Mi hijo no quiere ir al dentista: ¿Que debo hacer?

En nuestro blog hemos mostrado en otras ocasiones lo importante que es la salud bucodental para los niños. Para que los mas pequeños puedan presumir de unos dientes sanos y brillantes os expliquemos algunas recomendaciones como: mantener un cepillado diario, hacer uso del hilo dental, restringir los alimentos ricos en azúcar o acudir al dentista cada cierto tiempo. Los niños deben visitar a su odontopediatra al menos una vez cada año desde que cumplen los 3 años de edad o cuando surge su primer diente de leche, para que de este modo el odontologo pueda verificar que todo esta correctamente.

Sin embargo, hay un inconveniente pues muchas veces los niños se niega por activa y por pasiva a ir al dentista. Cuantas veces habremos escuchado a padres quejarse de lo difícil que es llevar a sus hijos al dentista, padres que han tenido que llevar a sus hijos a varias clínicas dentales, niños que tras pasar por consulta salieron igual que cuando entraron ya que no se dejaron intervenir por el dentista.

¿CUAL ES EL ORIGEN DE ESTE MIEDO?

Son muchas las razones por las que los niños pueden tener miedo a la hora de ir a su odontopediatra. Pero fundamentalmente son las tres siguientes:

– Los padres: los niños, principalmente entre 3 y 6 años de edad, son muy observadores y justifican su comportamiento, sus ideas y conductas en base a lo que ven en casa. Es decir, si los padres se muestran temerosos cada vez que tiene que acudir a su dentista, esto lo percibirá el niño que automáticamente pasara a copiar el comportamiento del adulto. Tenemos que tener presente que la odontología ha avanzado muchísimo en los últimos 30 años y lo que a nosotros nos pudo parecer una experiencia traumática a nuestros hijos no tiene porque.

– Miedo al dolor: hay niños que ocultan a sus padres el dolor que están sufriendo en un diente por temor a que este aumente tras pasar por consulta. Los niños adoptan esta idea en base a lo que sus compañeros de colegio les cuentan como por ejemplo, supuestas experiencias traumáticas con agujas o bisturíes que no son reales. Es fundamental detectar cuanto antes el problema y solucionarlo o de lo contrario empeorara.

– Miedo a lo desconocido: este comportamiento esta presente en toda la raza humana. El miedo a lo que no se conoce es un mecanismo de defensa que nuestro cerebro desarrollo hace miles de años para defenderse de agresiones exteriores y así poder sobrevivir. Por ejemplo, cuando el niño acude por primera vez a su odontopediatra todo para el es nuevo y desconocido: el lugar, la habitación, las personas que hay a su alrededor, lo que le van a hacer… Por ello es importante informar a los niños con suficiente antelación que es lo que van a experimentar y que van a sentir.

¿COMO PERDER EL MIEDO AL DENTISTA?

A) Uno mas de la familia: como hemos explicado en artículos anteriores nuestros hijos deben acudir por primera vez al odontopediatra cuando aparece el primer diente de leche. Una vez que haya ocurrido esto es recomendable que sigan visitando a su dentista cada 6 meses ya que de esta manera el especialista no sera un desconocido para el niño. Además, de este modo los niños aprenden a familiarizarse con el entorno que los rodea: las instalaciones de la consulta, las camillas plegables, las herramientas que utiliza el odontopediatra (bisturí, sonda, taladro, fresa, pinzas), etc.

Cuando hayan pasado 1 o 2 años la relación con el odontólogo sera de lo mas natural y divertida, por lo que sera mas complicado que el niño oponga resistencia al ir a consulta.

B) Inculcar el habito de ir al dentista: los hijos son el reflejo de sus padres. Un padre que acude habitualmente al dentista para realizarse cualquier tipo de intervención o un simple chequeo, un padre que no pone impedimentos, que mantiene una actitud positiva cuando va al odontologo, un padre que muestra a su hijo que no hay que tener miedo al dentista, un padre paciente, es un padre responsable con la salud dental de su hijo.

Asimismo, convendría premia a los hijos si se comportan correctamente en la consulta del odontopediatra. Por ejemplo, si el niño se ha portado bien podríamos premiarlo con algo que le guste: golosinas, juguetes, videojuegos…

C) Cuidado con las sensaciones que les transmitimos: en muchas ocasiones los padres sin darse cuenta trasmiten a sus hijos sensaciones negativas sobre lo que significa visitar el dentista. Cuando pronunciamos frases como » el dentista no hace daño», «que te quiten un diente no duele», etc, estamos induciendo a pensamientos negativos al niño son darnos cuenta.

Desde Dentistainfantiltoledo confiamos que estos consejos os sirvas de ayuda y podáis visitar sin problema la consulta con vuestros hijos.