferiores. Después, llega la hora de cepillarse las superficies internas de los dientes superiores e inferiores. Cuando un niño ve que su padre o madre se lava los dientes tras las comidas, este se motivara y hará lo mismo.

La dieta en la salud dental de los niños: durante los meses de las vacaciones, los padres suelen hacer muchas concesiones en las comidas de sus hijos. Les permiten tomar mucho alimentos ricos en azucares como helados, dulces, golosinas o refrescos. Estos productos por su alto contenido en azúcar son muy perjudiciales para la salud de los dientes. Pues bien, el regreso al colegio hay que aprovecharlo para que nuestros hijos vuelvan a comer de manera saludable. Los alimentos que más contribuyen al cuidado de los dientes son los lácteos (leche, queso, yogurt…), ya que son ricos en calcio. Otros productos que debemos incluir en la dieta de los más pequeños de la casa son las verduras, la fruta y el agua.

Cuidado con las actividades deportivas o extraescolares: cuando las actividades escolares o extraescolares son de tipo deportivo, debemos asegurarnos de que se estén utilizando la protección y el equipo necesario. En casos de deportes de contacto es aconsejable el uso de protectores bucales para prevenir lesiones o traumatismos dentales.

Visitar al odontopediatra: cualquier época del año es buena para visitar la clínica de un dentista infantil. No obstante, el inicio del nuevo curso escolar resulta ser una de las fechas más importantes de todas. Y es que, tras varios meses de cierta relajación en el cuidado dental de sus hijos, no hay nada mejor como someter a los niños a un chequeo dental para confirmar que su salud bucodental es la correcta.  La vuelta al cole también es una buena época para comenzar a evaluar posibles tratamientos de ortodoncia. Con la ortodoncia invisible o Invisaling los niños pueden dejar de preocuparse por su aspecto, ya que las férulas casi no se ven. Además, los tratamientos son más rápidos y se pueden planificar mucho mejor.

¿Cuántos dientes tienen los niños?

Probablemente, si usted es un padre primerizo, se haya preguntado últimamente esta cuestión. En especial, si su pequeño está comenzando a experimentar los cambios físicos propios previos a la erupción de su dentición infantil: irritabilidad, babeo, inflamación de las encías, rechazo a la comida, insomnio… Sin embargo, la respuesta a esta pregunta no es nada sencilla. El número de dientes de un niño depende de muchos factores, aunque la edad es el principal de todos ellos. Por norma general, el germen que desarrolla los primeros dientes suele formarse mucha antes de que su retoño haya nacido. Concretamente, entre la sexta y octava semana de gestación. No obstante, los primeros dientes no erupcionan hasta que el niño tiene entre seis y doce meses. Una vez que ha transcurrido este periodo, el primer diente brota de la encía del niño.

A continuación, el resto de piezas comienzan a erupcionar por si solas hasta que el niño cumple dos años y medio. Como bien sabemos, a estos dientes se les denomina en odontología “temporales”, mientras que en el lenguaje ordinario “dientes de leche”. Cuando el niño alcanza la edad de cinco o seis años, se produce el inicio de la segunda fase de la dentición infantil. A partir de este momento, su hijo comenzará a sustituir los dientes temporales por los definitivos o permanentes. Un proceso que puede prolongarse hasta que cumpla los entre los 17 y 25 años, etapa en la que suele erupcionar las muelas del juicio. ¿Le interesa saber los dientes que puede tener su hijo? ¿Quiere ayudar a cuidar la salud dental de su hijo? Continúe leyendo este interesante artículo en el que le resolveremos este tipo de cuestiones.

¿Cómo es el proceso de dentición infantil?


Los dientes no realizan su función desde que nacemos, como sí sucede con órganos como los pulmones, el corazón o nuestro cerebro. Lo cierto es que ni siquiera podemos verlos hasta que el niño cumple los seis meses de edad y sus dientes comienzan a brotar de las encías. Como ya se ha explicado, disponemos de dos tipos de dentaduras: la primera de ellas, es la formada por los dientes de leche; la segunda, está constituida por los dientes definitivos y las muelas del juicio. En el primero de los casos, los dientes temporales permanecen en la boca del niño hasta que este ha cumplido los doce años de edad.

Después de este periodo, la dentición infantil habrá dejado paso a los dientes de una persona adulta. Sin embargo, esto no quiere decir que su hijo de doce años ha desarrollado por completo su dentadura definitiva. En realidad, este proceso se extiende en un intervalo de tiempo más amplio. Esto sucede porque, tras la erupción de los dientes definitivos, comienzan a formarse las muelas del juicio. Las muelas del juicio erupcionan más tarde que es resto de dientes definitivos. Concretamente, entre los 17 y 25 años de edad.

No obstante, la gran mayoría de los adolescentes con edades comprendidas entre los 12 y 15 años poseen todos sus dientes definitivos. Aunque en ocasiones, por diferentes motivos, puede que a algunos les falte una o varias piezas. A partir de los diecisiete años, las muelas del juicio suelen brotar de las encías de los adolescentes. Un proceso que puede prologarse hasta la etapa adulta. Las muelas del juicio se desarrollan y brotan en la parte posterior de la cavidad oral. Una persona adulta que ha desarrollado toda su dentadura al completo tiene 32 dientes en total: 8 incisivos, 4 caninos, 8 premolares y 12 molares (incluidas las cuatro muelas del juicio).

Entonces, ¿cuántos dientes tienen un niño?


