El mal aliento en los niños

 

El mal aliento le ocurre a todo el mundo, incluso a los niños. No es raro despertarse con una carita somnolienta lista para un abrazo matutino, solo para ser recibido con un soplo inesperado y desagradable mal aliento. Si bien el mal aliento ocasional es normal, los problemas persistentes pueden indicar algo más. Exploremos por qué los niños experimentan mal aliento, cómo controlarlo y cuándo comunicarse con su dentista pediátrico.

¿Qué es el mal aliento o halitosis?


La halitosis o mal aliento es una afección muy recurrente tanto en adultos como niños. De hecho, resulta bastante normal que los más pequeños de la casa experimenten episodios esporádicos de mal aliento tras consumir alimentos con un fuerte aroma como el ajo, la cebolla o determinados quesos. Por otro lado, el aliento matutino también es otro responsable de la halitosis debido a la sequedad de la boca tras una noche de sueño larga y agradable. No obstante, si el mal aliento persiste incluso tras el cepillado de los dientes, es importante profundizar un poco más en cuáles son sus causas.

¿Qué provoca el mal aliento en los niños?


Los padres no deberían preocuparse demasiado por el mal aliento de sus hijos. No obstante, cuando la halitosis es persistente en los pequeños, podría ser un síntoma de algo más grave. Estas son las razones más frecuentes por las que los niños tienen mal aliento:

Higiene dental deficiente y/o presencia de caries: los pequeños de la casa aún están en una etapa de aprendizaje en lo que respecta al cepillado de sus dientes y el uso del hilo dental. Por lo tanto, es normal que algunos de ellos no sigan un correcto hábito de higiene bucodental. Con el paso del tiempo, esto puede provocar que desarrollen caries dentales y mal aliento. Si cree que su hijo no se cepilla correctamente o evita el uso de la seda dental, probablemente esta sea la causa de su halitosis.

Xerostomía y respiración bucal: la sequedad bucal es otro motivo muy común de la presencia del mal aliento en los niños. Cuando los peques de la casa respiran por la boca en lugar de la nariz, la producción de saliva se reduce. Como ya hemos explicado en otras ocasiones, la saliva desempeña un papel crucial en la eliminación de las partículas de alimentos y bacterias, por lo que su ausencia puede causar olores desagradables. Respirar por la boca en vez de la nariz es un fenómeno muy recurrente en los niños, sobre todo, cuando están resfriados y sufren algún tipo de alergia.

Enfermedades e infecciones: determinadas enfermedades (por ejemplo, resfriado, inflamación de garganta o infección de los senos paranales) provocan que la nariz de los niños estén tapadas continuamente, favoreciendo el desarrollo del mal aliento. Las bacterias se alimentan de la mucosidad generada durante estas enfermedades, generando también olores desagradables. La halitosis también puede ser causada por la amigdalitis y otras infecciones similares, ya que las bacterias pueden acumularse en las amígdalas y la garganta.

Llagas y aftas en la boca: las úlceras, cortes o llagas en la boca a veces pueden provocar mal aliento, especialmente si se infectan. Otras afecciones, como el reflujo ácido, pueden hacer que los olores suban desde el estómago hasta la boca.

Medicamentos: determinados fármacos tienen como efecto secundario la sequedad de la boca y, por tanto, pueden contribuir al desarrollo del mal aliento. Si su hijo ha comenzado recientemente a tomar un nuevo medicamento y su aliento ha cambiado, esta podría ser la razón.

¿Cómo deshacerse del mal aliento en los niños?


La buena noticia es que la halitosis suele requerir un tratamiento sencillo. Con una pequeña modificación de hábitos y constancia, los padres pueden contribuir de manera crucial al mantenimiento de un aliento fresco y dientes sanos de sus hijos. Estos son las medidas más importantes a desarrollar:

Cepillado, hilo y colutorio dental: la base de un aliento fresco es una buena higiene bucodental. Los padres deben alentar a sus hijos a:

-Cepillarse los dientes tres veces al día (una por cada comida principal) como mínimo durante dos minutos cada vez. Además, es importante comprobar que los niños emplean la técnica adecuada: primero, los dientes superiores; después, los inferiores.

-Utilizar seda o hilo dental tras el cepillado de los dientes, de tal manera que se asegure la eliminación total de los restos de comida que haya podido quedar en los lugares inaccesibles para el cepillo.

-Cepillarse la lengua, ya que esta tiene la capacidad de alojar bacterias y partículas de alimentos.

-Usar enjuagues bucales tras el cepillo y el hilo dental. Es importante que los colutorios estén al menos durante 30 segundos dentro de la boca antes de que los niños los escupan. Se recomienda el empleo de los enjuagues bucales por parte de los niños a partir de los 6 o 7 años de edad.

Correcta hidratación y alimentación: para evitar el mal aliento, también es importante animar a los niños a:

-Consumir el agua suficiente a diario. Como ya se indicó, el agua es esencial a la hora de mantener una producción adecuada de saliva. La saliva contribuye a eliminar las bacterias y restos de comida, evitando así el mal aliento. Además, se recomienda restringir el consumo de bebidas azucaras por parte de los niños, ya que favorecen el desarrollo de la caries en los dientes.

-Ingerir alimentos que ayudan a no tener mal aliento, como frutas (manzanas, naranjas, ciruelas o peras), verduras (zanahorias, espárragos, lechuga o el brócoli) o yogures sin azúcar. Por el contrario, restringir el consumo de alimentos como la cebolla, el queso azul o las golosinas.

Chequeos dentales regulares: las visitas dentales de rutina son esenciales para detectar y abordar problemas como la acumulación de placa, caries y problemas de encías. Los odontopediatras también ofrecen consejos útiles para la mejora de la higiene bucodental de los niños.

La mayoría de las veces, el mal aliento de su niño desaparecerá después de implementar una mejor higiene bucal. Sin embargo, algunos niños padecen la halitosis de forma crónica. Si un dentista determina que la boca de su hijo está saludable, es posible que lo transfieran a un médico de atención primaria para realizar pruebas adicionales y diagnosticar la causa subyacente de la halitosis. Sin importar cuál sea la causa del mal aliento, enseñarles a los niños a formar buenos hábitos de cuidado dental a una edad temprana puede ser vital en términos de su salud bucal en la adultez.