Chicles, ¿enemigos de la salud dental de los más pequeños?

Siempre se ha vinculado este alimento con la aparición de las caries por las variedades que contienen un alto contenido en azúcar pero, aunque parezca increíble, también tiene algunos beneficios para los niños, e incluso para sus padres.

 

Ventajas del chicle para los niños

La principal ventaja es que masticar chicle ayuda a producir una mayor cantidad de saliva, por lo que favorece a hacer la digestión y no tener la boca seca, además de reducir la ansiedad y el hambre, y es una forma de evitar que los niños estén picando a deshora.

Además, es un método muy común para ayudarles a reducir los nervios. Los chicles que tienen xilitol, ayudan también a reforzar el esmalte, frenar la aparición de placa o incluso aportan fosfato de calcio. En otras ocasiones, algunos médicos puede recomendarlos para algunos tipos de otitis.

Además, si no tenemos a mano un cepillo de dientes, le puede ser de utilidad mascar chicle ya que le limpiará los dientes aunque no sea un total sustituto del cepillado.

 

Inconvenientes de los chicles en los más pequeños

Al igual que tiene ventajas, también tiene diferentes inconvenientes para su salud, sobre todo si se abusa de su uso.

Además, al ingerirlo y masticarlo para evitar la ansiedad de comer, puede originar gases y por lo tanto problemas gastrointestinales. Además, que incluso en algunos casos, si se excede su uso podría influir en el desarrollo de la mandíbula, a la vez que puede provocar dolores de cabeza, oídos y muelas, por lo que no se recomienda su uso hasta que el niño cumpla los 4 años.

Como dijimos al principio de este artículo, una de las principales desventajas de los chicles, es que los que contienen azúcar pueden provocar caries, diabetes e incluso sobrepeso.

Por otro lado, en el caso de que el niño utilice ortodoncia, es recomendable que este no utilice los chicles ya que pueden quedar restos de los mismos pegados a los brackets.

Por lo tanto, la decisión queda en vuestras manos sobre dejar que coma chicle o no a vuestro hijo, ya que ya tenéis presentes todas las ventajas y desventajas sobre su consumo.

Si tienes cualquier otra duda, puedes venir a nuestra clínica Praxis Dental y resolveremos encantados todas las preguntas acerca de la salud bucal de tu hijo, e incluso cualquier problema sobre vuestros dientes.

¿Por qué guardar los dientes de leche puede salvar vidas?

Casi todos los padres guardan los dientes de sus hijos como recuerdo, los cuales le mostrarán al desvelar el misterio del Ratoncito Pérez. Pero lo que muchos desconocen es que el hecho de guardarlos podría ayudarles a salvar vidas.

Además de ser dientes de transición, tienen un gran poder en su interior: contienen células madre. Estas se encuentran dentro de la pulpa de la pieza, protegidas y totalmente esterilizadas, las cuales también podemos encontrar en el propio cordón umbilical al nacer.

 

¿Qué son las células madre que tienen los dientes?

 

Las células madre adultas (CMA) están en todo nuestro organismo, con el objetivo de ayudarnos a cicatrizar, o lo que es lo mismo, a reparar tejidos.

Las células madre son una pieza clave para enfermedades como el párkinson, alzheimer, diabetes mellitus tipo I, e incluso para algunos tipos de cáncer, ya que se utilizan para regenerar la médula ósea después del tratamientos; regenerar el corazón después de haber sufrido un infarto; trasplantes de piel, por ejemplo tras haber sufrido quemaduras; regeneración del hígado; regeneración de las neuronas, en pacientes que sufren parálisis; regeneración de la sangre, huesos o cornea.

Por ello se necesita una buena cantidad de las mismas para utilizarlas en tratamientos de medicina regenerativa, y que a su vez podamos multiplicar para utilizarlas.

Estas normalmente tan solo se podrán utilizar en ellos mismos en un futuro, y en familiares haciendo una prueba de compatibilidad para ver si pueden utilizarse.

 

¿Dónde se encuentran dentro del diente?

 

Estas células madres están dentro de la pulpa dental, un tejido blando en el que se albergan hasta dos docenas de CMA de gran calidad, las cuales tienen gran capacidad de multiplicarse, obteniendo hasta trillones de las mismas. Por lo que si cada diente alberga esta cantidad de células madre, imagínate lo que podemos conseguir con 20 piezas de los mismos.

Lo más adecuado para la conservación de las mismos son los bancos especializados en su preservación, en los cuales son guardados en cámaras de criopreservación con nitrógeno líquido, a los cuales se debería acudir durante las 48 horas posteriores desde la caída del propio diente o la extracción del mismo.

Si tienes cualquier duda sobre este tema o los dientes de tu hijo, acércate a nuestra clínica Praxis Dental y resolveremos todas las dudas que tengas.