Dentistas infantiles: diferencias entre odontopediatra y odontólogo

 

Cada padre aspira a lo mejor para sus hijos, pero a menudo desconocemos qué es lo más apropiado para ellos. Especialmente, en términos de salud oral, numerosas familias no cumplen con las recomendaciones de los dentistas infantiles para asegurar que la boca de los niños esté sana y bajo la supervisión de profesionales. Existen dos fallos muy comunes que se replican entre la mayoría de los padres. El primer de ellos es extender al máximo la primera visita del niño al odontólogo. La mayoría de los padres no llevan a sus hijos al dentista hasta que se encuentran ante una patología, usualmente una caries, o hasta que el niño pierde su primer diente de leche. La primera visita debe realizarse alrededor del primer año de vida del bebé y mantener la regularidad de las visitas, como mínimo, una vez al año para examinar al niño. El segundo error crucial que comenten los padres es llevar a sus hijos al mismo dentista al que acuden ellos, es decir, un odontólogo común. Y es en este punto donde surgen las interrogantes acerca de “¿qué diferencia existe entre un odontopediatra y un odontólogo?”, “¿no es la boca de un niño la misma que la de un adulto?” A continuación, resolveremos algunas interrogantes acerca de los dentistas infantiles, así como la relevancia de seleccionar a un experto en odontopediatria para la salud bucodental de los niños.

Diferencias entre la odontopediatría y la odontología


Al igual que en el sector de la salud existen médicos especializados en niños hasta los 14 años, en la odontología también existe una rama específica para esta etapa de su vida. Conforme su hijo es un bebé, niño y adolescente, posee necesidades distintas a las de una persona adulta. Por lo tanto, necesita ser monitorizado, diagnosticado y tratado por un experto dedicado a pacientes de estas edades: los dentistas infantiles u odontopediatras. La principal distinción entre un dentista común y uno infantil es que este último se encarga de supervisar la salud oral de los niños desde su nacimiento hasta su etapa juvenil. Además, orienta a las mujeres durante la gestación y también está capacitado para el cuidado de los niños con necesidades especiales. A continuación, veamos las principales diferencias entre la Odontopediatría y la Odontología:

-Los dentistas comunes están formados en el área de la odontología general.

-Los expertos en odontopediatría están formados en el área de la odontología general, pero además también en odontología pediátrica u odontopediatría.

-Los dentistas generales suelen llevar a cabo consultas apropiadas para adultos y mantienen un entorno más hospitalario y clínico. Los profesionales dentales pediátricos generalmente implementan técnicas dentales diseñadas para niños.

-Los profesionales del cuidado dental de adultos emplean dispositivos e instrumentos ideales. Los dentistas infantiles emplean herramientas y dispositivos adaptados para niños, el sillón dental es más reducido y confortable. Los dispositivos dentales para niños varían debido a la variación en la anatomía de sus dientes.

-Los dentistas generales disponen de un equipo de profesionales con formación clínica para cubrir sus requerimientos. En la práctica dental pediátrica, los asistentes dentales suelen estar formados para tratar a los niños, facilitándoles una mayor comodidad durante el procedimiento odontológico.

-La gestión del comportamiento es una de las principales responsabilidades para los odontopediatras, particularmente en relación con niños especiales, dado que numerosos pacientes experimentan rabietas durante los procedimientos dentales y gestionarlas puede resultar un reto.

Dentistas infantiles: ¿cuáles son los tratamientos principales de la odontopediatría?


A continuación, veremos los tratamientos más habituales a los que se someten los niños en las clínicas de odontopediatría:

Sellado de fisuras: el odontopediatra realiza este procedimiento con frecuencia para prevenir que los niños desarrollen caries en sus dientes. Es necesario poner una capa de protección en los surcos de los dientes saludables, para prevenir que las bacterias que provocan la caries puedan infiltrarse en estos.

Pulpectomía: es una intervención parecida a la endodoncia. No obstante, la pulpectomía se realiza en un diente de leche en lugar de un implante definitivo. Así, los dentistas infantiles extraen la porción del tejido pulpar (nervio dental) que ha sufrido daños debido a la caries. Seguidamente, realiza la reconstrucción y el sellado del diente.

Empaste u obturación dental: El procedimiento de obturación dental es muy habitual y fácil de realizar en los dientes de los niños con caries. Implica la limpieza de la zona del diente que está afectada por la caries hasta su eliminación completa. A continuación, se ocupa el espacio que queda con materiales de relleno como el composite. Así, se previenen inconvenientes y dificultades futuras, como las caries avanzadas.

Ortodoncia infantil: es una intervención que se emplea para corregir la posición de los dientes, así como un desarrollo anómalo en los huesos de la cara de los niños. Dicho de otro modo, la ortodoncia infantil es un tratamiento enfocado en el correcto desarrollo de los huesos maxilares y de los dientes de los más pequeños.

Restauración: los niños tiene mucha energía y la única manera de agotarla consiste en jugar durante horas y correr de aquí para allá. Por lo tanto, es muy común que los niños se caigan o tengan un impacto que les ocasione un traumatismo en un diente, o incluso la pérdida de este. Los dentistas infantiles también se encargan de restaurar e implantar los dientes de los niños si se requiere.

Fluorización: Finalmente, el uso de flúor es otro método para prevenir que el niño desarrolle caries, dado que este componente químico restaura la estructura dentaria. Además, el flúor tiene la función de fortalecer las piezas dentales frente a fisuras o daños causados por impactos o caídas.

Como se puede apreciar, la Odontopediatría es una rama de la odontología que se ocupa de todo lo relacionado con la salud oral de los niños. El odontopediatra evita y mantiene enfermedades dentales en niños, tales como la caries y la maloclusión dental. Además, contribuye a rectificar dificultades en la respiración o en la expresión de las palabras. Igualmente, les instruye a implementar los correctos hábitos de higiene oral. Por lo tanto, es crucial que nuestros niños se presenten lo más pronto posible en las clínicas de los dentistas infantiles.

Apnea del sueño infantil

Escuchar a los niños roncan durante la noche es un fenómeno bastante común. Ahora bien, es importante reconocer la diferencia entre los ronquidos normales de los que desencadena la denominada apnea del sueño infantil. La apnea del sueño que sufren los niños -recordemos que está anomalía también la padecen los adultos- puede ocasionarles graves problemas de salud derivados de la fragmentación del sueño, el insomnio, los trastornos de conducta o las dificultades en el aprendizaje que esta provoca. Además, la apnea del sueño infantil afecta tanto al sistema nervioso como al cardiovascular y al metabólico. Este síndrome actúa tanto en bebés recién nacidos como en niños de hasta 6 u 8 años de edad. El origen de esta enfermedad suele ser por la presencia de amígdalas de gran tamaño, pero también por otros motivos como la obesidad o el síndrome de Down. Según diferentes estudios especializados en el tema, se estima que alrededor del 3% de los niños de entre 1 y 5 años padecen apnea del sueño. Asimismo, los datos indican que entre el 3% y el 12% de los niños menores de 6 años son roncadores habituales. Por ello, es fundamental aprender a identificar este trastorno y tratarlo lo antes posible. En el siguiente artículo vamos a analizar todo lo que ustedes como padres deberían conocer sobre la apnea del sueño en niños.

¿Qué es la apnea del sueño infantil?

La apnea del sueño infantil es una alteración del sueño que se caracteriza por el bloqueo parcial o total de las vías respiratorias del niño mientras duerme. Por lo tanto, su respiración se ve suspendida durante un determinado tiempo (generalmente, en intervalos de entre 10 y 30 segundos). Además, este trastorno se manifiesta en multitud de ocasiones durante la noche (entre 300 y 400 veces). La apnea del sueño -tanto en niños como adultos- es fruto de la relajación de los músculos que se encargan de mantener abierto el orifico de la garganta, de manera que el flujo de aire que llega a los pulmones se ve obstaculizado. Existen varias diferencias entre la apnea del sueño que padecen los adultos y los niños. En primer lugar, en los adultos la principal consecuencia es la somnolencia diurna, mientras que los niños es la irritabilidad y el déficit de atención. Por otra parte, la obesidad es el germen principal que provoca la apnea en la población adulta, siendo las amígdalas de un tamaño más grande de lo normal en la infantil. Para prevenir complicaciones en el crecimiento y desarrollo cognitivo de los niños, es importante que el diagnóstico y el tratamiento de este síndrome se realice lo antes posible.

¿Causas de la apnea del sueño infantil?

Existen una serie de factores de riesgo que incrementan las posibilidades de que el paciente sufra apnea del sueño infantil:

Hipertrofia adenoidea y amigdalar: lo habitual es que nuestra garganta se mantenga lo suficientemente abierta -mientras dormimos- como para permitir que el flujo de aire llegue hasta los pulmones. Sin embargo, algunos niños tienen la garganta tan estrecha que la circulación de aire se ve interrumpida durante la noche. Generalmente, esta anomalía es fruto de la existencia de adenoides o amígdalas con un tamaño mayor de lo habitual. Cuando estos tejidos tienen un volumen demasiado grande, interrumpen el flujo de aire de manera parcial o total que yegua a los pulmones. Esta detención de la respiración es lo que denominamos como apnea del sueño infantil o adulta.