Dicho lo anterior, usted ya comprende cómo se desarrolla y durante cuánto tiempo sucede el proceso de erupción de los dientes. La evolución de una dentición infantil a una adulta. Por lo tanto, ahora ya podemos abordar el tema que nos atañe en este post: la cantidad de dientes que puede tener un niño. Pues bien, lo habitual es que los niños tengan 20 dientes temporales o de leche (10 en la parte superior y 10 en la inferior). No obstante, esta cantidad puede depender de diferentes factores como:

  1. Edad del niño: los dientes temporales y definitivos coinciden en tres cosas: tipología (incisivos, molares, caninos…), función (por ejemplo, los incisivos sirven para cortar la comida en trozos pequeños) y el tiempo (edad a la que erupcionan). Por lo tanto, el número de dientes que su hijo pueda tener depende de los años que haya cumplido, así como de los dientes que erupcionan en ese intervalo.
  2. Componente hereditario: la herencia es otro de los factores que puede determinar el número de piezas de una dentición infantil. En ocasiones, algunos niños no desarrollan el germen permanente. Es decir, una vez que su diente de leche ha cumplido su función, este no será remplazado con un diente permanente. A esta anomalía en odontología se le denomina agenesia. Por otra parte, puede suceder también lo contrario, es decir, que su hijo presente más dientes de lo normal (supernumerario).

En ambos casos, estas anomalías se deben a un factor hereditario. Porque algún miembro de la familia por parte paterna o materna presenta también este inconveniente. No obstante, se trata de un problema que tiene fácil solución. Cuando hay presencia de agenesia, la solución consiste en los implantes dentales. Los dientes supernumerarios se corrigen con una simple extracción con anestesia local.

  1. Traumatismos: los niños siempre están corriendo de aquí para allá. Es lo normal, ya que están en la etapa de su vida con más energía. Por este motivo, los traumatismos dentales son una de las causas más habituales por las que los niños pierden uno de sus dientes de leche. Las etapas con mayor riesgo para la pérdida de un diente por un golpe son: con dos años de edad (porque el niño comienza andar) y con siete años de edad (el niño suele comenzar a practicar deporte). No obstante, el hueco resultante de esta pérdida se remplazará por si solo cuando erupcione la dentadura definitiva. Obviamente, en el caso de los adultos –al producirse la pérdida de un diente permanente- se necesitará colocar un implante dental.

Estos son los factores más relevantes que influyen en la cantidad de dientes que puede tener su hijo. Lo recomendable es que verifique cada cierto tiempo cuantos dientes tiene su hijo teniendo en cuenta los aspectos que le acabamos de nombrar. Si intuye que a su hijo le faltan o sobran dientes, es hora de que visite su clínica de confianza para que ellos puedan tomar las soluciones pertinentes.

¿Cómo cuidar los dientes de los niños?


La mejor forma de proporcionarle a su hijo el cuidado adecuado de su dentición infantil es someterle de manera regular a un chequeo dental. Acuda cada seis meses a la consulta de un especialista para que este compruebe la salud bucodental de su hijo. Además, sigua estas pautas para garantizar la salud bucodental de su hijo:

  1. Lavarse los dientes: debe cepillar los dientes de su hijo cuando surja el primero de ello. Cuando el niño tenga cuatro o cinco año, debe enseñarle a lavarse los dientes al menos dos veces al día. La pasta de dientes debe contener flúor, ya que previene la aparición de caries.
  2. Cepillado dental adecuado: la manera correcta de lavarse los dientes es aquella en la que se realizan movimientos circulares en toda el área del diente.
  3. Uso de hilo dental: su hijo debe usar hilo dental a partir de los tres años de edad, siempre y cuando así se lo recomiende su dentista. Hasta los ocho años de edad deberá ayudar a su hijo a usar el hilo dental. El hilo dental sirve para eliminar los restos de comida que hayan quedado tras el cepillado dental. De modo, que evitan la aglomeración de la placa bacteriana y, por ende, la aparición de caries.

 

¿Tiene todavía dudas sobre cuantos dientes puede tener su hijo en estos momentos? ¿Quiere conocer más pautas para el cuidado dental de su hijo? ¡Visítenos! Estamos en calle Agua 44, 45593, Bargas (Toledo). Contamos con un equipo con muchos años de experiencia en el tratamiento y el cuidado de los dientes de los más pequeños de la casa. Nuestra finalidad es guiar y asesorar a nuestros pacientes con el mejor diagnóstico en un plazo de tiempo optimizado.

Paladar ojival en niños: causas y tratamientos

El paladar ojival es una anomalía que puede presentar la estructura bucodental tanto de niños como de adultos. Hablamos de paladar ojival cuando el maxilar superior es más estrecho que el inferior. El paladar ojival o estrecho es un problema bucodental de muy fácil solución, pero es sumamente importante tratarlo lo antes posible. Por norma general, este tipo de irregularidades en la estructura bucodental se detecta durante las primeras revisiones odontológicas. Concretamente, durante los chequeos en clínicas especializadas en odontopediatría. Cuanto antes sea detectado el problema, más sencillo y rápido será el tratamiento para su corrección. En Dentistainfantiltoledo vamos a explicaros todo lo que necesitáis conocer acerca de esta clase de problemas bucodentales. Recordar prestar atención al crecimiento de vuestros hijos, estudiando sus hábitos bucales y poniendo en conocimiento de los profesionales cualquier síntoma que consideren necesario.

¿Cuándo hablamos de paladar ojival o estrecho?


