Hace más de 60 años los científicos demostraron que el flúor es elemento que ayuda ha combatir la caries. Todo comenzó, cuando en varias ciudades de los Estados Unidos, los dentistas observaron que muchos de sus pacientes llegaban a consulta con los dientes repletos de pequeñas machas de color café. Tras años de investigación, los estudios revelaron que este problema se debía a la alta concentración de flúor que presentaban los pacientes en su organismo. Resulto, que el agua corriente de estas ciudades contenía dosis muy altas de flúor. Asimismo, los odontologos se percataron que los pacientes con este problema presentaban una resistencia inusitada hacia la caries.
Tuvieron que pasar varios años más de investigación hasta que por fin se logro encontrar un dosis lo suficientemente alta para combatir la caries, sin que por ello tuviesen que manifestarse las temidas manchas marrones. Desde entonces el flúor se ha convertido en una de las principales armas contra la caries y hoy lo podemos encontrar de múltiples maneras: dentífricos (con diferentes concentraciones), enjuagues bucales, pastillas, gotas para tomar y por supuesto, en el suministro de agua corriente de muchas ciudades (cuando la dosis de flúor es menor de 0,3 ppm). Sin embargo, en el caso de los niños menores de 6 años o en aquellos que todavía no han desarrollado por completo sus dientes de leche, las dosis debe ser mucho más reducidas para evitar los casos de fluorosis.
Hoy vamos a mostraros cuales son las ventajas de la aplicación del flúor en los dientes de vuestros hijos. Asimismo, os indicaremos que cantidades de flúor recomiendan los especialistas según la edad de cada paciente.
-BENEFICIOS DEL FLÚOR
Como ya hemos explicado, el flúor en pequeñas dosis minimiza el riesgo de padecer caries en los niños menores de seis años. Generalmente la aplicación de este agente se hace a través de la pasta de dientes ya que esta contiene la cantidad recomendada por los odontologos. El problema es que los niños muchas veces se lavan los dientes sin la supervisión de un adulto, por lo que terminan ingiriendo gran cantidad de pasta de dientes sin que nosotros los padres, nos percatemos. Al ingerir este extra de flúor los niños tienen muchas más probabilidades de sufrir fluorosis.
Por lo tanto, se recomienda que los padres estén siempre presentes durante el cepillado los niños menores de 6 años y que ajusten la cantidad de pasta de dientes según la edad del niño. Para niños menores de dos años bastara con una gotita de dentrifico del tamaño de un grano de arroz, mientras que para los niños de entre los 2 y 6 años la dosis aproximada sera del tamaño de un guisante. Los mayores de seis años ya pueden usar la pasta de dientes para adultos, preferiblemente, cantidades de 1 o 2 centímetros de dentífrico sobre el cepillo. Asimismo, se deberá prestan mucha atención a la concentración de flúor que contenga cada dentífrico.
– ¿QUE ES LA FLUOROSIS?
En caso de no seguir correctamente los pasos explicados con anterioridad es muy probable que el niño termine sufriendo fluorosis. La fluorosis, producida por el exceso en la ingesta de flúor, es una afección que se caracteriza por el cambio en el aspecto de los dientes, los cuales terminan cubriéndose de manchas de color café y perdiendo parte de su esmalte. Aunque por norma general los casos de fluorosis suelen ser leves ( presencia de puntitos de color blanco), en algunas ocasiones donde la fluorosis esta muy avanzada los dientes se cubren de grandes manchas y grietas de color marrón, provocando dolor y repercutiendo en la estética del paciente. Además, se ha demostrado que los niños con problemas de fluorosis tienen mayores probabilidades de sufrir otras enfermedades como la obesidad o la tiroides.
OTRAS FUENTES EXTRAS DE FLÚOR
-Agua embotellada: las marcas de agua embotellada con alto grado de mineralización aportar dosis elevadas de flúor de forma natural. Es por esta razón, que en muchas de las botellas de agua mineral podemos encontrar avisos diciendo que no son actas para el consumo de los bebes o menores de 6 años.
– Contaminación: en las fabricas de aluminio y sus alrededores se ha demostrado que el ambiente contiene gran cantidad de partículas de fluoruro. Al fabricar y manipular el aluminio se emiten aire grandes cantidades de fluoruro al aire.
– Utensilios de cocina: las sartenes hechas de teflón están compuesta también de flúor. Por lo que cuando estas se deterioran liberan este elemento que nosotros después respiramos.
En definitiva, el flúor previene la caries, un problema que debe ser tratado desde el principio para que nuestros hijos puedan lucir una sonrisa brillante. Nosotros como padres tenemos que prestar atención a la cantidad de flúor que suministramos a nuestros hijos así como a todos aquellos elementos que lo puedan contener.