¿Qué es la hipomineralizacion incisivo molar?

Problemas como la caries son mucho menos recurrentes en los niños y adolescentes. Sin embargo, estos pacientes suelen ser los que más a menudo presentan anomalías en la composición del esmalte de sus dientes. Se conocen varias afecciones ocasionadas por un defecto en la estructura del esmalte, unas pueden ser de origen hereditario, otras de origen ambiental y otras aún siguen sin identificar. Una de las anomalías cuyo origen todavía esta por determinar es la hipomineralizacion incisivo molar. En este artículo queremos enseñaros cómo reconocer esta enfermedad y cuales son los problemas que puede ocasionar. Recordad que una identificación precoz y un tratamiento adecuado es la mejor manera de prevenir secuelas futuras en la boca de nuestros hijos.

¿Qué es la hipomineralizacion incisivo molar?

La hipomineralizacion incisivo molar o HIM es una afección, poco común, que consiste en un déficit cualitativo del esmalte de los dientes. Este síndrome afecta, principalmente, a los primeros molares permanentes, pero también puede darse en los incisivos. En otras palabras, se trata de una alteración del color de los dientes debido a la presencia de manchas en su superficie. Estas opacidades o alteraciones del color original del esmalte (blanco) no siempre son simétricas. Por ejemplo, se dan muchos casos en los que el diente está muy afectado por su cara interna, mientras que por la externa tiene un aspecto de lo más natural. Asimismo, el color de estas manchas también varia, pudiendo variar desde el color amarillo o crema hasta el marrón oscuro.

¿Por qué puede ocurrir?

Por el momento, no se sabe cual es el origen de este síndrome. Sin embargo, muchos especialistas lo asocian a factores que pueden influir durante la época de calcificación del esmalte. Ésta comienza poco antes del nacimiento del bebe y se extiende hasta aproximadamente los 4 años de edad. Durante las fases de maduración del proceso de formación del esmalte ocurre algo en el individuo que ocasiona que el esmalte de sus dientes sea de menor calidad. Esto a su vez puede causar que problemas como la caries sean más recurrentes de lo normal y a su vez el proceso degenerativo del diente sea más rápido.

Afecciones vinculadas al síndrome HIM

Aunque cada paciente es distinto, como norma general los niños con esta enfermedad dental presentan los siguientes síntomas:

1.Hipersensibilidad: los molares que presenta un grado muy avanzado de hipomineralizacion suelen desarrollar hipersensibilidad frente a estímulos de frío y calor extremos. Este dolor se debe a que las bacterias de los alimentos consiguen llegar hasta el nervio a traves de las porosidades que presenta el esmalte de los dientes con hipomineralizacion.

2.Caries: como ya hemos dicho anteriormente, los molares con HIM desarrollan con mucha más facilidad caries. Además, cuando esta aparece tiene una progresión mucha más rápida. Si no se tratan a tiempo este tipo de caries, nuestros hijos pueden perder la pieza dental en muy poco tiempo. Además, al ser dientes hipersensibles el cepillado en esta zona no es el correcto o se evita, lo que acelera todavía más el proceso degenerativo.

3.Fracaso en las restauraciones: la morfología alterada de este esmalte conlleva con frecuencia a un fracaso del sellado marginal de las obturaciones, por lo que los molares hipomineralizados suelen requerir múltiples repeticiones de los tratamientos.

4. Mal humor/conducta difícil de manejar: vinculado a niños/as con un grado avanzado de HIM. Como ya hemos indicado, cuando esta anomalía está muy avanzada el paciente se enfrenta constantemente a un dolor intenso y agudo derivado de la hipersensibilidad, lo que repercute en su comportamiento.

Tratamientos de la hipomineralizacion incisivo molar

Como siempre en estos casos, lo más conveniente es llevar a nuestros hijos de manera regular a la clínica odontología. De este modo, se pueden prevenir la mayoría de las enfermedades de la boca, incluida, la hipomineralizacion incisivo molar. En el caso de esta enfermedad, los expertos aconsejan llevar a nuestros hijos al dentista a partir de los 8 años, para evaluar este posible problema. Esto se debe a que es en esta edad cuando los niños comienzas a desarrollar los primeros molares e incisivos permanentes. El manejo de este síndrome debe llevarse a cabo tanto en la casa de paciente como en la clínica.

1.En casa: cuidar la higiene dental de nuestros hijos. Deben cepillarse los dientes después de cada comida con una pasta dental adecuada. Uso una vez al día de un colutorio de flúor con 0,05%. Asimismo, vigilar su alimentación reduciendo el consumo de alimentos ricos en azúcar como, por ejemplo: zumos industriales, refrescos, golosinas o la bollería industrial.

2.En el dentista: en la clínica se dará remedio a la enfermedad a través de tres formas distintas. La primera de ellas -cuando la enfermedad está poco avanzada- consiste en el uso de selladores de fisuras tras la erupción de los primeros molares. La siguiente solución -debe iniciarse lo antes posible- consiste en producir una superficie remineralizada que desensibilizara el diente. Para ello se utilizarán barnices de flúor cada tres meses. Por último, en los casos más avanzados el especialista procederá a la restauración del esmalte a través de composites o ionómero de vidrio, evitando así el avance de la enfermedad.