Aunque ya os hemos explicado brevemente qué es un paladar ojival, conviene profundizar un poquito más en el tema. Para comenzar, es fundamental que conozcáis el papel que juega el paladar en la boca. El paladar está situado en la arcada dental superior y se divide en paladar duro (constituido por hueso) y el paladar blando (tejido muscular). En ocasiones, durante las etapas de crecimiento del niño, el hueso del paladar no crece de la manera adecuada. Este fallo en el desarrollo del paladar puede dar origen a un paladar más estrecho de lo normal. Cuando sucede este tipo de anomalías, hablamos de paladar ojival. El único método que existe para solucionar este problema es la ortodoncia interoceptiva. Esta rama de la ortodoncia infantil se encarga de corregir y favorecer el crecimiento del hueso maxilar de los niños. Por norma general, el tratamiento se comienza a aplicar cuando el niño cumple los 6 años de edad. Gracias a la ortodoncia interceptiva, el odontólogo conseguirá ensanchar el paladar superior del niño evitando problemas tan severos como la maloclusión.

¿Cuál es el origen del paladar ojival?


Los principales detonantes del paladar ojival son los siguientes:

Respirar por la boca: enfermedades o anomalías como la deformación del tabique nasal o la sinusitis (inflamación de los senos paranasales) pueden provocar que el niño tome la mala costumbre de respirar por la boca. La respiración bucal es uno de los principales desencadenantes del mal desarrollo del paladar.

Succión del dedo: resulta bastante común que los bebes y niños más pequeños se lleven los dedos a la boca y los succionen. Un hábito que procede de su etapa de lactancia. No obstante, una vez que acaba esta etapa resulta fundamental corregir esta conducta, ya que de prolongarse en el tiempo podría dar lugar a un crecimiento irregular del paladar. Además, esta costumbre también puede causar maloclusiones en la etapa adulta.

Empleo prolongado del chupete: el propósito de los chupetes o tetinas es básicamente fomentar la tranquilidad de los recién nacidos. Los bebes recién nacido nacen con el instinto de chupar: porque están cansados, porque están desanimados, porque necesitan consuelo… Se trata de un impulso natural que en nada tiene que ver con su necesidad de alimentarse. De ahí, que los pediatras recomienden su uso. No obstante, su empleo no debe prolongarse más allá de los dos años de vida. Al igual que con la succión de los dedos, cuando se alarga el uso del chupete, este hábito puede dar lugar a un mal desarrollo del paladar.

Deglución atípica: se refiere a la colocación incorrecta de la lengua a la hora de tragar los alimentos, la cual también puede dar origen a un mal desarrollo del paladar.

¿Cómo saber si su hijo tiene el paladar estrecho?


Rara vez el paciente o sus allegados son conscientes de esta anomalía hasta que ha alcanzado un punto crítico de desarrollo. Lo habitual es que sean los odontólogos u odontopediatras quienes detecten este problema en la estructura del hueso maxilar superior de los niños. Ya sea mediante un examen manual, ya sea mediante radiografías o el estudio del historial clínico del paciente. De ahí, que siempre os estemos insistiendo en la importancia de las revisiones odontológicas periódicas. No obstante, existen algunas pistas que pueden ayudar a los padres a ser conscientes de que sus hijos corren el riesgo de desarrollar un paladar estrecho:

Mordida cruzada: se caracteriza por la mordida de la arcada superior de los dientes dentro de la arcada inferior. La mordida correcta es aquella en la que los dientes superiores muerden por fuera de los inferiores. Esta costumbre además del paladar ojival, está detrás de otros problemas como el desgaste prematuro de los dientes y de las encías.

Inclinación de los dientes: los dientes del paciente no se encuentran alineados en la posición correcta, ya que se inclinan buscando la forma más conveniente para morder.

Apiñamiento dental: los dientes montados se forman cuando, a la hora de erupcionar, no encuentran el espacio suficiente en la boca. Si bien los dientes montados son un problema de estética muy importante, también lo son de salud. El apiñamiento de los dientes puede dar lugar a la estrechez del paladar, la inflamación de las encías, dificultad para la higiene dental…

Consecuencias del paladar ojival en los niños


El paladar ojival debe ser tratado cuando antes, ya que puede suponer graves problemas bucodentales para el paciente. Las principales consecuencias del paladar estrecho en los niños son:

– Dificultad en la erupción de los dientes de leche y definitivos.

-Apiñamiento dental severo.

-Mordida cruzada.

-Mala higiene dental: por lo tanto, mayor riesgo de padecer caries, gingivitis, periodontitis y demás.

-Alteraciones en el desarrollo del hueso maxilar: dando lugar a maloclusiones graves tanto en la niñez como en la edad adulta.

¿Cómo se corrige el paladar estrecho en niños?


El disyuntor de paladar es el dispositivo de ortodoncia interceptiva que se encarga de corregir esta anomalía. Se trata de un aparato, con un mecanismo muy sencillo, que presiona los dientes de forma lateral hasta que se produce el ensanchamiento del paladar. El disyuntor de paladar se coloca en la arcada superior de los dientes. Concretamente, en los molares. Se trata de un aparato de ortodoncia fijo, por lo que los niños no pueden extraerlo en ningún momento.

La duración del tratamiento depende del grado de afectación, pero lo habitual es que el disyuntor de paladar se coloque durante un periodo de entre 6 y 18 meses. Una vez ensanchado el paladar, el odontólogo procede a un tratamiento de ortodoncia convencional para colocar los dientes del paciente correctamente, asegurando la funcionalidad de la boca. Debemos tener en cuenta, que debido al desarrollo del paladar ojival, la erupción y el crecimiento de los dientes habrá sido anómalo. Por tanto, se necesita corregir con ortodoncia infantil cualquier anomalía en la alineación de los dientes de los niños.