Obesidad (la más común): la obesidad es la segunda causa más común de apnea del sueño en los niños. La primera en el caso de las personas adultas. Un depósito de grasa excesivo en el área anterior del cuello implica el desarrollo de obesidad faríngea que a su vez provoca el colapso de las vías respiratorias. Asimismo, los niños con demasiada grasa en el abdomen y el tórax tienden a desarrollar un movimiento irregular en su diafragma. Por consiguiente, su respiración nocturna se dificulta aún más.

Anomalías craneofaciales: micrognatia (el niño tiene la mandíbula muy pequeña); retrognatia (la mandíbula inferior del niño se encuentra retraída respecto a la superior) o hipoplasia mediofacial (el hueso maxilar superior del niño está subdesarrollado).

Macroglosia: la lengua del niño tiene un tamaño mucho más grande de lo habitual y, por tanto, puede retraerse y bloquear las vías respiratorias.

Rinitis alérgica: las alergias congestionan de forma significa las vías nasales, lo que favorece el desarrollo de apnea del sueño.

Determinados fármacos: como el Diazepam, Lorazepam, Clonazepam, Lormetazepam o Flurazepam.

Otros factores de riesgo: niños con síndrome de Down, niños con parálisis cerebral, niños con antecedentes familiares, etc.

¿Cómo identificar la apnea del sueño infantil?

De la misma manera, la apnea del sueño infantil se puede manifestar de múltiples maneras. Estos son los síntomas más evidentes de que su hijo padece apnea del sueño:

Ronquidos frecuentes y sonoros: podemos escuchar al niño roncar de manera continuada o intermitente mientras duerme. Lo recomendable es que los padres lleven a sus hijos al otorrinolaringólogo cuando los escuchen roncar dos o tres veces por semana. También cuando el sonido de sus ronquidos sea muy fuerte o cuando este no es fruto de un resfriado.

Dificultades para respirar por la noche: pausas largas y silenciosas en la respiración.

Alteraciones del sueño: el niño tiene pesadillas regularmente y se despierta varias veces durante la noche. Además, no tiene un descanso reparador lo que puede provocarle somnolencia durante el día.

Problemas de conducta: irritabilidad, ansiedad, cambios continuos de humor, dificultad para mantener la atención y concentrarse.

¿Cómo tratar la apnea del sueño infantil?

Medicamentos: Los esteroides nasales tópicos, como la fluticasona (Flovent HFA, Xhance y otros) o la budesonida (Rhinocort, Pulmicort Flexhaler u otros) pueden aliviar los síntomas de la apnea del sueño para algunos niños con apnea obstructiva del sueño leve. En el caso de los niños con alergias, el montelukast (Singulair) puede ayudar a aliviar los síntomas cuando se usa solo o con esteroides nasales.

Extirpación de las amígdalas y las adenoides: dado que el origen más común de la apnea del sueño infantil es el tamaño de las amígdalas, el tratamiento suele consistir en la extirpación parcial de la amígdala. Además, también suele extraerse las glándulas adenoides (adenoidectomía). Al extirpar estos tejidos ubicados en la garganta, la apnea del sueño desaparece.

Dispositivos de presión positiva en las vías respiratorias: cuando la extirpación de la amígdala y las adenoides no es suficiente, la opción más eficiente es el uso de dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias del paciente. Este tratamiento consiste en colocar una máscara de oxígeno al niño mientras duerme. La máscara bombea un flujo de aire permanente hacia las vías respiratorias evitando que estas se cierren durante la noche.

Dispositivos bucales: para evitar la apnea del sueño en niños, también se suelen usar aparatos dentales o boquillas (ortodoncia). Estos dispositivos están diseñados para expandir el paladar y los conductos nasales. Además, pueden mover la mandíbula y la lengua del niño para que pueda respirar mejor. Sin embargo, estos dispositivos solo son eficaces en determinados pacientes infantiles.

 

El diagnóstico y el tratamiento precoz son indispensables a la hora de prevenir la apnea del sueño infantil. Si no se trata a tiempo, este trastorno puede ocasionar graves problemas en el crecimiento, el desarrollo cognitivo y en el sistema cardiovascular el niño. ¿Crees que su hijo presenta algún síntoma propio de la apnea del sueño? Acude hoy mismo a nuestra clínica Praxis Dental en Toledo. Contamos con un amplio equipo de profesionales especializados en la salud bucodental de los niños. Evaluaremos la salud bucal de su hijo para proponerte el tratamiento más eficaz contra la apnea del sueño infantil.

Disyuntor dental: tratamiento en niños

¿Alguna vez se ha preguntado para qué se utilizan los disyuntores dentales? En el caso de que su hijo tenga la mordida cruzada o invertida y necesite un aparato para corregir la mandíbula, seguro que ha oído hablar de los tratamientos dentales con disyuntores o separadores de paladar. En Dentista Infantil Toledo vamos a explicarte con profundidad todo lo que concierne al disyuntor dental y cómo se lleva a cabo este tratamiento de ortodoncia interceptiva o infantil. También echaremos un vistazo a las posibles consecuencias de no usar estos aparatos de ortodoncia, así como sus beneficios y mantenimiento. Es importante que preste atención.

¿Qué es un disyuntor dental para niños?

Un disyuntor dental es un dispositivo que usamos en ortodoncia interceptiva para aumentar el tamaño del paladar mediante una corrección del maxilar. Hay niños que desarrollar de forma incorrecta su mandíbula por múltiples factores, como chuparse el dedo, respirar por la boca, malformaciones óseas o causas genéticas. Esta anomalía puede tener consecuencias muy graves en su adultez. Desde nuestra clínica Dentista Infantil en Toledo os insistimos en la importancia de acudir de forma regular al dentista con vuestros pequeños. Las revisiones dentales son fundamentales para identificar y tratar a tiempo este tipo de patologías bucodentales.

¿Cómo funciona un disyuntor dental?

El disyuntor dental consta de dos partes: una pieza que se aloja en el paladar superior y otra que se situa en la parte posterior de los molares superiores. Estos dos elementos se mantienen unidos con un tornillo central. Este tornillo se moviliza para separar progresivamente los huesos del paladar, de manera que se va agrandando el paladar hasta que los dientes pueden alojarse en el lugar correcto. El disyuntor dental aprovecha que los niños todavía se encuentran en su etapa de desarrollo óseo, lo cual permite corregir de forma natural el paladar ojival. De esta forma, evitamos cualquier tipo de intervención quirúrgica. Por otro lado, la duración de un tratamiento de este tipo depende de factores, como la gravedad de las maloclusiones, la edad del paciente y la clase de disyuntor dental empleado. No obstante, la mayoría de las ocasiones este tratamiento suele durar entre 6 y 12 meses.

¿Qué complicaciones puede tener el paladar ojival en los niños?

El paladar estrecho es una patología que presentan muchos niños. Como cualquier otra enfermedad vinculada a la boca y los dientes, el paladar ojival ha de tratarse a tiempo. En caso contrario, esta anomalía puede tener efectos adversos para la salud bucodental de los niños. Las complicaciones derivadas de esta condición más frecuentes son:

Dientes torcidos: patología a la cual también se la conoce como apiñamiento dental. Dado que las piezas dentales no tienen el espacio necesario para colocarse correctamente, el paladar ojival suele provocar apiñamiento dental. Dicho de otro modo, los dientes del niño brotarán y se colocarán unos sobre los otros.

Dificultades en la erupción de las piezas dentales: un paladar demasiado estrecho suele provocar que los dientes de los niños no erupciones correctamente.

Mordida invertida: también llamada mordida cruzada. Esta maloclusión (alineación anormal de los dientes) es una de las más frecuentes en los niños. Los dientes superiores deben siempre morder por fuera con respecto a los inferiores. Cuando los dientes del maxilar superior engranan por dentro respecto a los dientes inferiores, decimos que existe mordida cruzada. Esta anormalidad puede generar graves complicaciones para los niños, como es el caso de dificultades al masticar o en el desarrollo del hueso maxilar.

Problemas para respirar: el paladar ojival es una de las causas principales por las que algunos niños presenta dificultades respiratorias como, por ejemplo, ronquidos o apnea del sueño.

Disyuntor dental en niños: benéficos de este tratamiento

El uso del disyuntos dental en niños ofrece muchas ventajas, de las cuales podemos destacar las siguientes:

-Corrección de la mordida cruzada, el apiñamiento dental y otros patología derivadas de las maloclusiones dentales.

-Mejora la masticación y el habla.

-Evita el desarrollo de enfermedades dentales a largo plazo, como la caries dental, la gingivitis y la periodontitis.

-Disminuye las cefaleas y dolores de mandíbula asociados a la mordida invertida.