Si no se trata a tiempo la hipomineralizacion incisivo molar repercutirá seriamente en la salud dental de nuestros hijos. La HIM es un gran reto para los odontopediatras, tanto por la complejidad del tratamiento como por la falta de colaboración de los niños debido a la hipersensibilidad. Por tanto, es de vital importancia realizar un diagnóstico lo antes posible, de tal modo que se pueda iniciar el tratamiento preventivo cuanto antes.

El verano y los dientes de los niños

Con la entrada del verano llegan las vacaciones escolares para los niños. En esta época del año con tanto tiempo libre para jugar con sus amigos, ir a la piscina o de vacaciones, la rutina de nuestros hijos cambia completamente así como su alimentación. Durante estos meses veraniegos los niños consumen más refrescos azucarados, helados y chucherías que en cualquier otra etapa del año, mientras que sus padres suelen ser más permisivos cuando les toca cepillarse los dientes. Sin embargo, se trata de un error más grave y común de lo que imaginamos ya que deberíamos tener en cuenta que la salud bucodental no entiende de vacaciones. Además, durante los días de calor es cuando más trabajan las bacterias de la boca.

Si descuidamos el cepillado de los dientes de nuestros hijos durante el verano, los helados, las chucherías o los refrescos actuaran como el combustible perfecto para que las bacterias actúen con más fuerza y rapidez sobre sus dientes. Al cabo de unas pocas semanas, sin seguir una limpieza bucal adecuada, nuestros hijos pueden comenzar a sufrir las primeras caries de su vida. Por lo tanto, desde Dentista Infantil Toledo queremos mostraros cuales son los hábitos que deben seguir vuestros hijos durante las vacaciones de verano, para que el cambio en su alimentación y en su rutina no afecte a la salud de sus dientes.

ESTOS SON LOS HÁBITOS QUE DEBEN TOMAR LOS NIÑOS PARA CUIDAR DE SUS DIENTES DURANTE EL VERANO.

1) Cuidar su alimentación

Como dijimos anteriormente en verano los niños cambian su dienta ya que consumen muchos más zumos, refrescos, chucherías, dulces y helados. A las bacterias de la boca les encantan los alimentos ricos en azucares ya que les facilita mucho el trabajo. Por lo tanto, debemos intentar que nuestros hijos reduzcan el consumo de estos alimentos y que se cepillen los dientes después de cada comida. Además, las bebidas carbonatadas descalcifican el esmalte de sus dientes de leche fácilmente ya que este es mal débil que el de la dentadura definitiva.

Conviene enseñar a nuestros hijos desde muy pequeños a tomar solo zumos y refrescos sin azúcar. Asimismo, deben tomar mas frutas frescas que helados o chucherías. Las frutas de temporada como la sandia, el melón, la papaya o el melocotón son alimentos muy refrescantes, saciantes y dulces. Por ejemplo, la sandia contiene gran cantidad de agua y al ser tan dulce gusta mucho a los niños pequeños además, no serie necesario cepillarse los dientes tras su consumo.

2) Ojo al cloro de las piscinas

Los productos químicos como el cloro de las piscinas afectan a la salud de los dientes y pueden provocar la aparición de manchas en estos. Esto ocurre porque el agua de las piscinas tienen un PH superior al de la saliva acelerando la descomposición de las proteínicas salivales. Cuando las proteínas salivales se descomponen demasiado rápido se acumulan en los dientes en forma de sarro marrón dando lugar a estas pequeñas manchas de las que hablamos.

Si nuestros hijos se bañan de forma esporádica en la piscina, con que usen de forma regular flúor evitaran este tipo de caries. Recordad que el flúor solo se recomienda en niños a partir de los seis años de edad. En caso de que el niño no haya cumplido todavía los seis años o acuda todos los días a la piscina, se recomienda el uso de un protector oral.

3) Llevar siempre encima un kit de limpieza

En verano las actividades al aire libre estar a la orden del día. Son fechas para pasarlas con nuestros hijos en la playa, la piscina, haciendo senderismo o en un camping, por lo que con facilidad olvidamos llevar encima el cepillo y la pasta de dientes. Recuerda llevar siempre contigo cepillo, pasta, flúor o el hilo dental, para que tus hijos no estén días enteros sin lavarse los dientes.

Si finalmente olvidastés en casa estos accesorio o no los cogistes porque ocupaban demasiado espacio en tu mochila, los chicles sin azuzar servirán para limpiar los dientes de tus hijos. Los chicles sin azúcar son un buen remedio para salir del apuro, sobre todo, cuando se ingieren comidas entre horas como chucherías o dulces. Estos chicles previene la caries y ayudan a eliminar restos de comida sin embargo, solamente el cepillado previene totalmente la caries.

4) Hidratarse correctamente

Los niños pueden sufrir deshidratación en verano pues las altas temperaturas junto con las actividades al aire libre, les obligan a ingerir muchas más agua de lo normal. Cuando no bebemos la suficiente agua la producción de saliva se reduce significativamente, por lo que la boca pierde su acción protectora frente a las bacterias. Debemos prestar mucha atención a la cantidad de agua que toman nuestros hijos durante el verano, obligándoles si es necesario a beber inclusos cuando no tengan se.

Así influye la saliva en los dientes de los niños

La boca es una de las partes mas importantes de nuestro cuerpo, por ella pasan los alimentos, las bebidas, el aire que respiramos…Esta pequeña porción de nuestro cuerpo esta formada por los labios, la lengua, los pómulos y los dientes. Cuidar de los dientes influye en la manera en la que funcionan las otras estructuras y para ello, lo mejor es cepillarlos después de cada comida. Sin embargo, a menudo olvidamos que la saliva es otro factor determinante en el funcionamiento de nuestra boca.