¿En qué consiste la ortodoncia infantil Myobrace?

Como ya os hemos contado en otras ocasiones, la mejor manera de evitar que vuestros hijos desarrollen problemas dentales y futuras visitas al dentista en su edad adulta es la prevención. La ortodoncia infantil es una especialidad odontológica que se encarga de corregir los dientes y huesos mal colocados en la boca de los niños. Dentro de esta especialidad podemos encontrar dos clases de tratamientos en función del tipo de aparato: fijos (brackets) y removibles. En el artículo de hoy, os vamos a hablar de la ortodoncia Myobrace, uno de los tratamientos con aparatos removibles más populares de la actualidad. La ortodoncia con aparatos Myobrace permite que el niño pueda tener los dientes alineados correctamente desde una edad muy temprana. De hecho, la mayoría de los problemas bucodentales de los niños se pueden corregir de manera precoz. Mucho antes de que tengan consecuencias severas para su salud bucodental.

Myobrace: la mejor ortodoncia infantil removible


Una de las grandes virtudes de este tipo de ortodoncia infantil es que puede aplicarse en los niños a edades muy tempranas. Concretamente, se recomienda su uso en niños de entre 3 y 12 años. Por lo tanto, estamos hablando de un tratamiento que se puede iniciar mucho antes de que el niño desarrolle los dientes definitivos. Obviamente, esto permite prevenir el desarrollo de enfermedades dentales, al tiempo que se estimula el correcto crecimiento de los huesos maxilares. De esta manera, conseguimos evitar que los más pequeños de la casa padezcan problemas como el apiñamiento de los dientes o las maloclusiones. En ambos casos, hablamos de anomalías que requieren de un tratamiento ortodóntico mucho más costoso.

La ortodoncia Myobrace es un procedimiento que también se utiliza para corregir muchas otras anomalías: mejora el desarrollo facial, evita la extracción de dientes sanos, el uso de retenedores fijos, mejora la salud general… También es un método muy eficaz a la hora de corregir problemas durante la masticación o la respiración en los niños. Por último, la ortodoncia de este tipo tiene otro importante atributo: es removible. La ortodoncia Myobrace consiste en un conjunto de aparatos removibles compuestos de silicona muy cómodos. Los niños solo necesitan llevarlos puestos durante la noche y una pequeña parte del día para que el tratamiento haga efecto. En definitiva, son mucho más cómodos que otros tipos de ortodoncia infantil como los brackets.

¿Cuánto tiempo dura la ortodoncia Myobrace?


Como en cualquier otro tratamiento odontológico, la duración de la ortodoncia Myobrace dependerá de cada paciente. No obstante, los mejores resultados se consiguen cuando el procedimiento se inicia a edades tempranas. Esto se debe a que resulta más sencillo corregir malos hábitos dentales en los niños más pequeños. Asimismo, los problemas de desarrollo de dientes y huesos también son más fáciles de evitar mientras la cara y mandíbula están en su etapa de crecimiento.

De todos modos, este tipo de ortodoncia infantil suele aplicarse por un periodo de entre 18 y 24 meses. Por supuesto, estas estimaciones cuentan con que el paciente cumpla con las indicaciones que el ortodoncista le haya recomendado. Principalmente, aquellas que tienen que ver con el tiempo que debe llevar puesto el aparato. Como en cualquier clase de ortodoncia removible, si no se cumple con estas indicaciones, los resultados pueden retrasarme de forma innecesaria.

¿Qué etapas tiene el tratamiento de ortodoncia Myobrace?


Este procedimiento consta de cuatro etapas que enumeramos a continuación:

  1. Corrección de hábitos: esta primera fase consiste en corregir los malos hábitos que adquirido el paciente. El niño aprenderá en esta etapa a respirar por la nariz en lugar de la boca, a colocar la lengua en la posición correcta, a mantener los labios juntos cuando no esté comiendo o hablando y a tragar la comida de la manera adecuada. Estos hábitos orales son los que evitan que el paciente desarrolle problemas dentales como el apiñamiento o la maloclusión. De esta manera, podemos prevenir el uso de brackets en el futuro.
  2. Desarrollo del arco: los niños que presenten un desarrollo insuficiente del arco tendrán que someterse a esta fase del tratamiento. En esta etapa se trata de ensanchar el maxilar superior del paciente para que haya el espacio necesario para los dientes y la lengua.
  3. Alineación de los dientes: esta fase del procedimiento se aplica cuando los últimos dientes permanentes están en erupción. Se trata de un aparato de ortodoncia Myobrace desarrollado para niños adolescente, cuyo objetivo es logran que los dientes definitivos se alineen en su posición natural. Debido a la propia naturaleza del tratamiento, este aparato debe llevarse puesto durante todo el tiempo que el odontólogo haya estimado. Ciertamente, durante toda la noche y algunas horas del día. No obstante, esto dependerá de las condiciones individuales de cada paciente.
  4. Retención: la fase final de la ortodoncia Myobrace tiene como objetivo que los dientes permanezcan alineados en su posición natural. Además, también se busca que el paciente mantenga los buenos hábitos orales a lo largo de toda su vida. Una vez que se retira el aparato, generalmente se requiere un retenedor para evitar que ocurra una recaída durante un tiempo. Sin embargo, sí se mantienen los hábitos orales correctos, los resultados suelen prolongarle a lo largo del tiempo.