-Previene la extracción de dientes. Los casos más severos de paladar estrecho suelen requerir la extracción de dientes definitivos para corregir la maloclusión. Como el disyuntor dental crea espacios adicionales, evita la necesidad de la extracción de dientes.

-Resulta beneficioso para el correcto desarrollo de los dientes y la cara de los niños.

Disyuntor dental en niños: higiene y cuidados

Los disyuntores dentales son aparatos que presentan mucha retención y, por su diseño, son difíciles de limpiar. Para evitar la inflamación de las encías o la aparición de caries dental en los pacientes que usan disyuntores dentales, se debe:

-Cepillar de forma rigurosa los dientes del niño 3 veces al día. Además, poner especial énfasis en el cepillado de los dientes antes de irse a la cama. Durante la noche, es cuando las bacterias se encuentran más activas. También se recomienda que el niño use enjuagues bucales con flúor tras el cepillado. Los colutorios bucales favorecen la eliminación de la placa bacteriana y los restos de alimentos que hayan quedado en su boca.

-La alimentación es otro aspecto a tener muy en cuenta durante el tratamiento con disyuntores dentales. Respecto a esta, los padres deben evitar que sus hijos coman alimentos duros o pegajosos, como frutos secos, golosinas, chicles o caramelos. Este tipo de comidas pueden provocar que el disyuntor dental se rompa. Por último, hay que controlar los malos hábitos típicos de los niños: chuparse el dedo, morder bolígrafos o lápices, etc.

¿Su hijo tiene el paladar estrecho? Es fundamental que acuda cuanto antes con el niño a una clínica de Odontopediatría especializada en ortodoncia infantil. Tan solo de este modo se podrán tratar a tiempo este problema y evitar posibles complicaciones en su salud oral en el futuro. En Dentista Infantil en Toledo contamos con un amplio y experimentado equipo de expertos en ortodoncia infantil. No espere más y solicite una cita para la evaluación y el tratamiento de su hijo. Estamos comprometidos con ofrecer el mejor cuidado y atención para la salud dental de su familia. ¡Le esperamos en nuestra clínica dental!

Agenesia dental en niños: tipos y tratamientos

Durante la etapa de erupción de los dientes de un bebé, el pequeño suele sentir dolores que manifiesta en forma de llantos y fiebre. Este periodo es bastante complicado para los bebés y los padres, y suele prolongarse entre 24 y 30 meses hasta que salen todos los dientes de leche. Sin embargo, esta fase puede concluir con la falta de algún diente en la boca del pequeño. Asimismo, durante el recambio de los dientes de leche (aproximadamente entre los 6 y 12 años) por los definitivos también podemos observar que al niño le falten una o varias piezas de su dentadura. Cuando se produce alguna de estas dos anomalías, con casi total seguridad podemos afirmar que su hijo padece algún tipo de agenesia dental. La agenesia dental es una patología más habitual de lo que pensamos, pero hay dos estrategias para tratarla de manera eficaz.

¿En qué consiste la agenesia dental?

La agenesia dental es una dolencia bucodental que se caracteriza por la falta de una o varias piezas dentales, ya estemos hablando de la dentadura de leche o la definitiva. Contrario a lo que la mayoría estima, la agenesia dental es una patología con una prevalencia considerable entre los pequeños de la casa. Se estima que esta anomalía está presente entre el 1% y el 3% de los bebés y niños a nivel mundial. Además, es más habitual en los niños que padecen el Síndrome de Down o el labio leporino. La agenesia dental afecta a tanto a incisivos como premolares, molares y muelas del juicio. Sin embargo, la mayoría de los casos se dan en los incisivos superiores laterales y premolares. Además, la agenesia dental puede darse en dos circunstancias diferentes:

a) No brotan ni el diente de leche ni el definitivo.

b) El diente de leche si brota dando lugar a dos patologías posteriores. La primera situación que puede darse es que el diente de leche no se caiga nunca y conviva con el resto de piezas dentales. La otra posibilidad es que el diente de leche termine desprendiéndose, pero el definitivo no salga nunca.

Clases de agenesia dental

Para determinar el tipo de agenesia dental, se tiene en cuenta el número de piezas dentales que faltan en la boca. Así pues, hablamos de:

Hipodoncia: se trata de la agenesia dental más común (tanto en niños como adultos) y se caracteriza por la falta de entre una y seis piezas dentales. Por norma general, la hipodoncia no suele suponer un problema para la boca de los pacientes, ya que suele producirse por la simple falta de las muelas del juicio. De hecho, la falta de estas cuatro piezas dentales afecta al 25% de la población.

Oligodoncia: también denominada como agenesia múltiple. Esta patología (menos frecuente que la anterior) se refiere a la falta de más de 6 dientes en la boca. Además, quienes padecen Oligodoncia también suele presentar un desarrollo anómalo en los dientes que sí han brotado.

Anodoncia: es una anomalía muy poco frecuente, ya que se caracteriza por la total ausencia de dientes en la boca del paciente.

¿Qué causa la agenesia dental?

La agenesia dental está relacionada con factores hereditarios que provocan la falta de piezas dentales o que estas no se desarrollen de la manera adecuada. Las principales causas de esta patología son:

Obstrucción o apiñamiento dental: esta patología impiden que haya el suficiente espacio en la boca del niño para que puedan salir todos los dientes. Obviamente, esto significa que uno o varios dientes no se desarrollarán. Generalmente, el apiñamiento dental se da porque el hueso de la encía y/o maxilar no son lo suficientemente grandes como para acoger a todos los dientes. También puede estar causado porque el tamaño de las piezas dentales es mayor de lo normal.

Anomalías en el epitelio: el epitelio bucal es la capa de la piel que recubre la cavidad de la boca. Cuando esta se ve alterada de forma congénita, suele provocar alteraciones en el desarrollo de la dentadura definitiva.

Factores evolutivos: a lo largo de milenios la fisonomía humana ha cambiado muchísimo gracias a la evolución. Por ejemplo, el cráneo de los humanos actuales es mucho más pequeño que el de nuestros antepasados. Esto ha repercutido en el número de piezas dentales que tenemos en la actualidad (menos que hace milenios). Un ejemplo de agenesia dental provocada por la evolución humana la tenemos en la ausencia de las muelas del juicio.

¿Cómo tratar la agenesia dental?

Hay dos métodos para tratar la agenesia dental. Para determinar cuál de las dos estrategias es la más eficaz, se tendrá en cuenta el número de dientes que falten, su ubicación, la edad y la etapa de dentición del paciente.

Ortodoncia: la primera estrategia para dar solución a la agenesia dental consiste en un tratamiento ortodóncico. Con este procedimiento se busca recolocar los dientes que salieron de tal forma que sustituyan a los que faltan. Para comprenderlo mejor, veamos lo que se haría en el caso de la ausencia de los incisivos laterales. El especialista en ortodoncia colocará unos aparatos (brackets) en los caninos para reconducirlos hasta la posición en la que deberían estar los incisivos. Es decir, se empleará brackets para reducir los espacios. Finalmente, el odontopediatra procederá a pulir los caninos (contorneado dental) para que adquieran la forma de los incisivos.

Implantes dentales: el otro método para corregir esta patología consiste en la implantología dental. En primer lugar, el especialista hará uso de la ortodoncia para agrandar el espacio (que quedo por la ausencia del diente) y poder colocar el implante dental. A continuación, procederá a la colocación de los implantes correspondientes a los dientes que falten. El tratamiento de la agenesia mediante implantes es más complejo, por lo que requiere de especialistas en ortodoncia, implantología y odontopediatría.

En Praxis Dental Toledo disponemos de un amplio y experimentado equipo de profesionales que tratará de forma eficaz cualquier tipo de agenesia dental que padezca su hijo. Contamos con especialistas en Odontopediatría, Ortodoncia e Implantología, con más de una década de experiencia en el sector. ¿Buscas una clínica para tratar la agenesia dental de tu hijo? ¡Visítanos!

Beneficios de la Odontopediatría

La Odontopediatría es una rama de la Odontología que se encarga de tratar la salud bucodental de los niños. Los tratamientos de esta especialidad se extienden desde la erupción de los dientes de leche hasta que el niño alcanza la adolescencia. El odontopediatra es el especialista en Odontopediatría y su objetivo es la prevención y el tratamiento de todas las anomalías o enfermedades bucodentales que puedan afectar al niño. Además, también se encarga de enseñar a los padres a inculcar unos buenos hábitos de higiene bucodental a los más pequeños de la casa. En el artículo presente, vamos a hablaros de las ventajas de la Odontopediatría.