De promedio una persona adulta produce un litro de saliva, pero esta cantidad varia mucho según la edad. Los niños pueden llegar a producir hasta un litro y medio de esta sustancia al día, mientras que los ancianos a penas la mitad de esta cantidad. La saliva es un liquido que producimos los humanos de forma natural para evitar diferentes enfermedades en nuestra cavidad oral como son la caries o el agrietamiento de los labios, y esta compuesta en 99 por ciento de agua. Cuando por distintas razones la producción de saliva es menor de lo normal surgen los primeros síntomas relacionados con la salud bucodental.

LA SALIVA EN LA BOCA DE LOS NIÑOS

Inmediatamente después de que nuestros hijos hallan terminado de comer las bacterias que se encuentran en su boca, incluidas las de los alimentos que acaban de tragar, comienzan su labor. Las bacterias inician un proceso de metabolización en el cual trasforman los alimentos en ácidos que dañan la estructura de los dientes lentamente, hasta que aparece la caries. Por esta razón, nunca nos cansaremos de repetir una y otra vez, que hay que cepillarse los dientes después de cada comida, por muy ligera que haya sido esta.

Sin embargo, la naturaleza nos ha proporcionado un agente natural, la saliva, que en la manera de lo posible reduce el efecto de las bacterias. En primer lugar, la saliva mantiene lubricada la boca provocando que los resto de alimentos y bacterias se desplacen lentamente hacia el interior del cuerpo, por lo que el trabajo de las bacterias se reduce considerablemente. Por ejemplo, los niños que presentan holgura entre sus dientes tienen caries mucho más pronunciadas ya que la saliva no puede eliminar la placa bacteriana de esos rincones. En segundo lugar, se demostró hace mucho tiempo que los niños que respiran por la boca y por tanto, presentan una mayor sequedad, padecen caries a edades más tempranas y en mayor cantidad. Por ultimo, la saliva junto con otros elementos da lugar a lo que conocemos como fluido oral, este fluido se encarga de crear el bolo alimenticio para que podamos tragar los alimentos.

Además, aquellos niños que sufran enfermedades como la bronquitis, el enfisema, la bronquiectasia o el asma, toman a menudo medicamentos que modifican la composición de la saliva. En casos como estos se recomienda que los padres estén muy atentos al cepillado de los dientes de sus hijos pues los medicamentos que toman aumentan el riesgo de caries.

SÍNTOMAS DE SEQUEDAD BUCAL EN NIÑOS

A continuación desvelaremos cuales son las señales que nos indican que nuestro hijo tiene sequedad bucal:

– Saliva densa y muy pegajosa.

– Labios continuamente secos, con grietas y comisuras. Dolor a la hora de abrir la boca en la zona de las comisuras.

– Lengua agrietada, áspera y seca.

– Dificultad a la hora de hablar y sensación continua de sed.

– Se hace muy difícil saborear, mastigar y tragar los alimentos.

AYUDAS PARA AUMENTAR LA PRODUCCIÓN DE SALIVA

Como ya hemos explicado la saliva es un elemento fundamental para cuidar de la salud dental de los más pequeños, por lo que veremos cuales son las pautas que hay que seguir para aumentar su producción.

– Masticar los alimentos: debemos enseñar a nuestros hijos desde que aparecen los primeros dientes de leche a masticar bien los alimentos. Cuando la comida se tritura correctamente extraemos toda el agua que contiene y por lo tanto, utilizamos menos saliva para ingerirla.

– Alimentos que generan saliva: las sopas, los purés, los zumos, las ensaladas y las salsas, son comidas que aumentan la producción de saliva. Además, el regaliz y los chicles sin azúcar estimulan la fabricación de saliva y colaboran a mejorar la higiene bucal, ya que el proceso de limpieza de los de alimentos que quedan en la boca se acelera. Asimismo, los chicles sin azúcar son una fuente rica en calcio y flúor, minerales que protegen el esmalte del diente.

Hidratarse continuamente: al estar formada principalmente por agua es fundamental que los niños con problemas de sequedad bucal beban agua abundantemente, preferiblemente en sorbos pequeños y continuos. La Organización Mundial de la Salud recomienda ingerir entre 1,5 y 2 litros de agua diaria. También se recomienda colocar pequeños cubitos de hielo en la boca ya que de este modo la sensación de sequedad y dolor se aliviara.

Cómo aliviar el dolor de la dentición

Aunque lo normal es que los primeros dientes comiencen a asomarse en sus encías a partir de los 6 meses, tampoco es de extrañar que algunos comiencen a hacerlo antes (incluso se han visto presentes en algunos niños al nacer), como otros que pueden llegar al año sin ningún de ellos. Todo depende de cuando os saliesen a vosotros, los papás, y del sexo del bebé, ya que a las niñas les suelen crecer mucho antes que los niños. Además de que hasta casi los tres años no tendrán la boca completa con todos los dientes de leche.

Este proceso se produce inflamándoseles las encías, sobre todo los incisivos inferiores ya que son los primeros en salir), de tal forma que la tienen más sensible y enrojecida.

Los primeros síntomas de la dentición

Como ya hemos dicho, no es igual en todos los bebés, pero para algunos es algo más doloroso que para otros.