Definitivamente, este tipo de ortodoncia infantil es mucho más cómoda para los niños que los aparatos tradicionales. Si quieres conocer más acerca de este tratamiento, visítanos en nuestra clínica de Praxis Dental Toledo. Adaptaremos tu caso para proporcionarte el tratamiento más cómodo y eficaz.

Dientes de tiburón en niños: ¿Qué son y cómo solucionarlo?

Si usted es un asiduo del National Geographic, sabrá cómo son los dientes de tiburon. Estos imponentes y majestuosos depredadores del mar, a diferencia de los humanos y la mayoría de las especies de animales, cuentan con dos filas de dientes en su boca. Dos poderosas filas de dientes que desgarran y trituran en un abrir y cerrar de ojos a sus presas. Además, la dentadura de los tiburones se cae y sustituye rápidamente. Ahora bien, ¿sabe usted que esto puede también suceder en los seres humanos?

Aunque pueda parecer algo extraño, lo cierto es que hay ocasiones en las que los niños desarrollan una dentadura –temporalmente- que se asemeja a la del tiburón. Obviamente, en este caso se trata de una anomalía, no de algo natural. Como padres, si nuestros hijos presentan este problema en su dentadura, es lógico preguntarse si esto puede traer consecuencias a largo plazo. Por este motivo, hoy queremos mostraros todo cuanto necesitáis conocer sobre los dientes de tiburón en niños.

¿Por qué mi hijo tiene dientes de tiburón?

La presencia de dientes de tiburón en niños es algo más común de lo que solemos creer. En España se estima que entre el 10% y el 15% de los niños presentan esta anomalía. Hay que tener presentes que la dentadura de tiburón no es una cuestión por la que tengamos que alarmarnos. Por norma general, conforme erupcionan los dientes definitivos, estos empujan a los de leche hasta hacerlos caer. Sin embargo, cuando la dentadura temporal no se cae al momento de la erupción de la definitiva, hablamos de los dientes de tiburón. Obviamente, esto provoca que surjan dos hileras de dientes en la boca de los niños. Una anomalía que afecta principalmente a la estética.

Quizás, lo más llamativo de este problema dental es que la alineación de dos hileras de dientes se da tan solo en una parte de la dentadura. A pesar de los numerosos estudios realizados sobre esta rareza, no hay una explicación definitiva que sea capaz de explicar por qué los niños desarrollan dientes de tiburón. No obstante, entre los odontopediatras y demás expertos en odontología existen dos teorías:

  1. Raíces muy fuertes: la primera razón a la que apuntan los especialistas es a la presencia de una raíz más fuerte en la dentadura temporal que en la definitiva. Por lo tanto, cuando sucede esto, los dientes definitivos no pueden hacer caer a los de leche con facilidad. El proceso les lleva más tiempo de lo habitual.
  2. Falta de espacio: la otra hipótesis es que la mandíbula del niño no dispone del suficiente espacio para acomodar los dientes definitivos de forma correcta. Dicho de otro modo, como el espacio está limitado, la dentadura definitiva erupcionan por donde pueda.

Como ya se ha indicado, no debe porque alarmarse sí su hijo desarrolla dientes de tiburón. Es un problema muy común entre los más pequeños de la casa. En primer lugar, tiene que prestar atención a cómo evoluciona la dentadura de sus hijos cuando se produce la erupción de los dientes definitivos. De esta forma, podrá verificar si todo va bien o, por el contrario, si se está produciendo alguna anomalía. No olvide, por supuesto, llevar a su pequeño a revisiones periódicas a la clínica del odontopediatra, ya que es la mejor manera de prevenir este y otros muchos problemas.

Entonces, ¿cuál es el tratamiento para los dientes de tiburón?

Cuando decimos que usted no debe alarmarse por esta anomalía, lo decimos porque en la mayoría de los casos se arregla por si sola. Por norma general, los dientes de leche, al cabo de unas semanas, terminan por caerse dejando todo el espacio para la dentadura definitiva. Esto sucede por dos motivos. En primer lugar, las raíces de los dientes definitivos terminan por absorber a la de los dientes de leche, obligándolos a caerse. En segundo lugar, porque el simple movimiento de la lengua de su hijo puede debilitar los dientes de leche hasta que estos se desprenden. Una vez que los dientes de leche se caigan, la dentadura definitiva empezará a tomar el lugar correspondiente de forma natural.

Ahora bien, ¿qué sucede si los dientes de leche no se caen de manera natural? Para empezar, bajo ningún motivo debe forzar que el diente se desprenda de la boca del niño. Es decir, tratar de extraer la pieza con alguna herramienta que tenga en su casa o ejerciendo presión sobre ella. Si hace esto, probablemente, dañe los dientes definitivos de forma permanente. Además, causará dolor en el niño. Dicho esto, si los dientes de leche no se caen de manera natural, el odontopediatra tiene dos opciones para solucionar este problema. La primera es proceder a la extracción de la pieza que requerirá cuidados en casa. En segundo lugar, y únicamente en los casos más complejos, el odontólogo recurrirá a tratamientos de ortodoncia infantil, para solucionar la maloclusión generada por los dientes de tiburón en niños.

¿Su hijo presenta dientes de tiburón? Venga a visitarnos a nuestra clínica de Praxis Dental en Toledo. Garantizamos el mejor asesoramiento y los mejores tratamientos en odontología infantil. ¡Pide tu cita sin compromisos!