Ventajas de la Odontopediatría

1. Previene y trata la caries

La Odontopediatría es fundamental a la hora de prevenir el desarrollo de caries en los niños. Cada vez que se acude a una consulta de este tipo, el especialista en Odontopediatría inspeccionara la boca de su hijo, de modo que detectará a tiempo cualquier signo de caries. Asimismo, en la Odontopediatría hay tratamientos como la fluorización que evitan el desarrollo de caries en los dientes de los niños. Además, este especialista es quién mejor sabe cómo inculcar a los más pequeños de la casa unos hábitos de higiene dental adecuados. Conoce de qué manera los padres han de enseñar a sus hijos a lavarse los dientes, un modo que sea divertido y estimulante para ellos. Por otra parte, esta especialidad de la Odontología cuenta con otros tratamientos que evitan la aparición de caries en los dientes de los más pequeños: limpieza bucal infantil, selladores de surcos, sellados de fisuras… Y es que, pese a lo que muchas personas piensan, la caries sí se puede eliminar de los dientes de leche. No obstante, estos tratamientos siempre tienen que ser realizados por un odontopediatra. Solamente estos especialistas tienen la capacidad de tratar la caries infantil sin dañar las encías de los niños. Para ello, el tratamiento más común es la pulpotomía: procedimiento mínimamente invasivo en el cual se retira parte de la pulpa -parte interna del diente- que está dañada por la caries.

2. Previene y corrige las maloclusiones dentales

Una de las patologías dentales más comunes en los niños es la maloclusión. Esta anomalía se presenta cuando no existe un contacto adecuado entre los dientes superiores (maxilar) y los inferiores (mandíbula) al morder o cerrar la boca. Las maloclusiones tienen su origen en un mal desarrollo óseo del maxilar y o de la mandíbula del niño, así como en el apiñamiento de los dientes. La maloclusión dental tiene consecuencias muy negativas para los niños, desde problemas relacionados con su higiene bucodental y estética hasta dificultades con el habla y la respiración. Pues bien, la Odontopediatría también se centra en corregir este tipo de patologías mediante tratamientos de ortodoncia que corrigen la colocación de los dientes. El aparato ortodóncico permite guiar los dientes de los más pequeños durante su crecimiento. Un tratamiento que suele comenzarse a partir de los 6 años de edad.

3. Evita la fobia dental en niños

En muchas ocasiones los padres no llevan a sus hijos un chequeo dental porque estos padecen ansiedad dental. Pese a toda la información disponible y, sobre todo, la evolución de la Odontología -desde hace años, todos los tratamientos son indoloros-, muchos niños tienen miedo de acudir a una clínica dental. Obviamente, esto repercute en la salud dental de los más pequeños. Cuanto más tiempo pasen sin visitar una clínica dental, mayores probabilidades tendrán de desarrollar algún tipo de enfermedad bucodental. Afortunadamente, el odontopediatra es el especialista en Odontología que mejor sabe cómo evitar que los niños tengan miedo al dentista. Estos profesionales tienen la capacidad de convertir la consulta en un lugar divertido, agradable y estimulante para todos los pequeños. Se caracterizan por tener una especial empatía y trato con ellos, además de estar formados y acostumbrados a interactuar con los niños. Además, les enseñan la importancia de tener unos buenos hábitos de higiene bucodental. En definitiva, vuestros hijos tienen que visitar un odontopediatra lo antes posible. Este es el mejor método para prevenir el desarrollo de patologías dentales en los niños, así como de corregir posibles alteraciones.

¿Cuáles son los tratamientos más comunes de la Odontopediatría?

A continuación, veremos los tratamientos más habituales a los que se someten los niños en las clínicas de odontopediatría:

Sellado de fisuras: el odontopediatra emplea este procedimiento de manera habitual para evitar que los más pequeños desarrollen caries dentales. Se trata de aplicar una capa protectora en los surcos de las piezas dentales sanas, de modo que se evita que las bacterias que causan la caries puedan entrar en ellos.

Pulpectomía: es un tratamiento similar a la endodoncia. Sin embargo, la Pulpectomía se aplica sobre un diente de leche en lugar de uno definitiva. Por lo tanto, el especialista en Odontopediatría elimina la parte del tejido pulpar (nervio dental) que está lesionado por la caries. A continuación, procede a la reconstrucción y sellado del diente.

Empaste u obturación dental: la obturación dental es un procedimiento muy común -además, de sencillo- en los dientes de los niños que presentan caries. Consiste en raspar la parte del diente afectada por la caries hasta su eliminación. A continuación, el hueco resultante se rellena con materiales de relleno como el composite. De esta manera, se evitan molestias y problemas futuros, como las caries profundas.

Ortodoncia infantil: es una intervención que se emplea para corregir la posición de los dientes, así como un desarrollo anómalo en los huesos de la cara de los niños. Dicho de otro modo, la ortodoncia infantil es un tratamiento enfocado en el correcto desarrollo de los huesos maxilares y de los dientes de los más pequeños.

Fluorización: por último, aplicar flúor es otra forma de evitar que el niño desarrolle caries, ya que este elemento químico remineraliza los dientes. Además, el flúor también sirve para reforzar las piezas dentales ante fisuras o lesiones por golpes o caídas.

Como vemos, la Odontopediatría es una especialidad de la odontología que se encarga de todo lo que gira en torno a la salud bucodental de los más pequeños. El odontopediatra previene y trata patologías dentales en niños como la caries y la maloclusión dental. También ayuda a corregir problemas en la respiración o en la pronunciación de las palabras. Asimismo, les enseña a poner en práctica los hábitos de higiene bucodental correctos. Por todo ello, es fundamental que nuestros niños acudan cuanto antes a la clínica de este especialista en salud oral infantil.

Sedación consciente en niños

En nuestra clínica de Praxis Dental Toledo suelen acudir pacientes por primera vez que nos manifiestan sentir pánico a los tratamientos dentales. Este miedo – la mayoría de las veces sin causa justificada- provoca que muchos de estos pacientes pospongan durante tanto tiempo su vuelta a la clínica que, cuando lo hacen, presentar síntomas graves de deterioro de su salud bucodental. La mayor parte de los pacientes que toman están conductas equivocadas son los más pequeños de la casa. Hay muchos niños que no colaboran todo lo necesario con el odontopediatra a la hora de realizarse un tratamiento dental. A veces porque están cansados, otras porque tienen miedo al dentista (odontofobia). Sin embargo, la odontología ha dado una solución a este problema: la sedación consciente. Mediante este método de sedación el dentista lleva de manera eficiente e indolora la intervención. ¿Quieres conocer en qué consiste la sedación consciente? ¡Leer nuestro siguiente artículo!

¿Qué es la sedación consciente?

La sedación consciente es un procedimiento que consiste en inducir al paciente a un estado de relajación y sosiego del que carecía antes del inicio del tratamiento dental. Para poder llevar a cabo de forma segura este método, la odontología dispone de profesionales con amplia formación, equipo adecuado y experiencia en la sedación. Los pacientes, en este caso los niños, están siempre monitorizados por un equipo de alta tecnología, de modo que su bienestar está siempre garantizado. Con la sedación consciente, los más pequeños de la casa entrar a la intervención dental totalmente relajados. Esto permite que los odontopediatra lleva a cabo el tratamiento eficientemente al tiempo que el niño está sereno y calmado. Al tener una visita sin estrés, el niño no pondrá obstáculos a la hora de regresar a la clínica en el futuro.

Sedación consciente: tipos que se emplean en odontología

Sedación con óxido nitroso

Desde principios del siglo pasado, el óxido nitroso era bastante popular, ya que se empleaba en bajas dosis para la diversión en las fiestas de la alta sociedad. Sin embargo, en la las diferentes modalidades de la medicina -incluida la odontología- este gas se emplea con una concentración más elevada para la sedación de los pacientes. En el caso de la odontología, el gas se transmite a las vías respiratorias a través de un adaptador de nariz que deja libre la cavidad oral para que el dentista pueda trabajar. El paciente al que se le aplica el óxido nitroso comienza rápidamente a experimentar una relajación de su cuerpo y mente durante toda la intervención. Cuando el gas es retirado, los efectos del mismo revierten en cuestión de segundos. De este modo, el paciente nunca tiene síntomas molestos como el mareo. El óxido nitroso es un procedimiento de sedación ampliamente extendido en la odontología y en lo odontopediatría.

Sedación consciente por anestesia

Este método consiste en sedar con anestesia de forma controlada al paciente. Así pues, el dentista puede verificar las constantes vitales y el grado de sedación que está aplicando. La sedación consciente por anestesia se lleva a cabo por vía intravenosa en tratamientos que requieren una intervención más traumática. Este procedimiento es muy seguro, y el anestesista puede aumentar o disminuir la dosis de anestesia en función de la situación. No obstante, la recuperación total de la consciencia del paciente dura más tiempo que con el óxido nitroso (alrededor de 30 minutos). Además, el paciente no recuerda nada de lo que ha ocurrido durante el tratamiento. La sedación consciente suele emplearse para procedimientos como la extracción de una muela del juicio o una endodoncia.

Sedación consciente: beneficios para los niños

Consciente durante toda la intervención: una de las ventajas de estos métodos de sedación es que los niños están despiertos durante todo el tratamiento. Esto significa que percibirán el paso del tiempo de otra manera, ya que están relajados. Al sentirse calmados y sosegados, el odontopediatra puede trabajar de forma más eficiente, puesto que el paciente coopera en todo momento.

