Por fin, llego el verano. La estación del año en la que muchos de nosotr@s podemos disfrutar de unas merecidas vacaciones. Lo mismo ocurre con los más pequeños de la casa, ya que por estas fechas están acabando sus clases. Ahora toca disfrutar de la piscina, de la playa y, por supuesto, de un buen helado. Durante estos meses calurosos, con días muy largos, tenemos la posibilidad de hacer muchas más actividades que en invierno. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la subida de las temperaturas puede afectar a la salud bucodental. Además, durante las vacaciones solemos relajarnos y no prestamos la suficiente atención a la higiene dental. Recordad que nunca hay que descuidar la limpieza de los dientes y de la boca. Ahora bien, vayamos a lo que nos atañe: cómo cuidar los de nuestros hijos dientes durante el verano.
El calor en los dientes de los niños
Cuando llegan las vacaciones nuestros hijos tienen todo el tiempo libre del mundo para jugar con sus amigos, hacer deporte, bañarse en la piscina, etc. Por tanto, su cuerpo se expone a las altas temperaturas y a los rayos del sol. Obviamente, esto hace que su organismo pierda mayor cantidad de agua y, por ende, que tenga que adaptarse. La sequedad bucal es uno de los principales síntomas de deshidratación. Como ya os hemos contado en otras ocasiones, la saliva es vital para la protección de los dientes. Este elemento es capaz de diluir los azúcares de los alimentos ralentizando el proceso de formación de caries. Además, contribuye a la mineralización de los dientes y refuerza el esmalte. En definitiva, mantener los niveles adecuados de saliva es fundamental para tener una boca sana. Por consiguiente, tenemos que prestar mucha atención a la hidratación de nuestros hijos durante estos meses de calor.
No obstante, esto no quiere decir que los niños tengan que pasarse todo el día bebiendo sin parar. Los refrescos sin azúcar, las frutas y las verduras contienen también grandes cantidades de agua. La deshidratación puede también favorecer a lo que denominamos boqueras o quelitis angular. Esta anomalía favorece la proliferación de las bacterias en la placa bacteriana. Cuando más elevados sean los niveles de bacterias en la placa, mayores posibilidades tendrán nuestros hijos de padecer caries o gingivitis (sangrado de encías, por inflamación de estas).
Higiene y salud bucodental en verano
La higiene dental es primordial si se quiere lucir siempre una sonrisa bonita y brillante. Durante las vacaciones de verano solemos relajarnos en muchos aspectos de nuestra vida. Por desgracia, esto también incluye en muchas ocasiones a la higiene dental. En este sentido, volvemos a repetir que es imprescindible asegurarse que el niño se cepilla, al menos, tres veces al día los dientes (tras las comidas principales). Además, nuestro hijo debe usar un cepillo de dientes acorde a su boca. Un cepillo que se ajuste bien a su cavidad oral para que de este modo pueda acceder a todas las partes de sus dientes y encías. También es importante que las cerdas de este no sean muy duras, ya que puede dañar las encías y el esmalte hasta provocar el sangrado. Por último, hay que comprobar que el dentífrico contenga flúor, así como intentar que el niño use el hilo dental.
Alimentos para una sonrisa sana en verano
Durante el verano cambiamos nuestra rutina y con ella nuestros hábitos alimenticios. Especial atención merecen los más pequeños de la casa, puesto que durante el periodo estival ingieren muchos alimentos poco recomendables para los dientes (helados, refrescos, batidos, granizados…). Sin duda, unos hábitos, que pueden provocar que a nuestros hijos les salgan caries o cualquier otro tipo de enfermedad bucodental. Aunque resulta fundamental la higiene dental también debemos prestan atención a los alimentos que toman los niños. Los alimentos y bebidas ideales para prevenir patologías en la boca y los dientes son:
- Agua: ya lo hemos dicho anteriormente: el agua resulta fundamental para mantener los niveles de hidratación apropiados.
- Frutas y verduras: el melocotón, el melón, la sandía o el aguacate son frutas de temporada que aportan muchos nutrientes y agua a su organismo. Además, son las frutas que más interesan a los más pequeños de la casa. Por otra parte, las verduras como la lechuga, el peino y el tomate son ideales para refrescar el organismo y limpiar la cavidad bucal a medida que se ingieren.
- Lácteos frescos en general: el queso fresco y los lácteos en general, ya que son una gran fuente de calcio y ayudan a mantener fuertes nuestros dientes y la boca hidratada. El queso fresco contiene muchas proteínas que aporta un gran valor nutricional a nuestro cuerpo y para las ensaladas de verano funciona a la perfección.
Ahora que llega el calor no descuides la salud dental de tus hijos y la tuya