Diastemas: causas, complicaciones y tratamientos

En Praxis Dental Toledo nos resulta frecuente tratar con padres muy preocupados por una anomalía muy común en los niños. Concretamente, un problema relacionado con una separación excesiva entre los incisivos centrales o paletas de sus hijos. Este tipo de trastornos dentales en odontología lo denominamos como diastemas. Quizás, usted nunca haya escuchado este término, pero seguro que ha visto a muchos nichos con las paletas demasiado separadas. Lo cierto es que más del 90% de los menores, a partir de los cinco años, presentan este problema. En especial, cuando sus dientes de leche comienzan a dar paso a los definitivos.

En primer lugar, en Praxis Dental Toledo queremos decirle que sí su hijo tiene diastema, no se alarme. La mayoría de los niños experimentan este trastorno dental cuando cambian los dientes temporales por los permanentes. Asimismo, más del 90% de los casos de diastemas se solucionan por sí solos una vez que la dentadura definitiva ha brotado por completo. Por lo tanto, se estima que únicamente entre el 2% y el 7% de los adultos presentan esta anomalía. No obstante, en los casos más problemáticos o persistentes, los diastemas pueden provocar problemas bucodentales en los niños como dificultad para masticar, molestias en la mandíbula, dolores de cabeza, cervicales y cuello o lesiones en sus encías. En estos casos, es indispensable un diagnóstico precoz y un posterior tratamiento en función de las características de cada paciente.

¿Cuáles son las causas del diastema?

El principal motivo por el que los niños padecer esta anomalía se debe a cuestiones de herencia genética. Si los padres presentaron en su niñez diastemas, lo más probable es que sus hijos también las tengan. No obstante, hay muchas otras razones que están detrás de este trastorno dental. Estas son las más comunes:

  1. Dientes demasiado pequeños: el desarrollo de dientes pequeños o microdoncia es una anomalía poco común. Sin embargo, es una de las principales causas del diastema. Al tratarse de dientes pequeños, el niño presenta en su dentadura espacios interdentales. Obviamente, estos espacios interdentales también incluyen a sus incisivos centrales o paletas.
  2. Ausencia de piezas dentales: cuando al paciente le falta una pieza dental –ya sea porque la ha perdido o porque todavía no le ha brotado-, al existir mayor espacio, los dientes suelen colocarse de diferente manera a lo habitual. Esta recolocación puede provocar que haya huecos entre ellos, incluidos, los incisivos centrales.
  3. Frenillo del labio demasiado ancho: se produce cuando el frenillo que une el labio a la dentadura es demasiado ancho. Cuando ocurre este trastorno, el frenillo ocupa parte del espacio entre los dientes obligándolos a separarse.
  4. Macroglosia: esta palabra hace referencia a las personas que tienen una lengua más gruesa de lo común. La macroglosia puede empujar los dientes de sus hijos hasta que se cree un espacio entre ellos. En especial, en los incisivos dentales o paletas.

Posibles consecuencias de los diastemas

La separación excesiva entre los incisivos centrales no tiene por qué generar siempre problemas más allá de los estéticos. Sin embargo, en los casos más graves, los niños pueden sufrir consecuencias poco deseables:

  1. Caries: cuando hay presencia de espacios interdentales, es más fácil que las bacterias se acumulen en los dientes y las encías.
  2. Lesiones en las encías
  3. Molestias: muy a menudo, esta anomalía conlleva que los niños no puedan morder ni masticar bien los alimentos. Estos contratiempos pueden ser muy severos, ya que están detrás de problemas como el dolor de cabeza, de mandíbula, de cervicales o de oídos.
  4. Mala pronunciación: al existir un espacio demasiado amplio entre las paletas, los niños suelen tener problemas para pronunciar correctamente las palabras. Por esta razón, si los diastemas persisten tras el desarrollo de la dentadura definitiva, es importante acudir a una clínica odontológica para valorar si es necesario recurrir algún tipo de tratamiento.

Tratamientos para el diastema

Ortodoncia: los tratamientos ortodónticos son los más comunes a la hora de solucionar este problema. Aunque la ortodoncia es el proceso más largo, consigue que desaparezcan todos los espacios interdentales, incluidas, los diastemas. Actualmente, existen dos tipos de ortodoncia: la clásica con brackets metálicos y la ortodoncia trasparente (Invisaling). La primera es más económica, pero la segunda no perjudica la estética del paciente.

Frenectomía: este procedimiento se realiza cuando el frenillo del paciente es demasiado ancho. Consiste en eliminar parte del frenillo o reducir el tamaño de este hasta que los dientes puedan ocupar el lugar que les corresponde.

Carillas dentales: se trata de la técnica más rápida y, además, no causa ningún tipo de molestias en los pacientes. Las carillas dentales son láminas de cerámica que el odontólogo coloca sobre las piezas dentales para que estas tengan una apariencia normal. Las carillas dentales se adhieren a los dientes. No obstante, este procedimiento solo está indicado cuando exista una desproporción entre los dientes y el hueso maxilar. En realidad, se trata de una solución estética.

Si el diastema persiste en su hijo, incluso cuando este haya desarrollado la dentadura definitiva, no dude en visitarnos. En Praxis Dental Toledo contamos con un equipo de expertos con gran experiencia en tratamientos de ortodoncia infantil y carillas dentales. Disponemos de instalaciones y material de gran calidad y  profesionales en odontopediatría. No tenga la mejor duda de que sabremos solucionar el diastema de sus hijos. Además, todos nuestros procedimientos tienen garantía y descuentos.