Evita la odontofobia: el temor a acudir a una clínica dental es un fenómeno muy común entro los más pequeños de la casa. La odontofobia suele desarrollarse por el miedo a las agujas, la sensación de estar anestesiados o la dificultad para tragar y respirar durante la intervención. Lo cierto que este pánico irracional a los dentistas ya no tiene razón de ser en la actualidad. Gracias a la sedación consciente se evita que el paciente sienta ansiedad o miedo por acudir al dentista. Al fin y al cabo, cualquier tratamiento ontológico de hoy en día es totalmente indoloro.

Muchos niños presentan un pánico inverosímil a acudir a una clínica de odontopediatría. Concretamente, en España se estima que alrededor del 20% de los niños padecen odontofobia. Algunas veces puede ser por una patología, pero en la mayoría de las ocasiones se trata de una simple y mala percepción de lo que implica visitar a un dentista. La sedación consciente es un procedimiento seguro por el cual evitamos que nuestros hijos desarrollen temor hacia los dentistas.

Dientes podridos en niños: tratamiento y prevención

¿Qué son los dientes podridos?

Los dientes podridos es simplemente la manera en la cual la mayoría de las personas no especializadas en odontología describen a las piezas dentales que presentan caries avanzada. La caries es una de las enfermedades dentales más problemáticas y generalizadas entre la población. Cuando no se trata a tiempo, este fenómeno termina por dañar la estructura interna del diente provocando su irreversible perdida. Además, otro aspecto relevante de los dientes con mucha caries o podridos es que las bacterias se transmiten de una pieza a otra. Si no se trata un diente con caries, no solo se perderá esa pieza, sino que también pueden caerse las adyacentes. Por otro lado, la caries dental es una enfermedad más presente de lo que solemos imaginar en los niños. Sin ir más lejos, en nuestro país las estimaciones señalan que más de 500.000 niños tiene una o varias piezas dentales con caries. En el artículo de hoy hablaremos con profundidad sobre la caries dental en niños: qué la provoca, qué consecuencias tiene para la salud bucodental de los pequeños, cómo podemos tratarla y prevenirla.

¿Pueden los niños tener los dientes podridos?

Por norma general, asociamos los dientes con caries avanzada a personas adolescentes o adultas. Sin embargo, los niños también pueden presentar este fenómeno a muy temprana edad. Por ejemplo, los bebes que desarrollan la conocida caries del biberón tienen muchas probabilidades de tener caries profundas. Esto se debe a que con la caries del biberón desarrollan esta enfermedad desde que brotan sus primeros dientes de leche. Cuando los padres ignoran las primeras señales de caries en los dientes de sus hijos, la enfermedad comienza a extenderse progresivamente por el resto de sus dientes. La falta de un tratamiento adecuado -o a tiempo- hace que los niños con caries prematuras presenten dientes podridos al llegar a la pubertad. Debemos tener en cuenta que el esmalte de los dientes de leche es mucho más débil que el de la dentición definitiva. El esmalte es la capa que recubre la superficie externa de los dientes protegiéndolos de las bacterias. Si no se actúa rápidamente, las bacterias se expanden y acceden a la pulpa hasta formar una mancha negra que hace que el diente se pudra.

¿Cómo se forman los dientes podridos?

La caries dental surge por la acción de los ácidos de la boca presentes en la placa bacteriana que no se han limpiado correctamente. Tal como hemos apuntado anteriormente, el desarrollo de esta patología es progresivo. De hecho, lo habitual es que durante sus primeras fases el niño no sienta ninguna molestia. Generalmente, cuando aparecen los primeros síntomas de dolor quiere decir que la caries está en un estado avanzado de desarrollo, lo que con mucha probabilidad requerirá un tratamiento más complejo que un simple empaste. Por ello, siempre insistimos en que vuestros hijos se hagan chequeos dentales con regularidad. El odontopediatra es quien mejor puede detectar cualquier anomalía en la boca de los niños, antes siquiera de que vosotros la percibáis. Regresando a lo que nos atañe en este apartado; para hablar de un diente podrido han de pasar las siguientes fases:

  • Las bacterias comienzan a deteriorar el esmalte de los dientes, que es la capa que se encarga de proteger su interior.

  • Cuando el esmalte dental se ha debilitado, las bacterias prosiguen con su trabajo sobre la dentina, la cual preserva la cámara púlpar.

  • Al llegar a este punto, el tratamiento mediante empastes u obturación del diente es irreversible, ya que estos tejidos no se regeneran.

  • La siguiente fase, la más severa, es cuando la caries sigue actuando sobre la pulpa dental. Este tejido blando, que se encuentra en el interior del diente, contiene los nervios y vasos sanguíneos de la pieza. Cuando la caries llega a este lugar, se produce una infección muy severa y dolorosa que inflama los dientes y las encías.

  • Una vez que la caries ha alcanzado la capa interna del diente, es inevitable que aparezcan manchas negras sobre la superficie de la pieza hasta que esta acaba fracturándose y perdiéndose.

¿Cómo tratar los dientes podridos en niños?

El tratamiento para curar una caries dental y, en última instancia, un diente podrido, varía según la gravedad del caso:

Empastes dentales: mediante este tratamiento el odontopediatra elimina el tejido muerto o afectado del diente, para después rellenar el hueco resultante con composite. Este procedimiento es el empleado cuando el daño sobre el diente es leve.

Incrustación: se trata del mismo procedimiento que el tratamiento anterior. Sin embargo, en este caso el proceso solo se realiza sobre los molares. Consiste en restaurar una muela cuando esta ha perdido gran parte de su superficie dentaria y no es posible tratarla únicamente con una obturación.

Coronas dentales: es un tratamiento indicado para aquellas piezas dentales que han perdido gran parte de su volumen por la caries. Para su restauración se coloca una funda (corona) sobre el diente que queremos restaurar. Además, para asegurar la sujeción de la corona, probablemente el especialista inserte un perno de fibra de vidrio que conecte el diente con la funda.

Implantes dentales: finalmente, cuando la caries ha dañado severamente el diente y no es posible preservarlo, se procederá a su extracción. A continuación, colocaremos un implante dental en su lugar que hará de raíz dentaria, devolviendo la estética y funcionalidad de la boca a su normalidad. No obstante, este procedimiento solo se aplica en personas adultas. En el caso de los niños, el dentista puede valorar la colocación de una prótesis removible.

Consejos para evitar la caries en niños

Evitar el consumo excesivo de azúcar: bollería, repostería, refrescos azucarados, jugos, caramelos, helados, etc.

Correcta higiene dental: cepillarse los dientes después de cada comida, especialmente tras la cena.

Prevenir la caries del biberón: para ello, es fundamental retirar el biberón y el chupete antes de que el bebe cumpla los dos años de edad.

Utilizar la pasta dentífrica adecuada: pasta con flúor.

Revisar la boca de los niños: tanto en casa como acudiendo a un chequeo dental una o dos veces al año.

¿Ortodoncia para corregir un solo diente?

La ortodoncia es una rama de la odontología que se encarga de corregir problemas como la desalineación y el apiñamiento de los dientes. Por norma general, los pacientes que presenten maloclusiones necesitan ortodoncia, ya que esta anomalía suele impedirles masticar los alimentos y cepillarse los dientes de la manera adecuada. Cuando un paciente es incapaz de cepillarse los dientes correctamente, corre un riesgo mucho mayor de desarrollar enfermedades como la caries, la gingivitis, la periodontitis o la perdida de dientes. Por ello, la ortodoncia es uno de los tratamientos más utilizados en odontología, tanto en niños (odontopediatría) como en adultos. Generalmente, la ortodoncia se aplica a todos los dientes de la boca o a una sección amplia de la mandibular. Sin embargo, es posible que haya casos en los que los niños presenten problemas en un solo diente. Para evitar esta situación, es muy importante que los pequeños visiten de forma regular al ortodoncista a partir de los seis años de edad.

La ortodoncia ha sido estigmatizada durante décadas, puesto que emplea dispositivos como brackets que modifican el aspecto del paciente. No obstante, durante los últimos años han ido surgiendo nuevos tratamientos como la ortodoncia invisible, que han disminuido considerablemente el rechazo de los pacientes a estos procedimientos. A pesar de ello, todavía hay muchas personas que se resisten a llevar aparato por incómodos o poco estéticos. Esto suele ser el caso de pacientes (sobre todo, niños) que no presentan severas anomalías de apiñamiento o de mordida. ¿Su hijo tiene tan solo un diente montado sobre otro? ¿El pequeño de la casa tiene dos dientes ligeramente separados? Seguramente, te estarás preguntado sí es necesario que tu hijo lleve puesto un aparato de ortodoncia infantil para corregir un solo diente. A continuación, te contaremos en qué casos es necesario que tu pequeño lleve ortodoncia para corregir un solo diente.

¿Qué causa la desalineación o el apiñamiento de los dientes?