Existen algunos síntomas que suelen ser comunes en todos ellos, los cuales son:

  • Cambios físicos: A causa del dolor y de la propia salida de los dientes, se produce un babeo constante, a la vez que se escuece el culito, ya que durante este proceso su actividad salival se activa en gran medida y esto puede modificar la acidez de su orina, lo que al final les daña la epidermis, además de irritárseles la barbilla, por la gran cantidad de baba que se les cae. En algunos casos, esta dentición les puede ocasionar fiebre, aunque no suele ser muy alta, por lo que si esto se produce lo mejor es consultar con su pediatra.

 

  • Cambios de comportamiento: Normalmente, por el dolor que les produce tienen lloros constantes, llegando a estar muy nerviosos e incluso algunos de ellos no quieren ni comer, ya que al rozarle la encía (ya sea la comida, la cucha o la tetina de un biberón) puede producirles dolor.

 

Un dato curioso es que los dolores y los síntomas se agudizan sobre todo por la noche. Esto se produce ya que se intensifica el latido del corazón al estar en posición horizontal, además de que al no estar distraídos con nada, los propios pequeños se suelen centrar en el propio dolor.

 

Soluciones al dolor de la dentición

El nivel de dolor de cada bebé es diferente, por lo que deberéis probar formas diversas de poder calmar el dolor que se produce cuando comienzan a crecer los dientes de leche en su boca.

Por ello, a continuación os damos algunos consejos para que aliviéis este dolor por el cual todos hemos pasado:

  • Uno de los grandes amantes de los bebés cuando les crecen los dientes son los mordedores, sobre todo de goma y de diferentes texturas y durezas, ya que estos se meten en el frigorífico, y al llevar un gel en su interior, se enfría y les produce sensación de alivio.

 

  • Si ya tiene edad de comer duro, podéis darle un cacho de pan con corteza o galletas, para que le calme la molestia, además de poder darle un cepillo de dientes para bebés, ya que estas, al ser normalmente de silicona, le aportarán un masaje reconfortante. Además, podríamos cambiar la cuchara normal, por una de silicona blanda, además de darle la comida templada.

 

  • Al enrojecérsele el culito, lo mejor es que utilicemos pañales de calidad, que le mantengan seco y así evitar que se le moje e irrite. Además, antes de que se encuentre mojado del todo podemos darle una pomada protectora y dejarle al aire para que se le seque correctamente.

 

  • Otro consejo también es que, mojándote tu dedo con agua fría, le des un pequeño masaje en las encías que ayudará a aliviar su dolor.

 

Si a tu pequeño le están saliendo los dientes y te surge cualquier otra duda que no hemos tocado en este post, llámanos al 925 493 012 o acude a nuestra clínica Praxis Dental y te ayudaremos en todo lo que podamos.

El chupete y sus consecuencias en la boca de los niños

Aunque no lo creas, el chupete no es algo indispensable para la vida de un bebe, sino que es un simple sustituyente del pecho materno para cuando no le toca la toma.

Cuando los niños tienen el chupete en su boca, sus labios están entreabiertos, a diferencia del momento en el que maman que están totalmente abiertos, por lo que esto podría producir que no se agarrasen de igual forma al pecho, y por lo tanto que la toma no sea eficaz.

El chupete es un sustituto del pecho que hace que se calme cuando no se alimenta, además de ayudar a los bebés que no toman pecho a protegerlos de la muerte súbita, pero si se utiliza durante un largo tiempo puede ser nocivo para su salud bucal.

 

¿Qué problemas pueden ocasionar los chupetes en la salud de los niños?

Los chupetes pueden ocasionar diferentes problemas de salud para los niños como son:

  • Maloclusión en las arcadas dentarias, sobre todo en niños que continúan utilizándolo hasta los 5 ó 6 años.
  • Puede provocar caries si se suele untar con miel o sustancias dulces para que lo chupe y le apacigüe.
  • Duran menos tiempo tomando el pecho que los niños que no utilizan chupete.
  • Los niños que utilizan el chupete durante todo el día pueden ver afectado su desarrollo en el habla, ya que no permite que aprendan a mover adecuadamente la lengua para vocalizar.
  • Pueden sufrir retrasos del habla, ya que al ir con el chupete dentro de la boca tienden a no contestar o hacerlo con monosílabas.
  • Utilizar el chupete durante mucho tiempo puede llegar a provocar que los niños tengan un 30% más de posibilidades de padecer otitis.

 

¿Cuándo y cómo deben abandonar el uso del chupete?

Según la Asociación Española de Pediatría, el uso del chupete debe abandonarse al cumplir el primer año de vida de los niños, ya que la edad de máximo riesgo de muerte súbita ha sido superada, además de la propia necesidad de mamar.

Para conseguir que los pequeños abandonen el uso del chupete podemos hacerlo de la siguiente forma:

  • No recurras a castigos para que deje de utilizarlo
  • Unta la tetina con sustancias como vinagre, limón o pimienta, ya que son desagradables al gusto y suelen hacer que rechacen el propio chupete.
  • Puede darle un regalo a cambio del chupete, diciéndole que se lo ha llevado alguien o se lo han dejado olvidado en algún lugar al que no pueden volver a por él.
  • Cortar la tetina o pincharla para hacer que tengan una sensación desagradable al chuparlo.