Diente definitivo: qué hacer cuando se desprende por traumatismo

Uno de los momentos más especiales en la vida de los niños es cuando, tras perder un diente de leche, esperan la llegada del Ratoncito Pérez. Nosotros, como padres, sentimos una profunda satisfacción al ver sus rostros repletos de alegría y de ilusión. No obstante, este entusiasmo cambia por completo cuando la pieza desprendida se trata de un diente definitivo. Lo cierto es que entramos en pánico. Por suerte, la odontología ha avanzado muchísimo y en la mayoría de los casos la pérdida de un diente definitivo, si el especialista actúa con urgencia, tiene solución. Sin embargo, para que esto ocurra los padres deben seguir con atención las pautas que les mostramos a continuación.

¿Qué hacer para salvar un diente definitivo caído o roto?

Para comenzar, hay que tener en cuenta que se debe actuar de una u otra manera sí el diente se ha desprendido por completo o, por el contrario, si solo se ha roto. Cuando únicamente se trate de un trozo de diente desprendido, la misión que tendrán los padres es encontrar la parte rota de la pieza y acudir con ella cuanto antes al dentista u odontopediatra. Por el contrario, si el traumatismo ha provocado que nuestro hijo haya perdido un diente definitivo en su totalidad, habrá que buscarlo y cogerlo por la parte que sobresale de la encía (es decir, la corona). En este sentido, es de vital importancia NO coger el diente por la raíz.

Asimismo, si la pieza dental se ha manchado durante su desprendimiento, hay que lavarla con agua. ¡Ojo!, solamente lavarlo o enjuagarlo con agua. Limpiar el diente con jabón solo servirá para dañarlo aún más. Lo ideal es ir en el mismo instante que se ha producido el accidente a la clínica. Como mucho hay que acudir en un plazo máximo de 24 horas para que el dentista pueda tratar el traumatismo. Generalmente, los odontólogos recomiendas que, en caso de poder hacerse, los padres coloquen el diente desprendido en el lugar donde estaba. Para que este se mantenga sujeto se debe presionarlo con la ayuda de una gasa.

También se puede introducir el diente definitivo en la boca del niño para que se conserve, pero no es recomendable pues se corre el riesgo de que se lo trague. Otra posibilidad es meter la pieza dental en un vaso de leche o suero fisiológico, ya que ambos ayudan también a conservar la pieza. Sea como fuere, hay que asistir rápidamente a la clínica de un dentista. En este caso, de un odontopediatra pues está mejor preparado que ningún otro odontólogo para tratar con niños.

¿Por qué hay que acudir rápidamente al dentista si se cae un diente definitivo?

Solemos pensar que este tipo de accidentes son poco comunes. Que acudir con los niños al odontopediatra tiene que ver sobre todo con problemas como la caries, el bruxismo o la maloclusion. Sin embargo, la perdida total o parcial de los dientes definitivos es algo muy habitual entre la población. En España, según la Asociación Española de Endodoncia, alrededor del 15% de la población han sufrido traumatismos de este tipo a lo largo de su vida. Traducido en números esta cifra equivale a unos 7 millones de personas. Cuando echamos la vista hacia los más pequeños de la casa, la cifra es todavía más preocupante. Y es que alrededor del 50% de los niños o adolescentes padecen traumatismos dentales en algún momento de sus vidas. En definitiva, este contratiempo es más habitual de lo que solemos imaginar y hay tratarlo cuanto antes para que no deje secuelas en la salud oral de los niños.

Ahora bien, ¿por qué hay que acudir lo antes posible para colocar o pegar el diente definitivo? La respuesta tiene una sencilla explicación. Todas las piezas dentales tienen células en su raíz que se encargan de agarrarse a la encía, es decir, de mantener el diente en su sitio. Estas células pueden sobrevivir durante un tiempo limitado en un entorno que no es el suyo. Cuanto antes se acuda al dentista para la recolocación del diente, mayores probabilidades habrá de que estas células sigan vivas y puedan volver a agarrarse a la encía. Por el contrario, si las células mueren hay muy pocas probabilidades de que el diente se reenganche. Según el Colegio de Odontólogos de Madrid, estas células solo suelen sobrevivir entre 1 y 2 horas. No obstante, se han dado casos en los que han seguido vivas hasta 24 horas después del accidente. En todo caso, si se visita al odontopediatra en la primera o segunda hora del desprendimiento, en el 95% de las ocasiones el diente se salva sin complicaciones.

Si bien es cierto que existen muchos tratamientos para solucionar la pérdida de un diente definitivo, sí cabe la posibilidad, reimplantar un diente propio es lo ideal. Aunque las prótesis dentales son duraderas, estables y efectivas, no pueden compararse a una pieza propia. En este sentido, poder reimplantar el diente del niño tiene muchas ventajas. Por ejemplo, el menor no tendrá que someterse a ninguna operación para colocarse una prótesis. Del mismo modo, el odontopediatra no tendrá que trabajar para desarrollar una prótesis que recree la apariencia del diente desprendido. Pero, sobre todo, a estos inconvenientes hay que sumarle uno muy significativo: los niños deben esperar años hasta poder ponerse un implante dental. Como todos sabemos, la falta de una o varias piezas dentales suponen un problema estético. Un contratiempo grave que puede causar problemas psicológicos a los niños.