Como en cualquier otro tratamiento ontológico, lo primero que debemos saber es qué causa anomalías como la desalineación o el apiñamiento de los dientes. Estos son los motivos por los que su hijo puede tener los dientes torcidos:

1. Factores genéticos: el apiñamiento dental, la desalineación de los dientes, la sobremordida, etc., son anomalías que pueden deberse a factores hereditarios. Si usted o alguien de su familia presenta estos problemas, sus hijos también corren el riesgo de desarrollarlos.

2. La succión del pulgar: el hábito de chuparse el dedo pulgar, el uso excesivo del chupete o del chupete, también suelen provocar que los dientes se tuerzan.

3. Deglución atípica: la presión de la lengua en el paladar al tragar también puede mover las piezas dentales y dar lugar a dientes torcidos.

4. Perdida de un diente: enfermedades como la periodontitis o la caries que no se tratan a tiempo suelen provocar la perdida de los dientes. Cuando se pierde una pieza dental, el hueco resultante suele desplazar los adyacentes y, por tanto, ocasionar maloclusiones.

¿Cuándo emplear la ortodoncia infantil para corregir un solo diente?

Como ya hemos comentado, la ortodoncia infantil en un solo diente es posible, pero esta podrá ser aplicada solo en determinados casos. Por norma general, cuando queremos mover un solo diente mal situado, se recomienda aplicar un tratamiento de ortodoncia que desplace y recoloque también el resto de piezas. Esto es así porque el desplazamiento de un solo diente afecta a la posición de los demás. Una de los tratamientos que más empleados en Dentistainfantiltoledo para corregir la posición de los dientes de los niños es la ortodoncia invisible. Mediante este procedimiento aseguramos que su hijo tenga los dientes en la posición adecuada sin emplear dispositivos que afecten a su estética. Por otra parte, algunos dientes simplemente presenta traumatismos o una insuficiente higiene dental, para los que hay tratamientos dentales específicos que no requieren de ortodoncia.

En otros casos, las carillas dentales son una alternativa a la ortodoncia infantil para corregir un solo diente si la malposición no es muy grave y no existen problemas en la mordida. Veamos un ejemplo de ello. Imagina que tu hijo tiene un diastema (una ligera separación entre dos piezas dentales), quizás sea posible cerrarla mediante el empleo de las carillas dentales. Las carillas dentales no son un tratamiento de ortodoncia sino de estética. Los odontólogos empleamos las carillas para modificar la forma o el tamaño de dientes concretos. Por lo tanto, en estos casos si podríamos evitar que su hijo lleve puesto un dispositivo de ortodoncia infantil para corregir un solo diente. Sin embargo, recuerda que aun así es necesario que el pequeño acuda a un ortodoncista para que este valore lo que realmente es necesario. Quizás, se pueda corregir el diastema con la carilla dental, pero puede que no.

El motivo es el siguiente: su hijo tiene un diastema y crees que es un defecto meramente estético. Cuando sucede esto, las carillas dentales puede ser suficiente. Sin embargo, imagina que la diastema no es solo un defecto estético, sino que además tu hijo tienen un problema de mordida leve que tú, por tu cuenta, eres incapaz de identificar. Acudes a una clínica, le explicas al dentista que no es necesario que el niño lleve ortodoncia para corregir el problema porque piensas que es estético. El especialista coloca las carillas dentales y oculta el diastema. No obstante, la maloclusión queda sin tratar, lo cual acaba por ocasionarle al pequeño problemas a la hora de morder o incluso desgaste dental. Por ello, siempre recomendamos visitar de forma regular al ortodoncista. Solamente este profesional puede valorar correctamente cuál es el origen de la desalineación o el apiñamiento dental. El ortodoncista identificará si se trata de un problema dental o de la mandíbula y conocerá la relación que existe entre ambas arcadas, para lograr que los dientes estén alineados y que la mordida sea la correcta.

Tanto si se trata de ortodoncia infantil para un solo diente o para todos, este tratamiento es de vital importancia en niños. La ortodoncia infantil evita que los pequeños desarrollen problemas a nivel mandibular y dental que favorecen la aparición de caries y enfermedades de las encías. ¿Quieres conocer si tu hijo necesita ortodoncia para un solo diente? Visite nuestra clínica de odontopediatria en Bargas (Toledo).

Paladar ojival en niños: causas y tratamientos

El paladar ojival es una anomalía que puede presentar la estructura bucodental tanto de niños como de adultos. Hablamos de paladar ojival cuando el maxilar superior es más estrecho que el inferior. El paladar ojival o estrecho es un problema bucodental de muy fácil solución, pero es sumamente importante tratarlo lo antes posible. Por norma general, este tipo de irregularidades en la estructura bucodental se detecta durante las primeras revisiones odontológicas. Concretamente, durante los chequeos en clínicas especializadas en odontopediatría. Cuanto antes sea detectado el problema, más sencillo y rápido será el tratamiento para su corrección. En Dentistainfantiltoledo vamos a explicaros todo lo que necesitáis conocer acerca de esta clase de problemas bucodentales. Recordar prestar atención al crecimiento de vuestros hijos, estudiando sus hábitos bucales y poniendo en conocimiento de los profesionales cualquier síntoma que consideren necesario.

¿Cuándo hablamos de paladar ojival o estrecho?


Aunque ya os hemos explicado brevemente qué es un paladar ojival, conviene profundizar un poquito más en el tema. Para comenzar, es fundamental que conozcáis el papel que juega el paladar en la boca. El paladar está situado en la arcada dental superior y se divide en paladar duro (constituido por hueso) y el paladar blando (tejido muscular). En ocasiones, durante las etapas de crecimiento del niño, el hueso del paladar no crece de la manera adecuada. Este fallo en el desarrollo del paladar puede dar origen a un paladar más estrecho de lo normal. Cuando sucede este tipo de anomalías, hablamos de paladar ojival. El único método que existe para solucionar este problema es la ortodoncia interoceptiva. Esta rama de la ortodoncia infantil se encarga de corregir y favorecer el crecimiento del hueso maxilar de los niños. Por norma general, el tratamiento se comienza a aplicar cuando el niño cumple los 6 años de edad. Gracias a la ortodoncia interceptiva, el odontólogo conseguirá ensanchar el paladar superior del niño evitando problemas tan severos como la maloclusión.

¿Cuál es el origen del paladar ojival?


Los principales detonantes del paladar ojival son los siguientes:

Respirar por la boca: enfermedades o anomalías como la deformación del tabique nasal o la sinusitis (inflamación de los senos paranasales) pueden provocar que el niño tome la mala costumbre de respirar por la boca. La respiración bucal es uno de los principales desencadenantes del mal desarrollo del paladar.

Succión del dedo: resulta bastante común que los bebes y niños más pequeños se lleven los dedos a la boca y los succionen. Un hábito que procede de su etapa de lactancia. No obstante, una vez que acaba esta etapa resulta fundamental corregir esta conducta, ya que de prolongarse en el tiempo podría dar lugar a un crecimiento irregular del paladar. Además, esta costumbre también puede causar maloclusiones en la etapa adulta.

Empleo prolongado del chupete: el propósito de los chupetes o tetinas es básicamente fomentar la tranquilidad de los recién nacidos. Los bebes recién nacido nacen con el instinto de chupar: porque están cansados, porque están desanimados, porque necesitan consuelo… Se trata de un impulso natural que en nada tiene que ver con su necesidad de alimentarse. De ahí, que los pediatras recomienden su uso. No obstante, su empleo no debe prolongarse más allá de los dos años de vida. Al igual que con la succión de los dedos, cuando se alarga el uso del chupete, este hábito puede dar lugar a un mal desarrollo del paladar.

Deglución atípica: se refiere a la colocación incorrecta de la lengua a la hora de tragar los alimentos, la cual también puede dar origen a un mal desarrollo del paladar.

¿Cómo saber si su hijo tiene el paladar estrecho?


Rara vez el paciente o sus allegados son conscientes de esta anomalía hasta que ha alcanzado un punto crítico de desarrollo. Lo habitual es que sean los odontólogos u odontopediatras quienes detecten este problema en la estructura del hueso maxilar superior de los niños. Ya sea mediante un examen manual, ya sea mediante radiografías o el estudio del historial clínico del paciente. De ahí, que siempre os estemos insistiendo en la importancia de las revisiones odontológicas periódicas. No obstante, existen algunas pistas que pueden ayudar a los padres a ser conscientes de que sus hijos corren el riesgo de desarrollar un paladar estrecho:

Mordida cruzada: se caracteriza por la mordida de la arcada superior de los dientes dentro de la arcada inferior. La mordida correcta es aquella en la que los dientes superiores muerden por fuera de los inferiores. Esta costumbre además del paladar ojival, está detrás de otros problemas como el desgaste prematuro de los dientes y de las encías.

Inclinación de los dientes: los dientes del paciente no se encuentran alineados en la posición correcta, ya que se inclinan buscando la forma más conveniente para morder.