 

Si tiene cualquier duda sobre este procedimiento o la salud dental de su pequeño, acuda a nuestra clínica Praxis Dental y le ayudaremos a resolverlo.

 

La odontofobia infantil

El miedo al dentista, también llamada odontofobia, en ocasiones viene originada por ser algo totalmente desconocido para los más pequeños. Además, si el niño es muy nervioso o ha tenido una mala experiencia anteriormente, esto puede producirle pánico a acudir en otra ocasión.

Además, en este último caso, esto les puede provocar un trauma en el futuro, además de que muchos de ellos suelen tener cuadros de ansiedad durante el tratamiento.

¿Qué síntomas nos indican que los niños tienen miedo al dentista?

Los síntomas de que los más pequeños tienen miedo a acudir al dentista son:

  • Lloros al llegar a la clínica
  • Esconderse detrás de los padres
  • Movimientos que impiden al dentista que lo examine
  • Ponerse enfermo antes de la consulta con el dentista

La primera vez que se acude al dentista con el pequeño, se le examinará toda la boca y piezas dentales, así como la dureza, el color, las caries o algún otro problema que puedan presentar. Cuando estos problemas se deben solucionar mediante un tratamiento más laborioso, esto puede hacer que el pequeño pueda sufrir taquicardia, sudoración excesiva, pueda alterarse su respiración o llorar de forma incontrolable.

¿Qué técnicas podemos utilizar para eliminar este miedo al dentista en nuestros hijos?

Si quieres que el miedo que tiene tu hijo a acudir al dentista desaparezca, puedes seguir alguno de los siguientes consejos para que se convierta en una buena experiencia:

  • Puedes hablar con la clínica, y su odontólogo para ver si cabría la posibilidad de utilizar una ligera sedación en su próximo tratamiento para que no se entere de lo que le vayan a hacer y sea una experiencia que volviese a repetir
  • Visita la clínica con él antes de tener la cita, que la conozca, que le presenten al odontólogo, para que así sus miedos vayan desapareciendo poco a poco. Además, puedes convertir esto en un hábito, y acudir con asiduidad al dentista para que este miedo desaparezca y le guste la experiencia.
  • Incentivarlo con pequeños regalos como chocolatinas o chucherías, recordándole siempre que debe limpiarse los dientes, o algún pequeño juguete que lo entretenga durante el tratamiento para mantenerlo entretenido.
  • Felicitarle por su valentía y lo bien que se ha portado durante la cita, para que se anime a no tener miedo las próximas veces.

Si tienes alguna duda más sobre este tipo de problema, no dudes en llamar a nuestra clínica Praxis Dental y te ayudaremos en todo lo que nos sea posible.

Las llagas en la boca de los más pequeños

Este es uno de los problemas más comunes, que todo el mundo ha pasado, ya sea de niño o de adulto.

Las aftas bucales, también se les llama así, son principalmente de origen vírico y se curan en un corto espacio de tiempo, aunque durante el cual, hacen muy dificultosa la ingestión de comida debido a que son muy dolorosas.

 

¿Qué son las llagas bucales?

 

Se trata de pequeñas úlceras de color blanco o rojizo que se forman en las paredes de la boca, cerca de los labios, e incluso debajo de la lengua. Cuando pasan a tener un color blanco, normalmente es porque han comenzado a curarse. Estas varían de tamaño dependiendo del grado de infección, y además pueden salir de una en una, o incluso de forma masiva.

A pesar de que sean un poco desagradables a la vista, estas se van en un corto espacio de tiempo, aunque parezca todo lo contrario, en 7 ó 10 días habrán desaparecido.

 

¿Cuáles son las principales causas de la aparición de llagas en la boca?

 

  • Infecciones

Estas úlceras pueden aparecer debido a un virus, una bacteria o un hongo, aunque lo más normal es que sea la primera, y normalmente se trata de un herpes simple. A estas heridas dentro de la boca se les llama herpanginas, y cuando los que las presentan son bebés, estos pueden tener unas décimas de fiebre y mostrarse incluso irritables en su comportamiento. En su caso, estas llagas se suelen extender por fuera de la boca, en sus labios y mejillas, y son altamente contagiosas, por lo que hay que tener mucho cuidado de que no se nos peguen.

  • Traumatismos

Este puede haberse producido por una mordedura o incluso que se haya producido una herida al cepillarse los dientes, solo en el caso de que no haya más síntomas. En este caso la llaga solo producirá dolor en la propia úlcera.

  • Otras enfermedades

Algunas enfermedades de carácter inmunológicos provocan que aparezcan llagas en la boca. Es muy importante en este caso acudir a un odontopediatra o al propio pediatra para encontrar el origen de la enfermedad y un tratamiento que se adecúe a la misma.

 

¿Cómo tratar y prevenir la aparición de llagas en la boca de los más pequeños?

 

Tanto los antibióticos como los antiinflamatorios son inútiles en estos casos, puesto que lo único que alivian son los síntomas de las mismas. Lo mejor para su curación es la utilización de un antiséptico adecuado que deberéis aplicar en su boca.

Es muy importante el cepillado de sus dientes, o se enjuague solo en el caso de que no pueda cepillarse debido al dolor, para hacer desaparecer las bacterias del resto de la boca.

Si quieres ayudar a calmar el dolor de tu pequeño, también lo puedes hacer a través de la alimentación, haciendo que no coma alimentos demasiado ácidos o salados, preparándole alimentos semilíquidos como los batidos o zumos de fruta y verdura.

