¿Por qué debemos evitar que los niños se chupen el dedo?
- febrero 23rd, 2017
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- praxisdental
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- Prevención infantil
Algunos bebes y niños tienen el hábito de chuparse el dedo en sus primeros años de vida, pero esto no debe prolongarse en el tiempo, ya que puede ocasionar diferentes problemas y complicaciones en su salud dental. Por ello, es muy importante que los padres se mantengan atentos a este hecho e intenten corregirlo y ponerle fin antes de que sea demasiado tarde.
La succión es un reflejo del bebe desde mucho antes de nacer. Además de provenir por una función nutritiva, a algunos niños les proporciona seguridad, tranquilidad o incluso placer.
La primera forma de evitar que esto ocurra es a través de la utilización del chupete cuando todavía son muy pequeños, ya que esto cumplirá las mismas funciones, pero debemos mantenernos al tanto y empezar a quitárselo con el paso del tiempo.
Casi todos los niños chupan sus dedos, o el chupete, durante el primer año de vida, con la aparición de los primeros dientes. Esto les dará una cierta tranquilidad al dolor que les produce su crecimiento. Deberán dejar de hacerlo al llegar a los dos años de vida, aunque algunos niños siguen metiendo el dedo en su boca hasta incluso los seis años.
Este hábito debemos hacer que desaparezca debido a que puede hacer que aparezcan problemas dentales, maxilofaciales e incluso en el lenguaje, sobre todo si su pequeño lo sigue haciendo más allá del tiempo mencionado anteriormente.
Algunos de los problemas más comunes que puede ocasionarle son:
- Cambio en la orientación de las arcadas dentarias: la arcada superior se desplaza hacia delante, y la inferior hacia detrás.
- Maloclusión dental: esto puede provocar una mordida abierta o anterior, debido a la falta de contacto entre los dientes incisivos superiores y los inferiores al morder.
- Deformación del paladar: la succión del dedo produje un empuje en dirección ascendente, por lo que el paladar cambia de forma convirtiéndose en convexo, o lo que es llamado paladar ojival.
- Hipoplasia o insuficiente desarrollo del maxilar superior: la posición de la lengua que se produce por la succión del dedo deriva en que el maxilar superior no se desarrolle al mismo ritmo que el resto.
- Alteraciones en el lenguaje: debido a la transformación de la situación original de los dientes, la lengua y el propio paladar, los cuales son elementos muy importantes en la fonación o pronunciación de determinados fonemas, puede verse alterada la pronunciación de la /t/, /d/ y /l/, lo que da lugar a dislalias, ceceo y seseo en su vocabulario.
Si tu hijo tiene uno de los anteriores problemas lo mejor que puedes hacer para ponerle solución, es acudir a nuestra clínica Praxis Dental y nosotros lo corregiremos y haremos que tu hijo pueda sonreír más que nunca.