¿En qué consiste la ortodoncia infantil Myobrace?

Como ya os hemos contado en otras ocasiones, la mejor manera de evitar que vuestros hijos desarrollen problemas dentales y futuras visitas al dentista en su edad adulta es la prevención. La ortodoncia infantil es una especialidad odontológica que se encarga de corregir los dientes y huesos mal colocados en la boca de los niños. Dentro de esta especialidad podemos encontrar dos clases de tratamientos en función del tipo de aparato: fijos (brackets) y removibles. En el artículo de hoy, os vamos a hablar de la ortodoncia Myobrace, uno de los tratamientos con aparatos removibles más populares de la actualidad. La ortodoncia con aparatos Myobrace permite que el niño pueda tener los dientes alineados correctamente desde una edad muy temprana. De hecho, la mayoría de los problemas bucodentales de los niños se pueden corregir de manera precoz. Mucho antes de que tengan consecuencias severas para su salud bucodental.

Myobrace: la mejor ortodoncia infantil removible


Una de las grandes virtudes de este tipo de ortodoncia infantil es que puede aplicarse en los niños a edades muy tempranas. Concretamente, se recomienda su uso en niños de entre 3 y 12 años. Por lo tanto, estamos hablando de un tratamiento que se puede iniciar mucho antes de que el niño desarrolle los dientes definitivos. Obviamente, esto permite prevenir el desarrollo de enfermedades dentales, al tiempo que se estimula el correcto crecimiento de los huesos maxilares. De esta manera, conseguimos evitar que los más pequeños de la casa padezcan problemas como el apiñamiento de los dientes o las maloclusiones. En ambos casos, hablamos de anomalías que requieren de un tratamiento ortodóntico mucho más costoso.

La ortodoncia Myobrace es un procedimiento que también se utiliza para corregir muchas otras anomalías: mejora el desarrollo facial, evita la extracción de dientes sanos, el uso de retenedores fijos, mejora la salud general… También es un método muy eficaz a la hora de corregir problemas durante la masticación o la respiración en los niños. Por último, la ortodoncia de este tipo tiene otro importante atributo: es removible. La ortodoncia Myobrace consiste en un conjunto de aparatos removibles compuestos de silicona muy cómodos. Los niños solo necesitan llevarlos puestos durante la noche y una pequeña parte del día para que el tratamiento haga efecto. En definitiva, son mucho más cómodos que otros tipos de ortodoncia infantil como los brackets.

¿Cuánto tiempo dura la ortodoncia Myobrace?


Como en cualquier otro tratamiento odontológico, la duración de la ortodoncia Myobrace dependerá de cada paciente. No obstante, los mejores resultados se consiguen cuando el procedimiento se inicia a edades tempranas. Esto se debe a que resulta más sencillo corregir malos hábitos dentales en los niños más pequeños. Asimismo, los problemas de desarrollo de dientes y huesos también son más fáciles de evitar mientras la cara y mandíbula están en su etapa de crecimiento.

De todos modos, este tipo de ortodoncia infantil suele aplicarse por un periodo de entre 18 y 24 meses. Por supuesto, estas estimaciones cuentan con que el paciente cumpla con las indicaciones que el ortodoncista le haya recomendado. Principalmente, aquellas que tienen que ver con el tiempo que debe llevar puesto el aparato. Como en cualquier clase de ortodoncia removible, si no se cumple con estas indicaciones, los resultados pueden retrasarme de forma innecesaria.

¿Qué etapas tiene el tratamiento de ortodoncia Myobrace?


Este procedimiento consta de cuatro etapas que enumeramos a continuación:

  1. Corrección de hábitos: esta primera fase consiste en corregir los malos hábitos que adquirido el paciente. El niño aprenderá en esta etapa a respirar por la nariz en lugar de la boca, a colocar la lengua en la posición correcta, a mantener los labios juntos cuando no esté comiendo o hablando y a tragar la comida de la manera adecuada. Estos hábitos orales son los que evitan que el paciente desarrolle problemas dentales como el apiñamiento o la maloclusión. De esta manera, podemos prevenir el uso de brackets en el futuro.
  2. Desarrollo del arco: los niños que presenten un desarrollo insuficiente del arco tendrán que someterse a esta fase del tratamiento. En esta etapa se trata de ensanchar el maxilar superior del paciente para que haya el espacio necesario para los dientes y la lengua.
  3. Alineación de los dientes: esta fase del procedimiento se aplica cuando los últimos dientes permanentes están en erupción. Se trata de un aparato de ortodoncia Myobrace desarrollado para niños adolescente, cuyo objetivo es logran que los dientes definitivos se alineen en su posición natural. Debido a la propia naturaleza del tratamiento, este aparato debe llevarse puesto durante todo el tiempo que el odontólogo haya estimado. Ciertamente, durante toda la noche y algunas horas del día. No obstante, esto dependerá de las condiciones individuales de cada paciente.
  4. Retención: la fase final de la ortodoncia Myobrace tiene como objetivo que los dientes permanezcan alineados en su posición natural. Además, también se busca que el paciente mantenga los buenos hábitos orales a lo largo de toda su vida. Una vez que se retira el aparato, generalmente se requiere un retenedor para evitar que ocurra una recaída durante un tiempo. Sin embargo, sí se mantienen los hábitos orales correctos, los resultados suelen prolongarle a lo largo del tiempo.