¿Por qué les salen manchas en los dientes a los niños?

Normalmente los dientes de los más pequeños son de color blanco al iniciar su aparición, pero con el paso del tiempo, el color de los mismos va alterándose.

A pesar de que el color en algunos casos no es el blanco inicial que tienen cuando les salen sus primeros dientes de leche, no tienen por qué estar manchados, sino que cada persona tiene una tonalidad de color diferente en sus piezas dentales. El tema a tratar viene cuando aparecen unas manchas en los dientes de un color que nada tiene que ver con el normal de las piezas del niño.

Tipos de manchas en los dientes según su color

 

  • Gris oscuro / negro: Puede provenir de un derrame de sangre en la pulpa del diente, lo cual no podrá ser eliminado por ningún tratamiento. Esto podría provenir de un traumatismo o un diente roto.

 

  • Marrón grisáceo: Este color también puede ser producido después de un golpe o al romperse. Este proceso se conoce como necrosis o gangrena pulpar. Este problema puede producirse por otros motivos, pero normalmente son por los mencionados.

Esto ocurre cuando el tejido pulpar del interior del diente se inflama e impide que el riego sanguíneo sea el correcto, por lo que se degrada el tejido y se produce una degeneración. Por este motivo el diente pierde la sensibilidad, pero es muy doloroso al tocarlo debido a que sale pus y bacterias a la periápice.

  • Amarillo – verdoso: Se trata de una mancha producida por la escasa limpieza de los dientes al hacerse un cúmulo de Para eliminarla es necesario utilizar un abrasivo, pero tenderá a volver a aparecer, por lo que lo más conveniente es insistir en las zonas manchadas del diente durante el cepillado y mejorar la limpieza diaria de los mismos.

 

  • Naranja: Esta también puede estar producida por múltiples bacterias, las cuales se pueden eliminar con una buena limpieza bucal. Estas se crean al final del diente, junto a las encías, o en la parte interior del diente, ya que se llega en menor medida con el cepillo.

 

  • Negro: Esta mancha puede producirse por:

Utilización de medicamentos con una fuerte base de hierro, aquellos que tuvieron que ser administrados en tubos de cristal (para evitar el contacto con los dientes). A pesar de que no se elimina frotando ni cepillándolo, con el paso del tiempo irá desapareciendo poco a poco sin utilizar nada para remediarlo

Caries: Cuando la caries pasa a su fase final toma este color, ya que las bacterias ya se han hecho dueñas de la pieza dental. Una vez que esta caries se extiende, el resto del diente puede llegar a hablandarse, por ello lo mejor es acudir rápidamente al odontopediatra.

  • Amarillo / marrón: Este color de las manchas puede producirse debido a la utilización de antibióticos con tetraciclina. Este medicamento no debe utilizarse en el embarazo, ya que aunque los dientes tardan en salir, se empiezan a formar en el útero materno, lo que puede hacer que estos salgan con esa coloración. Podría ocurrir tanto en los dientes temporales como en los definitivos.

 

  • Blanco: Las manchas de color blanco pueden provenir por diversos motivos, pero los más frecuentes son:

Fluorosis: Esto es debido a la utilización excesiva de pastas de dientes con fluor. Las manchas aparecen con un aspecto moteado al perder parte del esmalte en algunos casos y quedar expuesta la dentina. En algunos casos estas manchas pueden tener otros colores debido a que la dentina anteriormente mencionada se tiñe con el color de diferentes sustancias que puedan ingerir.

Caries: En sus etapas iniciales la caries se ve de color blanco, también llamada caries de leche. Esto se produce debido a la desmineralización del esmalte. Para que este color desaparezca y consigo eliminar este problema, se debe curar y eliminar la caries para que no continúe avanzando y el problema vaya a mayores.

Como has podido ver cada color indica un tipo de problema totalmente diferente y variable en cada uno de los casos. Por ello lo mejor para evitar este tipo de problemas es tener una buena higiene dental y practicar de forma correcta el cepillado en los dientes de los más pequeños.

Además, es necesario acudir de cada cierto tiempo, o en vista de la aparición de algún problema al odonpediatra, por lo que desde Praxis Dental les animamos a hacernos su primera visita y cuidar de forma adecuada los dientes de los más pequeños.

¿Cómo debe ser la pasta de dientes infantil?

El cepillado con una buena pasta de dientes es el mejor método para prevenir la aparición de caries, el principal problema de los más pequeños, y la placa bacteriana. Esto acompañado de una buena dieta, podrá hacer que la salud dental de nuestros hijos sea envidiable.

Hay que tener muy en cuenta que la utilización de pastas de dientes con flúor en niños puede desembocar en diferentes problemas, debido a que, si se ingieren de forma accidental pueden producir:

  • Fluorosis esquelética: Esto significa que el flúor se puede acumular en los huesos, debilitándolos de tal manera que los hace mucho más frágiles y quebradizos.

 

  • Fluorosis dental: El flúor se va acumulando en los dientes, ya sean de leche o definitivos, y esto puede hacer que en un futuro tras ser golpeados o sufrir una caída se rompan fácilmente, además de poder sufrir tinciones en los mismos de por vida.

 

Por ello es muy importante saber elegir una buena pasta de dientes, y hay que tener en cuenta la concentración de flúor en la misma.