Consejos para la salud oral en bebes

Contrario a lo que la mayoría de los padres piensan, cuidar la salud bucodental de los bebes recién nacidos es muy importante. A pesar de toda la información disponible sobre este tema, por desgracia, muchos padres siguen ignorando la salud oral de sus recién nacidos hasta la erupción de los primeros dientes. Este tipo de acciones desacertadas pueden generar números problemas bucodentales en el futuro. Por ejemplo, si no se llevan a cabo la limpieza correspondiente la placa bacteria del bebe aumenta hasta provocarles halitosis (mal aliento) e infecciones orales. Del mismo modo, al no llevar un cuidado adecuado de la boca del bebe este tiene muchas más probabilidades de desarrollar caries y sentir molestias durante la aparición de los dientes. Por este motivo, a continuación desde Praxis Dental Toledo os dejamos diez consejos sobre cómo cuidar la salud oral de vuestros bebes. ¡Si seguís al pie de la letra estas recomendaciones, la salud bucodental de vuestros hijos os lo agradecerá!

  1. Limpiar la cavidad oral con una gasa

Se trata de una sencilla tarea que puede ahorraros muchos quebraderos de cabeza en el futuro. En primer lugar, coger un trozo de gasa estéril y humedecerla en agua tibia hervida. Posteriormente, envolver con la gasa vuestro dedo índice y pasarla por las encías, la lengua y el paladar del recién nacido. De esta manera, retiraréis cualquier resto de comida que pueda haber quedado en la cavidad oral del bebe. Desde Praxis Dental Toledo os recomendamos hacer esta acción después de cada comida o, al menos, dos veces al día. De todos modos, y como suelen explicar los odontopediatras, la frecuenta de este “dedo cepillo” dependerá tanto de los alimentos que ingiera él bebe como de su edad.

  1. Evitar el contacto de vuestra saliva con la del bebe

El simple hecho de besar directamente al bebe en su boca puede genérale muchos problemas bucales y de salud general. Recordad que los bebes – sobre todo, los recién nacidos- son muy delicados ante cualquier tipo de infección, virus o bacteria. La cavidad oral de los adultos tiene una cantidad de bacterias mucho mayor que la de los bebes por lo que el contacto directo –en especial de la saliva- a través de los besos puede provocarles numerosas enfermedades. Además, tenéis que procurar que él bebe comience a usar el hilo dental en cuanto tenga dientes que entren en contacto entre sí.

  1. No sopléis los alimentos

Nuestros odontopediatras de Praxis Dental Toledo a menudo recomiendan este tipo de precauciones a los padres. Y es que inconscientemente con este tipo de acciones estamos introduciendo miles de bacterias y virus en la comida del bebe. Lo ideal es que esperéis a que la comida se enfríe por si sola

  1. Enseñad a vuestros hijos a cuidar de su salud oral

A partir de los dos años los niños ya tienen la suficiente capacidad como para empezar a cepillarse por sí solos los dientes. Por esta razón, es importante que vuestros hijos comiencen desde esa edad a preocuparse por su salud oral. Obviamente, con solo dos años todavía son demasiado jóvenes para cepillarse adecuadamente los dientes. En este sentido, los padres deben estar a su lado en todo momento para garantizar que tanto los dientes como las encías y la lengua quedan totalmente limpias. Además, su hijo debe cepillarse los dientes con pasta dentífrica con flúor.

  1. No excederse con la cantidad de pasta dentífrica

Los niños menores de tres años únicamente deben aplicar sobre el cepillo de dientes una cantidad de pasta similar al tamaño de un grano de arroz. Por supuesto, pasta dentífrica fluorada. Los niños de entre 3 y 6 años pueden utilizar una cantidad de pasta similar al tamaño de un guisante. Según la mayoría de los odontopediatras, pasada la edad de seis años, los niños pueden usar la cantidad que vean conveniente, pero asegurándose de que sus dientes quedan limpios.

  1. No acostar a los bebes con el biberón

Al menos cuando este contenga líquidos azucarados, puesto que los azúcares pueden provocarles complicaciones como la caries del biberón. Además, recordad que es imprescindible cepillar los dientes y las encías del bebe antes de que se vaya a dormir.

  1. Evitar mojar el chupete en sustancias dulces

Resulta muy habitual, para que los pequeños aprendan nuevos sabores, que los padres mojen el chupete de los bebes en bebidas o alimentos con alto contenido en azúcar. Sin embargo, esta acción resulta contraproducente, puesto que las sustancias azucaradas permanecen más tiempo en la boca del niño y dañan sus dientes.

  1. Cuidar su alimentación

En consonancia con el punto anterior, los padres deben cuidar la alimentación de los niños. La mayoría de los odontopediatras recomiendan elegir una dieta equilibrada que evite en la medida de lo posible el consumo de azúcares. Además, cuando él bebe vaya a consumir estos productos, traten de que lo haga durante las comidas principales no entre ellas. La saliva adicional que se produce durante una comida ayuda a enjuagar los alimentos de la boca.

  1. Mordedor para las épocas de erupción

La salida de los dientes ocasiona molestias a los niños, puesto que sus encías se inflaman por la tensión que la erupción de estos les provoca. En esta etapa es cuando los odontopediatras recomiendan que los niños usen el mordedor. Es imprescindible lavar frecuentemente con agua y jabón los mordedores para evitar la proliferación de bacterias.

  1. Evitar los malos hábitos

Enseñar a los niños desde que tienen uso de razón la importancia de cepillarse los dientes después de cada comida. Hay que incentivar a los pequeños de la casa a lavarse los dientes y a que entiendan que su salud bucodental es muy importante. De esta manera, por si solos, serán capaces de mantenerla sana sin mucho esfuerzo.