Revisiones periódicas

Es necesario acudir al dentista infantil periódicamente con el fin de prevenir o detectar posibles caries o deformaciones. Se recomienda hacer la primera visita al odontólogo al cumplir el primer año de edad, y si todo va bien, serían aconsejables revisiones cada 6 o 12 meses.

Durante la primera visita el dentista comprobará si existen diferentes caries del biberón, si hay alguna afección periodontal, si se han producido alteraciones del crecimiento o la posición de los dientes y hará las recomendaciones necesarias para que el niño mantenga una adecuada higiene bucodental.

También es en este momento cuando puede ser necesario enseñar a los propios padres hábitos de higiene para su hijo, el control que deben llevar de la ingestión de azúcares del mismo y la administración pertinente de flúor.

En las revisiones siguientes, Praxis Dental controlará la erupción dentaria de su hijo, si tiene alguna caries o algún problema en el crecimiento, les recordará las técnicas de higiene pertinentes y los hábitos alimenticios recomendables para tener una boca sana.

Cepíllate los dientes

Para realizar una buena higiene dental debemos cepillarnos bien los dientes, para ello debemos utilizar un buen cepillo y para ello lo mejor es que preguntemos a nuestro dentista cual es el más adecuado para nuestra boca.

Lo normal es utilizar un cepillo con cerdas de nailon suaves, así conseguiremos eliminar la placa dental y los restos de comida que se hayan quedado entre nuestros dientes, sin dañar nuestras encías ni desgastar el esmalte de los propios dientes, como sí que lo haría un cepillo con cerdas duras. Además, si es de cabeza pequeña llega con muchísima más facilidad a todos los dientes, en especial a los que se encuentran en la zona posterior. Este cepillo debe cambiarse pasados los 3 meses, ya que puede acumular bacterias con el paso del tiempo.

Además la pasta dental que utilicemos es recomendable que contenga flúor, ya que ayuda a eliminar la placa  y fortalece el esmalte de los dientes.

Cómo debo cepillarme

Para un correcto cepillado debemos dividir nuestra boca en cuatro cuadrantes: superior izquierdo y derecho, e inferior izquierdo y derecho. Para ello debemos realizar movimientos suaves, cortos, verticales o circulares, pero nunca horizontalmente. Además, hay que prestar atención a la línea de la encía y a los dientes posteriores de difícil acceso. No hay que olvidarse tampoco de cepillarse la lengua para obtener un aliento mucho más fresco.

Todo ello se debe realizar durante unos 2 minutos. Si fuese necesario se puede utilizar un cronómetro para aprender a hacerlo durante este periodo de tiempo, y repetirlo 3 veces al día después de cada comida.

Para complementar la limpieza puedes utilizar hilo dental después del cepillado, e incluso algún enjuague bucal que contenga flúor.

Tras cepillarnos los dientes es importante no ingerir ningún tipo de comida ni bebida hasta pasados unos 45 minutos, de esta forma conseguiremos que todos los agentes antibacterianos de nuestra pasta de dientes y el enjuague, si decidimos utilizarlo, actúen de la manera correcta.

La higiene es importante

Mantener una buena higiene en nuestra boca nos permite mantener nuestras encías sanas, por lo que nuestros dientes se mantendrán saludables y podrán cumplir bien su función.

Además, a través de un buen cuidado de nuestra boca podemos evitar enfermedades y complicaciones como las enfermedades periodontales y hasta accidentes cerebrovasculares o enfermedades cardíacas.

Praxis Dental recomienda iniciar la limpieza de la boca del nuestro bebé incluso antes de la aparición de su primer diente. Esta debe hacerse con una gasa húmeda después de cada toma de biberón, ya que los azúcares de la leche pueden predisponer a que aparezcan caries.

El cepillo se utilizará cuando ya estén presentes los dientes y tendremos que tener en cuenta que la pasta de dientes no deberá utilizarse hasta que el niño al menos haya cumplido los dos años, y además, deberá ser especial para niños, o lo que es lo mismo, con un bajo contenido en flúor.

Si no cuidamos nuestra boca, tanto dientes como encías, podemos sufrir diferentes dolores, perdida de dientes e incluso problemas de corazón y otros órganos, ya que una infección en la boca puede llevar a diversos problemas de salud muy graves.

Cuida tus dientes

Tus dientes son muy importantes, ya que si los cuidas, ellos lo harán contigo. Si tienes los dientes sanos y fuertes, podrás llevar a cabo una buena alimentación y masticar debidamente. De esta forma los niños crecerán y se desarrollarán adecuadamente.

Debemos cuidar de nuestros dientes, ya que cuanto más sanos los tengamos más felices pareceremos.

Para ello debemos limitar el consumo de azúcar, ya que corroe el esmalte a medida que se descompone produce ácido que hace que se desgaste. Si eliminamos también los alimentos pegajosos, como suelen ser los dulces, caramelos, chicles o incluso las pasas, conseguiremos reducir el riesgo de caries.

Uno de los dulces que podemos utilizar son los chicles sin azúcar, ya que estimulan la producción de saliva y ayuda a eliminar los últimos restos de comida de entre los dientes.

Completa tu higiene

Para complementar tu cepillado después de cada comida lo más adecuado es utilizar el hilo dental, olvidando los palillos de madera que pueden dejarnos astillas entre los dientes y dañarnos las encías.

Además, una de las zonas más propensas para la aparición de caries son los molares, por lo que es muy importante que se repase bien esa zona, ya que a veces el cepillo no llega a limpiar esta zona de forma adecuada

Después de todas estas indicaciones que te hemos dado, para tener una higiene bucal correcta lo mejor es visitarnos de forma periódica. Al menos una vez al año deberías recibir una limpieza profunda y profesional en tu boca para eliminar toda la placa que se ha ido acumulando en tus dientes y que no sale con el cepillado ni con el uso del hilo dental.

Debes quitar el miedo a tus hijos a acudir a Praxis Dental llevándolo contigo a tus visitas periódicas, así le transmitirá confianza y seguridad. Convertirá una experiencia que muchos temen en algo positivo para sí mismo y para su salud.