Esta deberá variar según la edad del niño, lo cual habrá que ir adaptando a medida que este vaya creciendo. Hay que tener mucho cuidado ya que las pastas dentífricas que más flúor tienen son las mejores para prevenir la caries y guiándonos con ello, puede derivar en otros problemas.

 

¿Cómo deben utilizar la pasta de dientes los más pequeños?

 

Las recomendaciones para el uso de pasta de dientes con flúor en niños son las siguientes:

  • De 6 meses a 2 años: Dos veces al día con una pasta de dientes con 500 ppm (partes por millón) de flúor y la cantidad similar a un guisante. No es seguro que esta cantidad de flúor sea efectiva, por lo que lo más recomendable, es que en estas edades aprendan a cepillarse, aun sin pasta de dientes, para adquirir el hábito de hacerlo diariamente.

 

  • De 2 a 6 años: Dos veces al día con una pasta de dientes que contenga entre 1.000 y 1.450 ppm de flúor, con la misma cantidad que en la anterior etapa. Esta cantidad de flúor ya es efectiva, en la protección de caries, por lo que es totalmente recomendable que practiquen el cepillado con la pasta de dientes.

 

  • A partir de 6 años: Dos veces al día con una pasta de dientes con 450 ppm de flúor y con 1 ó 2 cm de pasta dentífrica.

La elección entre las diferentes pastas de dientes que hay en el mercado ya estaría en manos de los padres o de los propios niños, ya que existen diferentes sabores.

Además, existen algunas pastas de dientes que no contienen gluten y son las más recomendables para personas celíacas.


 

 

¿Qué pasta de dientes es la más adecuada?

 

Si quieres conocer la cantidad de flúor que tiene cada dentífrico, a continuación os dejamos una lista de los más conocidos y recomendados para niños:

 

  • Primeros dientes Chico: 0 ppm
  • PhB Petit: 250 ppm
  • Signal Dentífrico Infantil: 450 ppm
  • Lacer Infantil Gel Dental: 500 ppm
  • Fluor Kin Infantil: 500 ppm
  • Fluocaril Gel Kids: 500 ppm
  • Fluor Kin Junior Gel: 800 ppm
  • Gum Junior Pasta Dental: 1.000 ppm
  • Vitis Junior: 1.000 ppm
  • Elmex AC Junior: 1.400 ppm
  • Interapothek Gel Dental: 1.469 ppm
  • Lacer Junior: 1.500 ppm

 

 

Si tienes alguna duda sobre cuál es la más aconsejable para tus pequeños, acude a nuestra clínica Praxis Dental y resolveremos todas tus dudas.

Los dientes de leche: Un ciclo de cambios

Cada niño es diferente, y por tanto, esto se puede reflejar en su boca. Algunos tienen sus primeras apariciones de los dientes de leche a los pocos meses de nacer, mientras que otros al contrario, puede que tengan que esperar casi a cumplir un año.

¿Cuándo comienzan a crecer los dientes de leche?

Por regla general, se supone que a los seis meses pueden empezar a aparecer sus primeros dientes. Si no ocurre así, no hay que preocuparse, ya que esto no quiere decir que el niño tenga una carencia de calcio, ni se le deban administrar suplementos. Solo habría que preocuparse en el caso de que a los 14 o 15 meses aproximadamente, no hubiese ningún síntoma de erupción dentaria.

Cuando comienzan a crecer sus primeros dientes, estos al principio pueden estar ocultos bajo las encías durante semanas, o pueden aparecer de forma repentina sin ningún síntoma ni aviso.

Normalmente, cuando el diente está a punto de salir, la encía cambia su color, enrojeciéndose, hinchándose, y al tocarla se puede notar una protuberancia dura de color blanco. Además, esto puede molestar al pequeño e irritar la zona por la que vaya a aparecer su primera dentición.

Los síntomas que acompañan esta primera aparición dentaria son fiebre, como los propios de un resfriado, e incluso diarrea.

¿Cómo puedes aliviar el dolor de la aparición de sus primeros dientes?

Para calmar el dolor bucal de los más pequeños, puedes seguir algunos consejos:

  • Con una gasa estéril, envuélvete el dedo y masajea su encía.
  • Utiliza un mordedor especial de goma dura, esto le aliviará las encías y con su forma y colores lo distraerá del propio dolor. Además, hay algunos que están preparados para enfriarse en el frigorífico, lo que le puede ofrecer mayor efecto anestésico.
  • Existen también algunas pomadas específicas y naturales, que le calmaran el dolor.

¿En qué ordena aparecen los dientes de leche?

Dependiendo de la alimentación del bebé, los dientes salen de una manera u otra, aunque por lo general, los primeros en hacerlo son los incisivos, tras ellos los molares, y por último los caninos.

Este proceso puede llegar a durar hasta los 3 años, cuando ya deberían tener su boca completa con las 20 piezas dentales.

¿Cuándo serán sustituidos por los dientes definitivos?

Lo normal es que a partir de los 5 años, sus pequeños dientes comiencen a moverse. Estos, además, coincidirán con el orden de aparición, ya que serán los primeros en caerse. Así mismo, este cambio se realizará hasta la edad de 12 años.