Apiñamiento dental: los dientes montados se forman cuando, a la hora de erupcionar, no encuentran el espacio suficiente en la boca. Si bien los dientes montados son un problema de estética muy importante, también lo son de salud. El apiñamiento de los dientes puede dar lugar a la estrechez del paladar, la inflamación de las encías, dificultad para la higiene dental…

Consecuencias del paladar ojival en los niños


El paladar ojival debe ser tratado cuando antes, ya que puede suponer graves problemas bucodentales para el paciente. Las principales consecuencias del paladar estrecho en los niños son:

– Dificultad en la erupción de los dientes de leche y definitivos.

-Apiñamiento dental severo.

-Mordida cruzada.

-Mala higiene dental: por lo tanto, mayor riesgo de padecer caries, gingivitis, periodontitis y demás.

-Alteraciones en el desarrollo del hueso maxilar: dando lugar a maloclusiones graves tanto en la niñez como en la edad adulta.

¿Cómo se corrige el paladar estrecho en niños?


El disyuntor de paladar es el dispositivo de ortodoncia interceptiva que se encarga de corregir esta anomalía. Se trata de un aparato, con un mecanismo muy sencillo, que presiona los dientes de forma lateral hasta que se produce el ensanchamiento del paladar. El disyuntor de paladar se coloca en la arcada superior de los dientes. Concretamente, en los molares. Se trata de un aparato de ortodoncia fijo, por lo que los niños no pueden extraerlo en ningún momento.

La duración del tratamiento depende del grado de afectación, pero lo habitual es que el disyuntor de paladar se coloque durante un periodo de entre 6 y 18 meses. Una vez ensanchado el paladar, el odontólogo procede a un tratamiento de ortodoncia convencional para colocar los dientes del paciente correctamente, asegurando la funcionalidad de la boca. Debemos tener en cuenta, que debido al desarrollo del paladar ojival, la erupción y el crecimiento de los dientes habrá sido anómalo. Por tanto, se necesita corregir con ortodoncia infantil cualquier anomalía en la alineación de los dientes de los niños.

¿En qué consiste la ortodoncia infantil Myobrace?

Como ya os hemos contado en otras ocasiones, la mejor manera de evitar que vuestros hijos desarrollen problemas dentales y futuras visitas al dentista en su edad adulta es la prevención. La ortodoncia infantil es una especialidad odontológica que se encarga de corregir los dientes y huesos mal colocados en la boca de los niños. Dentro de esta especialidad podemos encontrar dos clases de tratamientos en función del tipo de aparato: fijos (brackets) y removibles. En el artículo de hoy, os vamos a hablar de la ortodoncia Myobrace, uno de los tratamientos con aparatos removibles más populares de la actualidad. La ortodoncia con aparatos Myobrace permite que el niño pueda tener los dientes alineados correctamente desde una edad muy temprana. De hecho, la mayoría de los problemas bucodentales de los niños se pueden corregir de manera precoz. Mucho antes de que tengan consecuencias severas para su salud bucodental.

Myobrace: la mejor ortodoncia infantil removible


Una de las grandes virtudes de este tipo de ortodoncia infantil es que puede aplicarse en los niños a edades muy tempranas. Concretamente, se recomienda su uso en niños de entre 3 y 12 años. Por lo tanto, estamos hablando de un tratamiento que se puede iniciar mucho antes de que el niño desarrolle los dientes definitivos. Obviamente, esto permite prevenir el desarrollo de enfermedades dentales, al tiempo que se estimula el correcto crecimiento de los huesos maxilares. De esta manera, conseguimos evitar que los más pequeños de la casa padezcan problemas como el apiñamiento de los dientes o las maloclusiones. En ambos casos, hablamos de anomalías que requieren de un tratamiento ortodóntico mucho más costoso.

La ortodoncia Myobrace es un procedimiento que también se utiliza para corregir muchas otras anomalías: mejora el desarrollo facial, evita la extracción de dientes sanos, el uso de retenedores fijos, mejora la salud general… También es un método muy eficaz a la hora de corregir problemas durante la masticación o la respiración en los niños. Por último, la ortodoncia de este tipo tiene otro importante atributo: es removible. La ortodoncia Myobrace consiste en un conjunto de aparatos removibles compuestos de silicona muy cómodos. Los niños solo necesitan llevarlos puestos durante la noche y una pequeña parte del día para que el tratamiento haga efecto. En definitiva, son mucho más cómodos que otros tipos de ortodoncia infantil como los brackets.

¿Cuánto tiempo dura la ortodoncia Myobrace?


Como en cualquier otro tratamiento odontológico, la duración de la ortodoncia Myobrace dependerá de cada paciente. No obstante, los mejores resultados se consiguen cuando el procedimiento se inicia a edades tempranas. Esto se debe a que resulta más sencillo corregir malos hábitos dentales en los niños más pequeños. Asimismo, los problemas de desarrollo de dientes y huesos también son más fáciles de evitar mientras la cara y mandíbula están en su etapa de crecimiento.

De todos modos, este tipo de ortodoncia infantil suele aplicarse por un periodo de entre 18 y 24 meses. Por supuesto, estas estimaciones cuentan con que el paciente cumpla con las indicaciones que el ortodoncista le haya recomendado. Principalmente, aquellas que tienen que ver con el tiempo que debe llevar puesto el aparato. Como en cualquier clase de ortodoncia removible, si no se cumple con estas indicaciones, los resultados pueden retrasarme de forma innecesaria.

¿Qué etapas tiene el tratamiento de ortodoncia Myobrace?


Este procedimiento consta de cuatro etapas que enumeramos a continuación:

  1. Corrección de hábitos: esta primera fase consiste en corregir los malos hábitos que adquirido el paciente. El niño aprenderá en esta etapa a respirar por la nariz en lugar de la boca, a colocar la lengua en la posición correcta, a mantener los labios juntos cuando no esté comiendo o hablando y a tragar la comida de la manera adecuada. Estos hábitos orales son los que evitan que el paciente desarrolle problemas dentales como el apiñamiento o la maloclusión. De esta manera, podemos prevenir el uso de brackets en el futuro.
  2. Desarrollo del arco: los niños que presenten un desarrollo insuficiente del arco tendrán que someterse a esta fase del tratamiento. En esta etapa se trata de ensanchar el maxilar superior del paciente para que haya el espacio necesario para los dientes y la lengua.
  3. Alineación de los dientes: esta fase del procedimiento se aplica cuando los últimos dientes permanentes están en erupción. Se trata de un aparato de ortodoncia Myobrace desarrollado para niños adolescente, cuyo objetivo es logran que los dientes definitivos se alineen en su posición natural. Debido a la propia naturaleza del tratamiento, este aparato debe llevarse puesto durante todo el tiempo que el odontólogo haya estimado. Ciertamente, durante toda la noche y algunas horas del día. No obstante, esto dependerá de las condiciones individuales de cada paciente.
  4. Retención: la fase final de la ortodoncia Myobrace tiene como objetivo que los dientes permanezcan alineados en su posición natural. Además, también se busca que el paciente mantenga los buenos hábitos orales a lo largo de toda su vida. Una vez que se retira el aparato, generalmente se requiere un retenedor para evitar que ocurra una recaída durante un tiempo. Sin embargo, sí se mantienen los hábitos orales correctos, los resultados suelen prolongarle a lo largo del tiempo.

Definitivamente, este tipo de ortodoncia infantil es mucho más cómoda para los niños que los aparatos tradicionales. Si quieres conocer más acerca de este tratamiento, visítanos en nuestra clínica de Praxis Dental Toledo. Adaptaremos tu caso para proporcionarte el tratamiento más cómodo y eficaz.

Dientes de tiburón en niños: ¿Qué son y cómo solucionarlo?

Si usted es un asiduo del National Geographic, sabrá cómo son los dientes de tiburon. Estos imponentes y majestuosos depredadores del mar, a diferencia de los humanos y la mayoría de las especies de animales, cuentan con dos filas de dientes en su boca. Dos poderosas filas de dientes que desgarran y trituran en un abrir y cerrar de ojos a sus presas. Además, la dentadura de los tiburones se cae y sustituye rápidamente. Ahora bien, ¿sabe usted que esto puede también suceder en los seres humanos?

Aunque pueda parecer algo extraño, lo cierto es que hay ocasiones en las que los niños desarrollan una dentadura –temporalmente- que se asemeja a la del tiburón. Obviamente, en este caso se trata de una anomalía, no de algo natural. Como padres, si nuestros hijos presentan este problema en su dentadura, es lógico preguntarse si esto puede traer consecuencias a largo plazo. Por este motivo, hoy queremos mostraros todo cuanto necesitáis conocer sobre los dientes de tiburón en niños.

¿Por qué mi hijo tiene dientes de tiburón?

La presencia de dientes de tiburón en niños es algo más común de lo que solemos creer. En España se estima que entre el 10% y el 15% de los niños presentan esta anomalía. Hay que tener presentes que la dentadura de tiburón no es una cuestión por la que tengamos que alarmarnos. Por norma general, conforme erupcionan los dientes definitivos, estos empujan a los de leche hasta hacerlos caer. Sin embargo, cuando la dentadura temporal no se cae al momento de la erupción de la definitiva, hablamos de los dientes de tiburón. Obviamente, esto provoca que surjan dos hileras de dientes en la boca de los niños. Una anomalía que afecta principalmente a la estética.