Definitivamente, este tipo de ortodoncia infantil es mucho más cómoda para los niños que los aparatos tradicionales. Si quieres conocer más acerca de este tratamiento, visítanos en nuestra clínica de Praxis Dental Toledo. Adaptaremos tu caso para proporcionarte el tratamiento más cómodo y eficaz.

Dientes de tiburón en niños: ¿Qué son y cómo solucionarlo?

Si usted es un asiduo del National Geographic, sabrá cómo son los dientes de tiburon. Estos imponentes y majestuosos depredadores del mar, a diferencia de los humanos y la mayoría de las especies de animales, cuentan con dos filas de dientes en su boca. Dos poderosas filas de dientes que desgarran y trituran en un abrir y cerrar de ojos a sus presas. Además, la dentadura de los tiburones se cae y sustituye rápidamente. Ahora bien, ¿sabe usted que esto puede también suceder en los seres humanos?

Aunque pueda parecer algo extraño, lo cierto es que hay ocasiones en las que los niños desarrollan una dentadura –temporalmente- que se asemeja a la del tiburón. Obviamente, en este caso se trata de una anomalía, no de algo natural. Como padres, si nuestros hijos presentan este problema en su dentadura, es lógico preguntarse si esto puede traer consecuencias a largo plazo. Por este motivo, hoy queremos mostraros todo cuanto necesitáis conocer sobre los dientes de tiburón en niños.

¿Por qué mi hijo tiene dientes de tiburón?

La presencia de dientes de tiburón en niños es algo más común de lo que solemos creer. En España se estima que entre el 10% y el 15% de los niños presentan esta anomalía. Hay que tener presentes que la dentadura de tiburón no es una cuestión por la que tengamos que alarmarnos. Por norma general, conforme erupcionan los dientes definitivos, estos empujan a los de leche hasta hacerlos caer. Sin embargo, cuando la dentadura temporal no se cae al momento de la erupción de la definitiva, hablamos de los dientes de tiburón. Obviamente, esto provoca que surjan dos hileras de dientes en la boca de los niños. Una anomalía que afecta principalmente a la estética.

Quizás, lo más llamativo de este problema dental es que la alineación de dos hileras de dientes se da tan solo en una parte de la dentadura. A pesar de los numerosos estudios realizados sobre esta rareza, no hay una explicación definitiva que sea capaz de explicar por qué los niños desarrollan dientes de tiburón. No obstante, entre los odontopediatras y demás expertos en odontología existen dos teorías:

  1. Raíces muy fuertes: la primera razón a la que apuntan los especialistas es a la presencia de una raíz más fuerte en la dentadura temporal que en la definitiva. Por lo tanto, cuando sucede esto, los dientes definitivos no pueden hacer caer a los de leche con facilidad. El proceso les lleva más tiempo de lo habitual.
  2. Falta de espacio: la otra hipótesis es que la mandíbula del niño no dispone del suficiente espacio para acomodar los dientes definitivos de forma correcta. Dicho de otro modo, como el espacio está limitado, la dentadura definitiva erupcionan por donde pueda.

Como ya se ha indicado, no debe porque alarmarse sí su hijo desarrolla dientes de tiburón. Es un problema muy común entre los más pequeños de la casa. En primer lugar, tiene que prestar atención a cómo evoluciona la dentadura de sus hijos cuando se produce la erupción de los dientes definitivos. De esta forma, podrá verificar si todo va bien o, por el contrario, si se está produciendo alguna anomalía. No olvide, por supuesto, llevar a su pequeño a revisiones periódicas a la clínica del odontopediatra, ya que es la mejor manera de prevenir este y otros muchos problemas.

Entonces, ¿cuál es el tratamiento para los dientes de tiburón?

Cuando decimos que usted no debe alarmarse por esta anomalía, lo decimos porque en la mayoría de los casos se arregla por si sola. Por norma general, los dientes de leche, al cabo de unas semanas, terminan por caerse dejando todo el espacio para la dentadura definitiva. Esto sucede por dos motivos. En primer lugar, las raíces de los dientes definitivos terminan por absorber a la de los dientes de leche, obligándolos a caerse. En segundo lugar, porque el simple movimiento de la lengua de su hijo puede debilitar los dientes de leche hasta que estos se desprenden. Una vez que los dientes de leche se caigan, la dentadura definitiva empezará a tomar el lugar correspondiente de forma natural.

Ahora bien, ¿qué sucede si los dientes de leche no se caen de manera natural? Para empezar, bajo ningún motivo debe forzar que el diente se desprenda de la boca del niño. Es decir, tratar de extraer la pieza con alguna herramienta que tenga en su casa o ejerciendo presión sobre ella. Si hace esto, probablemente, dañe los dientes definitivos de forma permanente. Además, causará dolor en el niño. Dicho esto, si los dientes de leche no se caen de manera natural, el odontopediatra tiene dos opciones para solucionar este problema. La primera es proceder a la extracción de la pieza que requerirá cuidados en casa. En segundo lugar, y únicamente en los casos más complejos, el odontólogo recurrirá a tratamientos de ortodoncia infantil, para solucionar la maloclusión generada por los dientes de tiburón en niños.

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