La caída de los dientes de leche, se produce por el propio empuje de los dientes definitivos. Para ello, debemos esperar a que sea el propio diente el que caiga, y no arrancarlo, ya que puede formar maloclusiones futuras. Por otro lado, también en ocasiones los dientes finales pueden aparecer, sin que los propios dientes de leche se hayan caído. Esto se conoce como dentadura de tiburón, que lo trataremos más profundamente en el siguiente post.

Los dientes definitivos, son más grandes que los de leche, e incluso menos blancos y más afilados, lo cual se irá desgastando con el paso de los años.

Por ello se debe prestar especial atención en una correcta educación sobre higiene dental, supervisando los cepillados y acudiendo a Praxis Dental para cualquier duda que les pueda surgir sobre este tema. Nosotros estaremos encantados de poder ayudarles.

La anestesia en la odontopediatría

Muchos padres cuando acuden nuestra clínica nos preguntan sus dudas sobre el uso de la anestesia en los más pequeños. Esta es una de sus principales preocupaciones cuando el niño debe someterse a algún tratamiento dental.

En casi todos los tratamientos se utiliza la anestesia local

Normalmente, cualquier procedimiento odontológico necesita anestesia local para evitar que el paciente sienta el dolor que pueden producir algunos de los tratamientos que realizamos en dientes o encías, ya sea un adulto o un niño.

Por ello, cuando acuden padres acompañados de sus hijos a nuestra Clínica Praxis Dental, nos encargamos de explicarles todo lo que necesiten, y por supuesto, cómo se realiza la anestesia local en edades infantiles. Este es un proceso que adaptamos al organismo del niño, para evitar el propio dolor que puede sufrir pero sin hacer ni provocar que pueda tener efectos secundarios en su cuerpo. Además, le explicaremos al pequeño sobre la sensación que tendrá en su boca tras la anestesia, ya que es algo que puede que no haya experimentado nunca.

Los niños, al igual que los adultos, experimentan la misma sensación de dolor tratamientos odontológicos, por ello es imposible someter a un niño a un tratamiento sin anestesia. La cantidad de esta última variará en función del peso del niño y su edad, por lo que la dosis no tiene nada que ver con la que se le puede llegar a administrar a un adulto.

La sedación infantil es algo normal, debido a que los niños se someten en numerosas ocasiones a intervenciones odontopediátricas como los empastes dentales para poner fin a sus caries. Estas por tanto necesitan anestesia local.

Dejando a un lado el miedo al dentista

Cuantas menos molestias y menos dolor tengan los niños en el tratamiento, menos rechazo y miedo mostrarán al tener que volver a la consulta. A través de un uso adecuado de la anestesia local en los niños, conseguiremos que sea una experiencia agradable y así reducimos la posibilidad de problemas de ansiedad en tratamientos posteriores.

Nuestra Clínica Praxis Dental, está especializada en el cuidado dental de niños y adolescentes, por lo que dominamos a la perfección la dosis de anestesia que deben recibir nuestros pacientes para que puedan recibir los tratamientos que les sean necesarios de manera indolora.

 

La gingivitis infantil

El sangrado de las encías tanto en niños como adultos es un alarmante de que el tejido de soporte de los dientes está dañándose.

La principal causa de la aparición de problemas en las encías o gingivitis en los niños es debido a la acumulación de placa bacteriana en dientes, o en las propias encías por una mala higiene dental. Si esta no se elimina se produce una inflamación y por consecuencia, se retraen. Por ello es muy importante que los niños cuiden su boca y tengan unos hábitos adecuados en su higiene dental. Este es un problema muy común, sobre todo en niños mayores de 7 años de edad. Es importante también vigilar su higiene dental cuando los pequeños entran en la pre adolescencia, ya que los cambios hormonales aumentan la circulación sanguínea facilitando por tanto la inflamación de las encías.

¿Cuáles son los síntomas de la gingivitis infantil?

Este problema se presenta cuando se produce:

  • Inflamación y enrojecimiento de las encías
  • Dolor en los dientes
  • Sangrado al comer o cepillarse los dientes
  • Sensación de que las encías se mueven y los dientes se separan
  • Alitosis
  • Abcesos en las encías, en los casos más graves

¿Qué es la gingivitis herpética?

 

Esta tipología de gingivitis aparece en bebes mayores de seis meses y se trata de una infección viral. En su boca aparecen llagas, y al igual que en la gingivitis simple, sus encías se inflaman, se enrojecen e incluso sangran. Además, este problema les puede producir fiebre, dolor de garganta, problemas al tragar e incluso inflamación en los ganglios del cuello.

Esta gingivitis se trata con un antiséptico y un anestésico tópico para ayudar a calmar el dolor, además su pediatra puede prescribirle un antivírico oral para la propagación del virus. Con un adecuado tratamiento, la fiebre podría ceder en una semana, y las llagas se curarían en aproximadamente dos semanas.

¿Cómo prevenir la gingivitis en los niños?

 

Es necesario que los padres vigilen y enseñen a sus hijos buenos hábitos de higiene bucal, para ello deben llevarlos periódicamente a revisiones odontológicas desde su nacimiento. Existen diferentes elementos como cepillos, vasos y dentífricos diseñados especialmente para atraer a los más pequeños, y así, de manera divertida lavarse los dientes les pueda resultar incluso un juego.

En Praxis Dental le enseñaremos diferentes técnicas de cepillado y cuáles son los dentífricos adecuados para la correcta salud bucal del niño. Además de revisar toda su boca y aconsejarle los tratamientos más adecuados para darle solución a este problema.