Quizás, lo más llamativo de este problema dental es que la alineación de dos hileras de dientes se da tan solo en una parte de la dentadura. A pesar de los numerosos estudios realizados sobre esta rareza, no hay una explicación definitiva que sea capaz de explicar por qué los niños desarrollan dientes de tiburón. No obstante, entre los odontopediatras y demás expertos en odontología existen dos teorías:

  1. Raíces muy fuertes: la primera razón a la que apuntan los especialistas es a la presencia de una raíz más fuerte en la dentadura temporal que en la definitiva. Por lo tanto, cuando sucede esto, los dientes definitivos no pueden hacer caer a los de leche con facilidad. El proceso les lleva más tiempo de lo habitual.
  2. Falta de espacio: la otra hipótesis es que la mandíbula del niño no dispone del suficiente espacio para acomodar los dientes definitivos de forma correcta. Dicho de otro modo, como el espacio está limitado, la dentadura definitiva erupcionan por donde pueda.

Como ya se ha indicado, no debe porque alarmarse sí su hijo desarrolla dientes de tiburón. Es un problema muy común entre los más pequeños de la casa. En primer lugar, tiene que prestar atención a cómo evoluciona la dentadura de sus hijos cuando se produce la erupción de los dientes definitivos. De esta forma, podrá verificar si todo va bien o, por el contrario, si se está produciendo alguna anomalía. No olvide, por supuesto, llevar a su pequeño a revisiones periódicas a la clínica del odontopediatra, ya que es la mejor manera de prevenir este y otros muchos problemas.

Entonces, ¿cuál es el tratamiento para los dientes de tiburón?

Cuando decimos que usted no debe alarmarse por esta anomalía, lo decimos porque en la mayoría de los casos se arregla por si sola. Por norma general, los dientes de leche, al cabo de unas semanas, terminan por caerse dejando todo el espacio para la dentadura definitiva. Esto sucede por dos motivos. En primer lugar, las raíces de los dientes definitivos terminan por absorber a la de los dientes de leche, obligándolos a caerse. En segundo lugar, porque el simple movimiento de la lengua de su hijo puede debilitar los dientes de leche hasta que estos se desprenden. Una vez que los dientes de leche se caigan, la dentadura definitiva empezará a tomar el lugar correspondiente de forma natural.

Ahora bien, ¿qué sucede si los dientes de leche no se caen de manera natural? Para empezar, bajo ningún motivo debe forzar que el diente se desprenda de la boca del niño. Es decir, tratar de extraer la pieza con alguna herramienta que tenga en su casa o ejerciendo presión sobre ella. Si hace esto, probablemente, dañe los dientes definitivos de forma permanente. Además, causará dolor en el niño. Dicho esto, si los dientes de leche no se caen de manera natural, el odontopediatra tiene dos opciones para solucionar este problema. La primera es proceder a la extracción de la pieza que requerirá cuidados en casa. En segundo lugar, y únicamente en los casos más complejos, el odontólogo recurrirá a tratamientos de ortodoncia infantil, para solucionar la maloclusión generada por los dientes de tiburón en niños.

¿Su hijo presenta dientes de tiburón? Venga a visitarnos a nuestra clínica de Praxis Dental en Toledo. Garantizamos el mejor asesoramiento y los mejores tratamientos en odontología infantil. ¡Pide tu cita sin compromisos!

Diastemas: causas, complicaciones y tratamientos

En Praxis Dental Toledo nos resulta frecuente tratar con padres muy preocupados por una anomalía muy común en los niños. Concretamente, un problema relacionado con una separación excesiva entre los incisivos centrales o paletas de sus hijos. Este tipo de trastornos dentales en odontología lo denominamos como diastemas. Quizás, usted nunca haya escuchado este término, pero seguro que ha visto a muchos nichos con las paletas demasiado separadas. Lo cierto es que más del 90% de los menores, a partir de los cinco años, presentan este problema. En especial, cuando sus dientes de leche comienzan a dar paso a los definitivos.

En primer lugar, en Praxis Dental Toledo queremos decirle que sí su hijo tiene diastema, no se alarme. La mayoría de los niños experimentan este trastorno dental cuando cambian los dientes temporales por los permanentes. Asimismo, más del 90% de los casos de diastemas se solucionan por sí solos una vez que la dentadura definitiva ha brotado por completo. Por lo tanto, se estima que únicamente entre el 2% y el 7% de los adultos presentan esta anomalía. No obstante, en los casos más problemáticos o persistentes, los diastemas pueden provocar problemas bucodentales en los niños como dificultad para masticar, molestias en la mandíbula, dolores de cabeza, cervicales y cuello o lesiones en sus encías. En estos casos, es indispensable un diagnóstico precoz y un posterior tratamiento en función de las características de cada paciente.

¿Cuáles son las causas del diastema?

El principal motivo por el que los niños padecer esta anomalía se debe a cuestiones de herencia genética. Si los padres presentaron en su niñez diastemas, lo más probable es que sus hijos también las tengan. No obstante, hay muchas otras razones que están detrás de este trastorno dental. Estas son las más comunes:

  1. Dientes demasiado pequeños: el desarrollo de dientes pequeños o microdoncia es una anomalía poco común. Sin embargo, es una de las principales causas del diastema. Al tratarse de dientes pequeños, el niño presenta en su dentadura espacios interdentales. Obviamente, estos espacios interdentales también incluyen a sus incisivos centrales o paletas.
  2. Ausencia de piezas dentales: cuando al paciente le falta una pieza dental –ya sea porque la ha perdido o porque todavía no le ha brotado-, al existir mayor espacio, los dientes suelen colocarse de diferente manera a lo habitual. Esta recolocación puede provocar que haya huecos entre ellos, incluidos, los incisivos centrales.
  3. Frenillo del labio demasiado ancho: se produce cuando el frenillo que une el labio a la dentadura es demasiado ancho. Cuando ocurre este trastorno, el frenillo ocupa parte del espacio entre los dientes obligándolos a separarse.
  4. Macroglosia: esta palabra hace referencia a las personas que tienen una lengua más gruesa de lo común. La macroglosia puede empujar los dientes de sus hijos hasta que se cree un espacio entre ellos. En especial, en los incisivos dentales o paletas.

Posibles consecuencias de los diastemas

La separación excesiva entre los incisivos centrales no tiene por qué generar siempre problemas más allá de los estéticos. Sin embargo, en los casos más graves, los niños pueden sufrir consecuencias poco deseables:

  1. Caries: cuando hay presencia de espacios interdentales, es más fácil que las bacterias se acumulen en los dientes y las encías.
  2. Lesiones en las encías
  3. Molestias: muy a menudo, esta anomalía conlleva que los niños no puedan morder ni masticar bien los alimentos. Estos contratiempos pueden ser muy severos, ya que están detrás de problemas como el dolor de cabeza, de mandíbula, de cervicales o de oídos.
  4. Mala pronunciación: al existir un espacio demasiado amplio entre las paletas, los niños suelen tener problemas para pronunciar correctamente las palabras. Por esta razón, si los diastemas persisten tras el desarrollo de la dentadura definitiva, es importante acudir a una clínica odontológica para valorar si es necesario recurrir algún tipo de tratamiento.

Tratamientos para el diastema

Ortodoncia: los tratamientos ortodónticos son los más comunes a la hora de solucionar este problema. Aunque la ortodoncia es el proceso más largo, consigue que desaparezcan todos los espacios interdentales, incluidas, los diastemas. Actualmente, existen dos tipos de ortodoncia: la clásica con brackets metálicos y la ortodoncia trasparente (Invisaling). La primera es más económica, pero la segunda no perjudica la estética del paciente.

Frenectomía: este procedimiento se realiza cuando el frenillo del paciente es demasiado ancho. Consiste en eliminar parte del frenillo o reducir el tamaño de este hasta que los dientes puedan ocupar el lugar que les corresponde.

Carillas dentales: se trata de la técnica más rápida y, además, no causa ningún tipo de molestias en los pacientes. Las carillas dentales son láminas de cerámica que el odontólogo coloca sobre las piezas dentales para que estas tengan una apariencia normal. Las carillas dentales se adhieren a los dientes. No obstante, este procedimiento solo está indicado cuando exista una desproporción entre los dientes y el hueso maxilar. En realidad, se trata de una solución estética.

Si el diastema persiste en su hijo, incluso cuando este haya desarrollado la dentadura definitiva, no dude en visitarnos. En Praxis Dental Toledo contamos con un equipo de expertos con gran experiencia en tratamientos de ortodoncia infantil y carillas dentales. Disponemos de instalaciones y material de gran calidad y  profesionales en odontopediatría. No tenga la mejor duda de que sabremos solucionar el diastema de sus hijos. Además, todos nuestros procedimientos tienen garantía y descuentos.